INTRODUCCION
Los actuales movimientos migratorios crean oportunidades de encuentro con prácticas desconocidas para los médicos de la medicina occidental. La aplicación de ventosas o cupping es una de las múltiples modalidades terapéuticas de la medicina tradicional china.
DESCRIPCION DEL CASO
Un varón de 65 años y nacionalidad española acudió al servicio de Reumatología de nuestro hospital por presentar dolores en cinturas escapular y pelviana, así como debilidad en dichas zonas que le impedían realizar sus actividades cotidianas. En los últimos 6 meses el paciente había seguido tratamiento con antiinflamatorios no esteroideos sin mejoría del dolor, por lo que había recurrido a la medicina tradicional china mediante la aplicación de ventosas en la piel. Durante su ingreso, el paciente fue diagnosticado de una polimialgia reumática en el contexto de una arteritis de la arteria temporal.
En la exploración física dermatológica se apreciaban varias áreas circulares bien delimitadas con eritema, equimosis y ampollas de contenido hemático que se distribuían siguiendo un patrón simétrico en escápulas, tórax y región lumbar (fig. 1).
Fig. 1.--A) Áreas circulares de eritema y equimosis en las que destaca la presencia de ampollas a tensión rellenas de contenido hemático. B) Áreas circulares eritematosas con erosiones superficiales tras la curación de las lesiones ampollosas.
Con la instauración de la terapia corticoidea oral, la clínica reumatológica mejoró y, asimismo, al interrumpir la aplicación de las ventosas, las lesiones cutáneas también desaparecieron, dejando una hiperpigmentación postinflamatoria residual (fig. 2).
Fig. 2.--Áreas circulares con hiperpigmentación postinflamatoria en la región lumbar.
DISCUSION
La sociedad actual reúne gente de diferentes costumbres y creencias. La incorporación de las diferencias culturales en el ámbito de la salud tiene como consecuencia la aparición de técnicas medicinales alternativas que en ocasiones son desconocidas para los médicos occidentales. Varios estudios han puesto de manifiesto un aumento en la utilización de estas técnicas como alternativa o complemento a la medicina occidental en países como Estados Unidos 1 o el Reino Unido 2. Esta tendencia no sólo se explica por el aumento de la población inmigrante proveniente de países orientales, sino también por una mayor utilización entre la población autóctona, como en el caso de nuestro paciente. Entender estas prácticas tradicionales puede ayudar a prevenir conflictos sociales y/o legales que pueden provenir de diagnósticos erróneos de malos tratos 3,4, especialmente en menores de edad 5.
El cupping es una técnica muy utilizada en países de Oriente, pero también en Europa del Este. Con los movimientos migratorios actuales no es raro encontrar seguidores de esta u otra técnica oriental en cualquier parte del mundo. Se lleva a cabo encendiendo un algodón empapado en alcohol e introduciéndolo en un recipiente con forma de copa habitualmente de vidrio o acero. A continuación, se aplica sobre la piel y, en la medida en que se produce la combustión del alcohol, se crea un vacío que acaba succionando la piel. Esta succión, que supone un trauma sobre los vasos sanguíneos superficiales de la dermis papilar, produce áreas circulares de eritema, equimosis, púrpura o ampollas rellenas de contenido hemático 6. Existen variantes a la técnica. En ocasiones se realiza previamente una incisión cutánea en el área donde se va a realizar la técnica (wet cupping)6 o se aplican lubricantes para poder mover la copa y abarcar una superficie más amplia. Existen modernos aparatos que crean un vacío en el interior de las copas sin necesidad de que la combustión del alcohol consuma el oxígeno.
Habitualmente se realiza de manera simultánea en 6-10 localizaciones diferentes durante aproximadamente 10 min. Las áreas de aplicación se van rotando pero las áreas más frecuentes son espalda, tórax, abdomen y nalgas. Por tanto, patrones circulares simétricos de equimosis en estas localizaciones sugieren la aplicación de ventosas o cupping. Aunque en manos expertas no suele tener efectos secundarios, existe el riesgo de quemaduras si se aplica sobre la piel de manera precipitada o de sobreinfección, especialmente si se han realizado incisiones sobre la superficie cutánea. Aunque es mucho más raro, existe un caso publicado de paniculitis facticia por aplicación de ventosas 7.
Existen varias teorías que intentan explicar el efecto beneficioso de esta técnica. Se cree que la utilización de ventosas incrementa la circulación alrededor del área donde se aplica, lo que favorece la eliminación de toxinas atrapadas en los tejidos 8. Otra teoría sugiere que es el proceso de transferencia del dolor de una zona del cuerpo a otra la que mejora la enfermedad 9. Por último, la teoría psicosomática sostiene que el beneficio obtenido con esta técnica se explica por el efecto placebo que ejerce sobre los pacientes 8. En la actualidad tiene su máxima utilidad en el tratamiento de dolores crónicos tipo lumbalgias o cefaleas 10, aunque varias referencias ponen de manifiesto el uso tan amplio que se le ha dado a lo largo de la historia de la medicina. Patologías como la neumonía, el asma, el edema pulmonar o la nefritis han encontrado en esta técnica un instrumento más dentro del arsenal terapéutico tan limitado en épocas pasadas.
En ocasiones, se utiliza de manera conjunta con otras técnicas orientales, como la acupuntura con agujas, con el objetivo de potenciar su efecto. La combinación de estas modalidades terapéuticas goza de una amplia difusión en Oriente en el tratamiento de ciertas dermatosis refractarias al tratamiento como la psoriasis o el acné 10.
Correspondencia:
Javier Mataix.
Servicio de Dermatología. Hospital General Universitario.
Avda. Pintor Baeza, s/n. 03010 Alicante. España.
mataixdiaz@hotmail.com
Recibido el 27 de septiembre de 2005.
Aceptado el 5 de diciembre de 2005.