El minoxidil tópico en solución (MTS) se usa desde 1986 para el tratamiento de la alopecia androgénica (AGA)1. Los efectos secundarios frecuentemente relacionados con su uso son el prurito y la intolerancia local2. También es conocida la aparición de hipertricosis en las áreas cercanas a la aplicación, comúnmente la cara, sobre todo sien y área preauricular2–4. Por el contrario, el desarrollo de hipertricosis generalizada o a distancia por MTS es un efecto secundario poco descrito en la literatura, cuyas causas y mecanismos etiopatogénicos no están todavía aclarados.
Presentamos una mujer de 42 años de edad, diagnosticada de alopecia androgenética, que acude a nuestras consultas refiriendo un aumento generalizado del vello corporal tras usar MTS al 5% durante 2 semanas. La paciente había recibido tratamiento con una fórmula magistral compuesta por una solución en propilenglicol de minoxidil al 5%, progesterona al 0,5% y clobetasol al 0,05% que había estado aplicando dos veces al día. Refería haber estado utilizando una cantidad aleatoria, habiendo evitado cuidadosamente el contacto del producto con áreas fuera del cuero cabelludo.
La paciente refería tener previamente al inicio del tratamiento cierta cantidad de vello facial de tipo velloso. Sin embargo, tras 2 semanas de tratamiento percibió un incremento generalizado del vello corporal y un cambio en las características del mismo siendo más oscuro y grueso. Las principales áreas afectas fueron frente, mejillas, área de la barba, pecho, región lumbar, brazos y piernas (figs. 1 y 2). Se realizaron estudios hormonales (FSH, prolactina, testosterona, DHEA-S y delta-4-androstenediona) que no demostraron alteraciones.
Seis meses tras la suspensión de MTS, la paciente comenzó a experimentar mejoría persistiendo vello a nivel del área de la barba y del tronco. A los 10 meses de la suspensión del tratamiento la mejoría continúa, si bien, no ha recuperado su situación basal.
La hipertricosis tras la aplicación de MTS se cifra entre un 0-5%, en la mayoría de los casos afectando exclusivamente la cara y explicada por transferencia local del producto2,3.
Dawber y Rundegren3 estudiaron de manera separada la aparición de vello facial y la hipertricosis, entendiendo como tal la aparición de vello en áreas distintas a la cara, en mujeres usando MTS al 5 y al 2% frente a placebo. Sus resultados demostraron una mayor frecuencia de casos de hipertricosis en el grupo de MTS al 5% (hasta un 2% de casos tras su uso). Además observaron mayor frecuencia de este efecto adverso en mujeres respecto a varones, y dentro de este grupo destacaban las mayores de 50 años y las que presentaban vello facial previo al inicio del tratamiento, siendo este en muchos casos pelo velloso. Hay que recordar, que existe una clara asociación de AGA e hiperandrogenismo, el cual condiciona la aparición de síntomas como hirsutismo3,5, que es uno de los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de hipertricosis secundaria a MTS. Además, determinadas etnias como las mediterráneas, hispanas o del medio este, presentan vello facial con más frecuencia.
En los casos descritos en la literatura, la hipertricosis suele aparecer entre 2-3 meses tras el inicio del tratamiento, y desaparece tras 1-5 meses de la suspensión4,6. En lo que respecta al presente caso, el efecto fue más temprano y más persistente. No podemos descartar una acción sinérgica del clobetasol tópico, sin embargo en los casos reportados en la literatura de hipertricosis por corticoides tópicos esta aparece tras un mayor tiempo de aplicación y se limita al área de aplicación7 o cercanas a esta8, no habiéndose descrito efectos a distancia.
Existen varias hipótesis que tratan de explicar la hipertricosis inducida por MTS3. Inicialmente se propuso una difusión manual del producto o mediante fómites, pero estas hipótesis difícilmente explican los casos de hipertricosis generalizada.
A pesar de que este efecto tiene una aparición dosis-dependiente, siendo más frecuente con el MTS al 5 que al 2%, y más frecuente cuando la cantidad aplicada sobrepasa la dosificación recomendada2,3, los casos reportados no presentaban niveles elevados de minoxidil en sangre. De esto se deduce que hay un factor de respuesta idiosincrática por hipersensibilidad de los folículos al producto que determina la aparición de hipertricosis, incluso a distancia, en los pacientes más sensibles.
Dado que el exceso de vello facial previo al inicio del tratamiento implica un incremento del riesgo de desarrollar hipertricosis inducida por MTS3, estos casos debemos tratarlos con una concentración más baja de minoxidil o elegir una terapia alternativa.
En conclusión, antes de prescribir MTS debe realizarse una correcta anamnesis y exploración para establecer el riesgo de desarrollar hipertricosis, que sería máximo al tratarse de mujeres en edad media de la vida con presencia de vello facial al diagnóstico. Se recomienda, además, evitar asociar otros productos cuya acción sinérgica no esté bien estudiada y, por lo tanto, no sea predecible su efecto como en el caso de corticoides tópicos.