Describimos el caso de una paciente de 51 años diagnosticada desde hace 2 de linfoma de Hodgkin, quien debido a múltiples recaídas de su enfermedad había recibido diversos tratamientos. Recientemente se trató con brentuximab vedotin, medicamento aprobado por la FDA en el 2011. Acude a consultas externas de nuestro servicio por presentar, de forma progresiva desde hacía 2 meses, múltiples pápulas asintomáticas, localizadas predominantemente en los miembros inferiores y superiores, y en los glúteos. En la exploración clínica se observaban pápulas y nódulos de coloración marrón rojiza, consistencia firme, diámetro variable entre 3 y 20mm, distribuidas de forma generalizada a nivel de los miembros superiores e inferiores, y los glúteos. Al pellizcar lateralmente la piel adyacente se objetivaba la retracción de las lesiones (fig. 1). La biopsia cutánea de una de las lesiones localizada en el glúteo reveló una estructura típica de un dermatofibroma (DF), observándose una proliferación bien circunscripta de células fibrohistiocitarias fusiformes, entremezcladas entre haces engrosados de colágeno dérmico (fig. 2).
Dermatofibromas múltiples. En el examen histológico se observa la proliferación de células fusiformes a nivel de la dermis, asociadas a una acantosis epidérmica suprayacente (a, H-E ×40). A un mayor aumento se observa que las células fusiformes se entremezclan con haces de colágeno dérmico (b, H-E, ×200).
Los DF son tumores fibrohistiocitarios que generalmente se presentan en las extremidades inferiores. Mientras que los DF solitarios son lesiones comunes, los dermatofibromas eruptivos múltiples (DFEM) son una entidad clínica poco frecuente en la cual múltiples DF aparecen en poco tiempo. Baraf y Shapiro definieron esta condición en 19701 como la aparición de al menos 15 DF durante un corto periodo de tiempo. Sin embargo, si se tiene en cuenta que los casos incipientes pasarán generalmente desapercibidos, la aparición abrupta de 5 a 8 DF en un periodo de 4 meses se ha propuesto como suficiente para poder establecer este diagnóstico. Desde que esta entidad fue descrita en 1970, menos de 100 casos han sido publicados. Niiyama et al.2 reportaron que la incidencia de los DFEM será más frecuente en pacientes con enfermedades subyacentes, y que más del 80% de los casos estarán en relación con alteraciones del sistema inmunitario3. Por este motivo, la repentina aparición de DFEM podría representar el diagnóstico temprano de una enfermedad subyacente, como es el caso de una infección por el virus de la inmunodeficiencia humana o de neoplasias hematológicas4. Sin embargo, algunos autores han planteado que el número de DF será variable y que no guardará ninguna relación con el grado de inmunosupresión. Se han descrito 2 casos de DFEM relacionados con el uso de imatinib en enfermedades hematológicas5. Se cree que los DFEM podrían deberse a un proceso inmune abortivo mediado por células dendríticas dérmicas6, de tal forma que cualquier fármaco que actúe regulando de forma inhibitoria las células T, como es el caso del imatinib, o, como en el caso de nuestra paciente, el brentuximab, que actúa a nivel de las células T activadas, favorecería la aparición de múltiples DF debido a una respuesta exagerada hacia un patógeno desconocido.
En nuestro caso, la inmunosupresión secundaria a la administración del brentuximab vedotin podría ser la clave para el desarrollo de este cuadro clínico. Sin embargo, no se puede excluir una relación directa entre el desarrollo de los DFEM y la administración de este fármaco. Brentuximab vedotin es un anticuerpo conjugado formado por un anticuerpo dirigido contra el CD30, el que se unirá de forma covalente con un puente hidrolizable al agente antimicrotúbulos monometil auristatina E. Este medicamento producirá una regresión tumoral en los pacientes que estén en recaída de su enfermedad o en aquellos con linfomas CD30 positivos refractarios al tratamiento7,8. Los efectos adversos más frecuentemente relacionados con este medicamento son: neuropatía periférica inducida por quimioterapia, neutropenia, fatiga, náuseas, anemia, trombocitopenia, infecciones del tracto respiratorio superior, diarrea, artralgia y pirexia. Se han reportado algunos casos de leucoencefalopatía multifocal progresiva en relación con la administración de este medicamento; asimismo, no se recomienda su combinación con bleomicina debido al mayor riesgo de toxicidad pulmonar9. Hasta donde se conoce, esta es la primera vez que un cuadro de DFEM se ha registrado tras el uso de brentuximab vedotin. Creemos que existe la necesidad de llevar a cabo una vigilancia más estrecha de este nuevo medicamento y, de esta manera, poder describir posibles eventos adversos que hasta el momento son desconocidos.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.