La fototerapia por radiaciones ultravioletas cobra cada día más importancia en las unidades de dermatología hospitalarias por su alta eficacia terapéutica para diferentes enfermedades cutáneas frente a un coste relativamente bajo del tratamiento. En el caso de la fototerapia ultravioleta B de banda estrecha (UVBBE), la terapia se desarrolla por simple exposición de la piel a diferentes dosis de una fuente de iluminación que emite radiación electromagnética alrededor de los 311nm, por lo que potencialmente, dichas exposiciones acumuladas de UVB podrían dar lugar a efectos secundarios sobre cromóforos del tipo del ADN celular, de manera que no quedaría exenta de riesgos de fotocarcinogénesis a largo plazo.
En el presente estudio, los autores1 nos muestran un completo análisis retrospectivo de la incidencia potencial en la generación de cáncer cutáneo por el tipo de tratamiento de fototerapia UVBBE para una serie de 474 pacientes que han sido seguidos durante una media de 5,8 años tras la exposición a dosis acumuladas de esta radiación. Aunque los resultados del trabajo no deberían ser extrapolables a toda la población general, el número de pacientes incluidos y el tiempo de seguimiento llevan a conclusiones, al menos de forma local muy interesantes, donde la aplicación de altas dosis de UVB de banda estrecha, por un tiempo determinado no parecen aumentar significativamente el riesgo de sufrir cáncer cutáneo no melanoma por encima del potencial carcinogénico normal como consecuencia del daño actínico acumulado a lo largo de la vida.