Comentamos el caso de una mujer de 27 años que mientras duerme presenta un intenso dolor en la región escapular izquierda, asociado a 2 puntos sangrantes, que evolucionan con eritema y edema local. Al tercer día acude al servicio de urgencias, ya que ha presentado orina oscura y la lesión cutánea ha evolucionado a una placa violácea. La analítica demuestra anemia y compromiso de la función renal. Se hospitaliza con diagnóstico de loxoscelismo cutáneo-visceral, recibe terapia de soporte, clorfenamina, cloxacilina, paracetamol e hidrocortisona y evoluciona favorablemente, por lo que recibe el alta a las 2 semanas. Posteriormente se realizaron curas locales, requiriendo a la sexta semana un injerto de piel autólogo para su cierre.
El loxocelismo es un síndrome clínico causado por la mordida de las arañas del género Loxosceles. Este síndrome tiene 2 subtipos: el cutáneo, que se inicia con dolor y eritema local evolucionando típicamente a una úlcera necrótica de extensión y profundidad variables, y el cutáneo-visceral o sistémico, que a las manifestaciones cutáneas agrega anemia hemolítica y en casos graves compromiso renal. La necrosis cutánea suele hacerse aparente alrededor del tercer día de evolución, en forma de una placa violácea llamada placa livedoide. A la semana ya puede observarse una escara necrótica, seca, con bordes muy bien delimitados (figs. 1 a y b), que se desprende a las 3-5 semanas. Una clave diagnóstica es la constatación de las marcas dejadas por los quelíceros («colmillos») del arácnido en la piel (fig. 1c).