Una mujer de 42 años, en seguimiento digital de nevos atípicos (MoleMaxII®), mostró una desaparición progresiva de sus lesiones melanocíticas que, al final de un periodo de 3 años, fue prácticamente total (fig. 1). La paciente presentaba varios procesos autoinmunes, entre los que destacaban una sacroileítis HLAB27+, una artritis periférica con ANA+ y un hipotiroidismo autoinmune tratado con L-tirosina en dosis sustitutivas. No tenía antecedentes personales ni familiares de melanoma. No se evidenció en ningún momento ni presencia de fenómeno de halo ni de otro tipo de reacción alrededor de los nevos. La desaparición de nevos melanocíticos puede deberse a diversas causas. La propia historia natural de los nevos melanocíticos adquiridos (NMA) incluye la progresiva desaparición de los nevos en la edad adulta1.
Sin embargo, la desaparición de NMA en adultos jóvenes en un rápido periodo de tiempo, como se observa en nuestro caso, es excepcional. Sabemos que hay algunas reacciones específicas que pueden llevar a esta involución. El halo nevo o nevo de Sutton puede progresar hasta la desaparición de una o varias lesiones con un halo de leucoderma circundante al nevo diana. Histopatológicamente se observa un infiltrado linfocítico con predominio de células T CD8+, que ocasiona la destrucción progresiva de los melanocitos, con un mecanismo similar al que se produce en el vitíligo. Este es el mecanismo de desaparición de nevos más frecuente2,3. También se ha descrito de forma aislada la desaparición de nevos melanocíticos congénitos, con fenómeno de halo y sin él. En algunos de ellos el análisis histológico demostró persistencia de melanocitos a pesar de la aparente desaparición clínica4. Una forma totalmente distinta de desaparición es mediante una reacción eccematoide alrededor de un nevo (nevo de Meyerson) con la posterior involución del mismo y que tiene hallazgos histológicos similares a los de un eccema5. Los NMA pueden desaparecer en pacientes con melanoma en base a la expresión de antígenos similares entre ambas lesiones que son atacados por el sistema inmune, bien de forma espontánea, o bien inducida por inmunoterapia, con fármacos anti-CTLA4 y anti-PD-16,7. Finalmente, más infrecuentemente, se han descrito casos de desaparición de nevos sin eccema ni halo nevos, pero pocos con involución de la práctica totalidad de los nevos, como ocurre en nuestro caso8,9.
Por otra parte, en la literatura se han descrito principalmente tres tipos de patrones dermatoscópicos en la desaparición de un nevo melanocítico. Así, se puede observar fenómeno de halo, fenómenos de regresión azul por melanofagia (peppering) y regresión blanca (área blanca pseudocicatricial por fibrosis), o bien se puede observar la desaparición de lesiones sin halo blanco ni regresión. En este último caso, que representa la situación de nuestro paciente, las lesiones sufren una pérdida progresiva de pigmento y una atenuación del patrón dermatoscópico que presentaban hasta hacerse imperceptible10.
Debido a los antecedentes de enfermedades autoinmunes que presentaba nuestra paciente, el mecanismo más probablemente implicado es el de tipo inmunitario, aunque no disponemos de comprobación histológica.
Finalmente, cabe recordar que es importante conocer estos tipos de evolución de las lesiones melanocíticas, ya que la desaparición de las lesiones a nivel clínico no siempre asegura la eliminación histológica, y que la dermatoscopia digital sería un buen método para monitorizar a estos pacientes.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.