Recientemente ha sido publicado en la prestigiosa revista Journal of the American Academy of Dermatology un interesante artículo en el cual se exponen los resultados de una amplia búsqueda bibliográfica sobre la aparición de nevus melanocíticos eruptivos en relación con la toma de fármacos1. Históricamente el desarrollo de este tipo de lesiones se ha asociado a enfermedades ampollosas de carácter grave (epidermólisis bullosa, toxicodermias, etc.) y con estados de inmunodeficiencia (trasplante renal o de médula ósea, neoplasias, sida, etc.)2.
Con el objetivo de diferenciar los nevus melanocíticos adquiridos (NMA) de los nevus melanocíticos eruptivos asociados a medicamentos (NMEAM) los autores proponen unos criterios:
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Desarrollo de más de 5 nevus melanocíticos a nivel palmo-plantar a cualquier edad.
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Desarrollo de más de 10 nevus melanocíticos en cualquier parte del cuerpo excluyendo pubertad o embarazo.
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Desarrollo de más de 20 nevus melanocíticos en cualquier parte del cuerpo en pubertad o embarazo.
El diagnóstico de NMEAM se establece cuando el paciente cumple al menos un criterio en los últimos 6 meses y existe una relación temporal con el consumo de un determinado fármaco. Además, realizan una clasificación que subdivide los NMEAM en función del fármaco implicado (tabla 1).
Tipos de nevus melanocíticos eruptivos asociados a medicamentos y fármacos implicados
Tipos de NMEAM | Fármacos implicados |
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Ia. Inmunosupresores no biológicos | Azatioprina, 6-mercaptopurina, corticosteroides, ciclosporina y metotrexato |
Ib. Inmunosupresores biológicos | Etanercept, alefacept, infliximab y rituximab |
IIa. Quimioterápicos no biológicos | Capecitabina, interferón alfa-2b, ciclofosfamida y octreotide |
IIb. Quimioterápicos biológicos | Vemurafenib, encorafenib, sorafenib, sunitinib, erlotinib, regorafenib y rituximab |
III. Estimulantes de los melanocitos | Melanotan I, melanotan II y corticotropina |
NMEAM: nevus melanocíticos eruptivos asociados a medicamentos.
Siguiendo estas premisas, los autores han identificado un total de 66 casos de NMEAM. Las tiopurinas, la azatioprina y la 6-mercaptopurina han sido los fármacos relacionados con mayor frecuencia (34,8%). El 66,2% de los casos de NMEAM han sido reportados en los últimos 10 años, estando el 44,2% de los mismos en relación con el consumo de fármacos biológicos. No se han encontrado diferencias entre sexos y sí cierta predilección por los fototipos claros. Estas lesiones acontecen semanas o meses tras iniciar la toma del fármaco siendo habitualmente máculas color marrón claro u oscuro de 1 a 3mm. Desde el punto de vista dermatoscópico suelen presentar un patrón globular simétrico en periferia3 y en el estudio histológico se muestran como nevus de tipo compuesto. A diferencia de los NMA, los NMEAM tienen una mayor tendencia a localizarse en palmas y plantas4.
Tanto la patogénesis de esta entidad como el riesgo potencial de aparición o transformación a melanoma no están del todo claros5. Resulta lógico pensar que la inmunosupresión juega un papel importante en su desarrollo y que el aumento del número de nevus podría suponer un factor de riesgo para melanoma. No obstante son necesarios más estudios que aporten una mayor evidencia al respecto. Por el momento, los autores recomiendan revisiones anuales en los pacientes diagnosticados de NMEAM e identificar al fármaco responsable, además de buscar alternativas en aquellos con historia personal o familiar de melanoma.
El número de pacientes que reciben tratamientos inmunosupresores está en aumento, siendo cada vez mayor el subgrupo de estos tratado con fármacos biológicos. Los NMEAM, pese a ser una entidad infrecuente, es previsible que incremente su incidencia en los próximos años. Conocer esta relación causal permitirá establecer un diagnóstico precoz minimizando el grado de incertidumbre del paciente y del facultativo, y evitando la realización de pruebas complementarias innecesarias.