Agradecemos a los autores de la carta su felicitación por el desarrollo de la aplicación para estimar el riesgo cardiovascular y por incluir el correspondiente enlace en la página web del Grupo de Psoriasis, del que soy Coordinador.
Uno de los avances recientes con mayor trascendencia clínica en Dermatología ha sido la identificación de la psoriasis moderada-grave como un «atractor» de factores de riesgo cardiovascular, y su papel como factor de riesgo independiente de mortalidad (cardiovascular y de cualquier causa) y morbilidad cardiovascular en la mayoría de los estudios de registros y casos-control disponibles1. No queda claro si dicho aumento, de aproximadamente un 50%, sería atribuible a un efecto sinérgico del acúmulo de factores de riesgo tradicionales o consecuencia de la carga inflamatoria de la enfermedad, pero en cualquier caso parece razonable suponer que cabría aplicar dicho factor multiplicador (1.5) al riesgo cardiovascular calculado a partir de los diferentes instrumentos existentes, de forma similar a lo que se ha propuesto para la artritis reumatoide2, en una situación análoga. En cualquier caso, ha aumentado entre los dermatólogos la conciencia de la necesidad de identificar los factores de riesgo cardiovascular en los pacientes con psoriasis moderada-grave y derivarlos o tratarlos directamente. Una contribución muy importante, que representa un hito internacional en este sentido, acaba de ser publicada en Actas Dermosifiliográficas en forma de Suplemento3.
Por lo que respecta a las matizaciones de los autores, REGICOR es el único instrumento validado en la población española4, mientras que las cohortes empleadas para elaborar las tablas SCORE para «países de bajo riesgo» incluyeron un 6,1% de población española y se basan fundamentalmente en la población belga e italiana, que tienen un riesgo basal un 30% superior al de la española5. En un estudio de validación de SCORE, realizado en una cohorte de población canaria6 sobre tasas de mortalidad poblacionales (las mayores por cardiopatía isquémica de España), SCORE predijo riesgos que duplicaban las tasas reales. También se dispone de información comparativa sobre el comportamiento de SCORE frente a otras funciones. Los estudios coinciden en señalar que a partir de los 60 años (el límite superior de SCORE es 65 años) el riesgo que estima es superior al que estima Framingham7. Aunque existen discrepancias entre diversas sociedades científicas españolas en cuanto al instrumento ideal, incluir ambos en la aplicación que se desarrolló complicaría excesivamente su manejo para el usuario final (dermatólogo, fundamentalmente). Sin embargo, parece muy razonable incluir un enlace a la página web de la European Society of Cardiology en la que se presenta SCORE, http://www.escardio.org/guidelines-surveys/esc-guidelines/Pages/estimation-ten-year-risk.aspx, en la página web del Grupo de Psoriasis.
Por lo que respecta a la «publicidad», si aparece el nombre de un fármaco en una pestaña es por error (este era el nombre interno del proyecto en la empresa de software que lo desarrolló), y se ha subsanado. Por el contrario, el reconocimiento del patrocinio de un laboratorio farmacéutico incluyendo su logotipo no solo es justo (nada es gratis en este mundo) sino que refleja un sincero agradecimiento, tanto en tiempos de restricciones económicas como en épocas de mayor «alegría», por la encomiable contribución de Janssen a la formación continuada en Dermatología con esta y otras múltiples iniciativas, en beneficio de una mejor atención a nuestros pacientes.