James Paget (fig. 1) nació en Great Yarmouth, localidad situada en la costa este de Inglaterra, en 18141. Hijo de un comerciante, era el octavo de una gran familia de 17 hermanos2. Alejado de su primera inclinación como marinero, aprendió los rudimentos de la Medicina con un cirujano local llamado Charles Costerton3. En su tiempo libre se dedicó al estudio de otras ciencias, tales como la Botánica y la Zoología, y escribió un libro, junto con uno de sus hermanos, acerca de la flora y la fauna de su ciudad natal2.
Fig. 1.--James Paget.
En 1834 se trasladó a Londres para estudiar Medicina en el hospital de San Bartolomé. Durante el primer año de carrera hizo su primera aportación a la Medicina con el descubrimiento de «unos pequeños gusanos» en los músculos de un paciente que había muerto por «hidropesía» y diarrea. El descubrimiento de este parásito, llamado después Trichinella spiralis, se atribuyó a Richard Owen, profesor de Anatomía Comparada en el mismo hospital, quien, probablemente, desconocía los trabajos que sobre el tema había realizado Paget, por no haber sido publicados4. En 1836 se licenció ante el Royal College of Surgeons con una tesis sobre el ganglio ótico y sus conexiones anatómicas. Tras una estancia de tres meses en París, se hizo cargo del «museo anatomopatológico» del hospital de San Bartolomé. Estos «museos» fueron los precursores de los actuales departamentos de Anatomía Patológica3.
Profesor de Fisiología desde 1842, tan buenas eran sus enseñanzas, que un alumno suyo, William Senhouse Kirkes5, utilizó los apuntes de esas clases como base para la primera edición de un libro, el Kirkes' Handbook of Physiology, empleado como texto-guía durante varios años en Inglaterra. Desde 1843 a 1851 Paget fue el administrador de lo que hoy conocemos como «campus» del hospital de San Bartolomé2.
Cirujano de la corte desde 1858, estuvo a punto de morir en 1871 por una sepsis secundaria a una herida infectada durante la realización de una autopsia6. Paget decidió entonces abandonar la práctica hospitalaria, dedicándose a su floreciente consulta privada. En dicho año recibe el título nobiliario de «baronet», un grado intermedio entre barón y caballero, de manos de la reina Victoria7. Tres años después de dicho acontecimiento se publicó el trabajo por el que Paget es conocido en el campo dermatológico8. En él (fig. 2) reunió un total de 15 pacientes, mujeres de entre 40 y 60 años, cuyas historias clínicas contenían dos puntos en común: por una parte sufrían de un cáncer de mama, y por otra, presentaban lesiones en la areola mamaria que simulaban un eccema, agudo o crónico, desde uno a dos años antes del diagnóstico del tumor. Paget no fue pionero en describir el eccema del pezón, pero sí en asociarlo con el carcinoma de mama. En 1880, John Erichsen propuso que dicha entidad llevara el nombre de «enfermedad de Paget del pezón»1. No existe un acuerdo sobre quién fue el autor de la descripción histológica del cuadro que nos ocupa. Para unos autores9 fue George Thin y para otros1 Henry Butlin, que fue el cirujano que sustituyó a Paget en el hospital. En 1889, Darier describió lo que llamaríamos hoy la «célula de Paget», creyendo que se debía a la parasitación por un agente externo, al que denominó «psorosperma»9. Con los trabajos de George Thomas Beatson10 quedó demostrada la dependencia hormonal del carcinoma de mama.
Fig. 2.--Portada del artículo original sobre la enfermedad de Paget.
Los últimos años de Paget fueron vividos de una forma intensa. Casado con Lydia North, hija de un pastor protestante3, Paget no pudo recuperarse de la pérdida de su esposa, acaecida en 1895, y aunque nunca perdió su lucidez mental, falleció en 1899 en Londres2. Trabajador incansable, orador brillante y escritor prolífico7, describió múltiples entidades clínicas (tabla 1). Gran políglota, además de inglés, hablaba francés, alemán, italiano y danés. Amante de la lectura y de la música, se relacionó con personalidades de su época3. Todo esto convierte la figura de sir James Paget en un ejemplo para cualquiera de nosotros.