La histoplasmosis es la micosis endémica que se describe con mayor frecuencia en nuestro medio. Aunque Histoplasma capsulatum tiene una distribución universal, se encuentra fundamentalmente en el continente americano y africano. En las últimas décadas se ha observado un incremento considerable de los casos importados en España. Un mayor volumen de desplazamientos turísticos y profesionales a estas regiones podría explicar este fenómeno, sin olvidar que hasta un tercio de los inmigrantes que residen en nuestro país proceden de países americanos donde las micosis endémicas son frecuentes.
En su artículo, Gómez-Santana LV et al.1, presentan 3 casos de histoplasmosis diseminada en pacientes inmunodeprimidos por causas diferentes a la infección por VIH, contexto en el que clásicamente se había descrito este cuadro de alta mortalidad. Al tratarse de histoplasmosis americana, producida por H. capsulatum var. capsulatum, dominan las manifestaciones pulmonares junto a la afectación cutánea polimorfa (pápulas, nódulos, úlceras cutáneo-mucosas…), simuladora en cualquiera de sus fases de una tuberculosis.
Dado que se considera una micosis emergente en viajeros e inmigrantes y al incrementarse cada año el número de sujetos sometidos a tratamiento inmunodepresor (incluyendo terapias biológicas en enfermedades autoinmunes2), debe establecerse un alto índice de sospecha en pacientes que procedan de áreas endémicas, con el fin de evitar demoras diagnósticas que empeoren aún más el pronóstico de estos casos.