INTRODUCCION
Los quistes miliares aparecen a cualquier edad y se localizan con mayor frecuencia en la cara. Pueden ser primarios o secundarios a cualquier traumatismo cutáneo, incluido el debido a algunos irritantes químicos. Los quistes miliares en placa, descritos por Balzer y Fouquet en 19031, son una forma primaria, rara, caracterizada por mínimas pápulas ligeramente elevadas y agrupadas sobre una base eritematosa. Aparecen fundamentalmente en mujeres adultas, típicamente en la región retroauricular.
DESCRIPCION DEL CASO
Se trata de una niña de 9 años de edad que acudió a nuestro servicio por presentar desde hacía tres meses una placa en el nudillo del tercer dedo de la mano izquierda, la cual se había extendido al dorso del cuarto de la misma mano (fig. 1). La placa estaba constituida por pápulas blancoamarillentas, asintomáticas, agrupadas sobre una base eritematosa ligeramente elevada. La paciente no recordaba ningún traumatismo previo, agresión química o farmacológica o tratamiento en la región afectada.
Fig. 1.--Placa de quistes miliares en el dorso de la mano izquierda, que se extiende a lo largo del dorso y cara lateral del cuarto dedo.
El estudio histopatológico reveló varios quistes localizados en la dermis superior, que contenían queratina ortoqueratósica laxa, basófila, en su interior; la pared estaba formada por epitelio estratificado con capa granulosa en la parte más interna. La epidermis que cubría el quiste mostraba acantosis irregular. Los quistes estaban rodeados por un infiltrado inflamatorio escaso (fig. 2); uno de ellos presentaba fenómenos de eliminación transepidérmica.
Fig. 2.--Un grupo de quistes llenos de queratina ortoqueratósica basófila laxa localizados en la dermis superior, con una pared formada por un epitelio escamoso estratificado rodeado por un infiltrado inflamatorio moderado. El quiste de la derecha carece de pared, por lo que está rodeado por un granuloma de cuerpo extraño (H & E x 40).
DISCUSION
Los quistes miliares son lesiones benignas generalmente secundarias a agresiones, como la dermoabrasión, radioterapia, uso prolongado de corticoides tópicos potentes, trastornos inflamatorios de la piel y enfermedades ampollosas.
Los quistes miliares primarios pueden estar presentes en el nacimiento como pequeñas pápulas dispersas localizadas en la cara, tronco y extremidades superiores. En los adolescentes y en los adultos aparecen en los párpados, mejillas, frente y genitales. Además se han descrito dos formas especiales de quistes miliares primarios en adolescentes y adultos: la forma eruptiva descrita por Veiel sobre un caso de Kaposi en 18852 y los quistes miliares en placa descritos por Balzer y Fouquet en 19031. Los quistes miliares eruptivos consisten en lesiones dispersas sobre el tronco y las extremidades y pueden tener carácter esporádico o familiar con herencia autosómica dominante3, 4. Los quistes miliares han sido descritos en asociación con tricoepiteliomas, queratodermia palmoplantar, calcinosis y genodermatosis, como los síndromes de Oley, Bázex-Dupré-Christol, Rombo y Gorlin.
La localización más frecuente de los quistes miliares en placa es la región retroauricular, donde se requiere un diagnóstico diferencial para excluir estea-tocistomas y liquen plano folicular tumidus5-7. Los quistes miliares en placa pueden ser bilaterales2, 8. Recientemente se han descrito otras localizaciones faciales, como la región preauricular9, el lóbulo de la oreja10, la raíz nasal11, los párpados12-14 y la región submandibular15. Hay dos trabajos con casos de localización extrafacial, ambos en la región supraclavicular16, 17. En uno de ellos las lesiones aparecieron sucesivamente en diferentes localizaciones (primero en la región supraclavicular, después en la región retroauricular y luego en el párpado superior)17. Finalmente, se han publicado dos casos de lesiones retroauriculares asociadas a seudoxantoma elástico del cuello18. Hay un caso de quistes miliares en placa en un paciente que había tenido lupus eritematoso cutáneo crónico: el lupus fue tratado con cloroquina y los quistes miliares estaban localizados sobre las lesiones de lupus19. En nuestra opinión este caso es mejor considerarlo como quistes miliares secundarios a un proceso inflamatorio cutáneo, con afectación del tejido conectivo, similar al descrito en el liquen escleroso20. Además las imágenes histológicas incluidas en la referencia 19 demuestran claramente que los quistes miliares están localizados próximos a una glándula sudorípara o son conductos sudoríparos dilatados y queratinizados, como sucede con frecuencia con los quistes miliares secundarios1.
Nuestro caso es importante por dos aspectos: la localización (dorso de la mano) y la edad de presentación (9 años), puesto que los quistes miliares en placa no congénitos aparecen más frecuentemente después de la pubertad.