La hipomelanosis macular progresiva es un trastorno adquirido de la pigmentación de la piel que inicialmente se asoció a características raciales pero que actualmente se relaciona más con el Propionibacterium acnes.
Una mujer de 23 años consultó por la aparición de forma progresiva en un periodo de 5 años de unas lesiones blanquecinas asintomáticas en el tronco (figs. 1A y 2). Se trataba de máculas hipopigmentadas, no descamativas y de contornos mal definidos que tendían a confluir. Al principio estas lesiones se localizaban en la zona centrotorácica, pero con la evolución se habían diseminado centrífugamente hasta afectar el cuello y la zona más proximal de las extremidades superiores. En verano no se observaba mejoría de las lesiones, apreciándose una mayor notoriedad con respecto a la piel adyacente.
La paciente no tenía antecedentes personales de dermatitis atópica ni otras patologías eczematosas, y en ningún momento había presentado prurito o descamación de las lesiones.
Clínicamente se descartaron otras causas de hipopigmentación adquirida, como la pitiriasis alba o la pitiriasis versicolor en fase de resolución y se diagnosticó de hipomelanosis macular progresiva. En un primer momento se pautó tratamiento con minociclina vía oral 100mg al día y clindamicina tópica. Dos meses después las lesiones no habían mejorado, por lo que se cambió a un tratamiento tópico con peróxido de benzoilo asociado a clindamicina en gel. Con este nuevo tratamiento se consiguió una desaparición completa y permanente de las lesiones en un plazo de dos meses (fig. 1B).
Paralelamente a este caso, otra mujer de 20 años consultó por la misma clínica que la paciente anterior (fig. 3). También se diagnosticó de hipomelanosis macular progresiva, pero a diferencia del caso anterior se inició desde el primer momento tratamiento tópico con clindamicina sin asociación a peróxido de benzoilo. Del mismo modo que en el caso anterior, la resolución con el tratamiento tópico fue completa.
La hipomelanosis macular progresiva es un trastorno adquirido de la pigmentación de la piel que afecta con más frecuencia a adolescentes y adultos jóvenes. Se manifiesta en forma de máculas blanquecinas, de distribución simétrica y de crecimiento progresivo. Clínicamente se parecen mucho a las encontradas en la pitiriasis alba y pitiriasis versicolor en fase de resolución1, pero a diferencia de estas no se presentan en el contexto de una dermatitis atópica ni muestran descamación. Suele afectar al tronco, aunque en algunas ocasiones las lesiones se extienden hasta el cuello, la cara, las nalgas y la zona proximal de las extremidades.
Debido a que fue descrita en zonas del Caribe y a que a nivel ultraestructural encontraron melanosomas en estadio II-III en las zonas hipopigmentadas (propios de la raza blanca) y melanosomas en estadio IV en las zonas de pigmentación normal (propios de la raza negra)1 se pensó que su etiopatogenia se encontraba en alteraciones genéticas y raciales2–6. Con posterioridad, al obtener en las zonas de hipopigmentación cultivos positivos para Propionibacterium acnes y fluorescencia roja perifolicular con la aplicación de la luz de Wood en un cuarto oscuro, se consideró más probable una etiología infecciosa7. Apoyando esta última hipótesis, algunos autores han considerado que Propionibacterium acnes podría ser capaz de generar un factor que altere la melanogénesis y produzca las zonas de hipopigmentación8.
La evolución de las lesiones es variable. Mientras que algunos autores piensan que la tendencia es a la estabilización de las lesiones y a la posterior regresión espontánea en un periodo de 2 a 5 años6, otros abogan por una evolución lentamente progresiva de las mismas7.
De entre los tratamientos disponibles no se ha demostrado efectividad con la terapia psolarenos más luz ultravioleta, los antifúngicos sistémicos y los corticoides tópicos9. En algún caso se ha descrito una buena respuesta al tratamiento con UVB de banda estrecha10, pero lo que parece obtener mejores resultados con repigmentaciones permanentes es el uso combinado de UVA con tratamientos tópicos bactericidas (peróxido de benzoilo al 5% y clindamicina al 1%)9 o el tratamiento vía oral con tetraciclinas1.
En nuestra opinión la hipomelanosis macular progresiva es una entidad más frecuente en la práctica clínica de lo que se ha descrito en la literatura. Suele infradiagnosticarse porque en muchas ocasiones se confunde con entidades clínicamente muy semejantes, como la pitiriasis alba o la pitiriasis versicolor en fase de resolución, y a diferencia de estas se resuelve completamente con tratamiento antibiótico tópico y/o sistémico. Según lo descrito en la literatura, la fluorescecia perifolicular podría ayudar en su diagnóstico. Se presentan dos casos de esta entidad con resolución completa de las lesiones tras dos meses de tratamiento tópico bactericida.