Sr. Director:
La infección por el virus del papiloma humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más frecuente, afectando entre el 1 y el 35 % de la población a lo largo de la vida1. Existen hoy en día datos que sugieren un aumento de este porcentaje, especialmente en hombres de raza blanca e infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)2. En cuanto a los costes médicos del manejo de estos casos, se calculó en 30 millones de euros nada más que en el Reino Unido durante el año 20033. Los tratamientos disponibles actualmente para los condilomas acuminados engloban la crioterapia, la podofilotoxina, el ácido tricloroacético, el láser, el electrocauterio y, de más reciente introducción, el imiquimod, un modificador de la respuesta inmune4.
Queremos aportar un caso de un paciente infectado por el VIH con condilomas acuminados resistentes a las terapias convencionales, tratado de forma exitosa con cidofovir tópico al 3%.
Un varón de 37 años de edad presentaba desde hacía un año una historia de lesiones verrucosas en la cara interna del prepucio y surco balanoprepucial (fig. 1A). El paciente había sido tratado previamente con podofilotoxina, imiquimod, crioterapia, electrocoagulación y láser con el resultado de rápidas recidivas de las lesiones. En la historia del paciente era remarcable su infección por el VIH. Presentaba un recuento de células CD4 bajo (120 x 106/l). El paciente fue instruido para aplicarse una crema de cidofovir al 3 % una vez al día. Después de cinco días el tratamiento fue interrumpido debido a la presencia de una intensa respuesta inflamatoria en las áreas tratadas. La zona presentaba un marcado eritema y pequeñas erosiones en algunos condilomas (fig. 1B). Desde este momento se le aplicó un tratamiento con sulfato de cinc y antibióticos tópicos. Cuatro semanas más tarde todas las lesiones y el eritema habían desaparecido (fig. 1C). No ha habido evidencia de recurrencia después de un año de seguimiento.
(A) Condilomas acuminados con una apariencia verruciforme en la zona interna del prepucio y surco balanoprepucial (semana 0). (B) Respuesta inflamatoria al cidofovir tópico con eritema y erosiones (semana 1). (C) Desaparición completa de las lesiones a las cuatro semanas (semana 4).
El cidofovir es un nucleótido análogo del monofosfato de deoxicitidina con un amplio espectro contra los virus ADN, incluido el VPH. Hasta la fecha, el cidofovir está sólo aprobado para su uso intravenoso en el tratamiento de la retinitis por citomegalovirus en el paciente VIH resistente al ganciclovir y el foscarnet. Sin embargo, ha demostrado su eficacia en algunas lesiones víricas como tratamiento tópico en las que se incluyen las verrugas y el molluscum contagiosum5. También ha demostrado ser efectivo en algunas lesiones neoplásicas como la neoplasia intraepitelial cervical, eritroplasia de Queyrat, papilomatosis del tracto respiratorio, sarcoma de Kaposi, carcinomas nasofaríngeos asociados al virus de Epstein-Barr, carcinomas de células
escamosas, carcinomas de células basales y melanomas6,7. El mecanismo de acción del cidofovir en las lesiones cutáneas inducidas por VPH se cree que podría deberse a su efecto antiviral y antiproliferativo ejercido sobre estas células infectadas que tienen una gran capacidad de división8.
Con respecto a las verrugas, la infección por VPH más frecuentemente observada, hasta la fecha sólo ha sido publicado un ensayo clínico a doble ciego fase II para el uso del cidofovir tópico9. En este estudio el 47% de los 19 pacientes de brazo del tratamiento con cidofovir tuvieron una respuesta completa sin importantes efectos secundarios registrados. Este porcentaje es muy similar a los obtenidos con otros tratamientos tópicos como el imiquimod y la podofilotoxina10.
El presente caso que hemos aportado contribuye a la idea de que el cidofovir tópico parece ofrecer una eficaz alternativa a los pacientes con verrugas genitales resistentes a los tratamientos convencionales. Sin embargo, son necesarios futuros ensayos clínicos para determinar la eficacia y seguridad del cidofovir tópico en las lesiones cutáneas inducidas por VPH.