Sr. Director:
La queratosis seborreica es uno de los tumores epidérmicos benignos más frecuentes que encontramos en nuestra práctica clínica. Aunque la asociación entre queratosis seborreica y otros tumores cutáneos ha sido descrita desde 1932, su transformación maligna es excepcional, habiéndose publicado menos de 20 casos. Presentamos el caso de una paciente con una queratosis seborreica que se transformó en un carcinoma epidermoide invasivo.
Se trata de una mujer de 94 años de edad, que acudió a nuestra consulta por una tumoración en el abdomen de 30 años de evolución, que en los últimos meses había aumentado de tamaño produciéndole dolor y sangrado. A la exploración se observaba una queratosis seborreica de 12cm, sobre la cual crecían varias tumoraciones mamelonadas sangrantes (fig. 1). Se realizó una extirpación completa de la lesión más cierre por planos y sutura directa bajo anestesia local. El examen microscópico reveló varios patrones histológicos dentro de la misma lesión (figs. 2 y 3), observándose imágenes características de queratosis seborreica ulcerada junto a zonas de transición entre queratosis seborreica y enfermedad de Bowen, así como áreas donde la enfermedad de Bowen infiltraba la dermis (carcinoma epidermoide infiltrante). El diagnóstico histológico fue de carcinoma epidermoide infiltrante sobre queratosis seborreica. El genotipado para papilomavirus humano (VPH) fue positivo en uno de los 4 bloques enviados para la cepa 59. La paciente lleva un año de seguimiento en nuestras consultas y se encuentra libre de enfermedad.
Las queratosis seborreicas raramente se asocian a otras neoplasias cutáneas como carcinomas basocelulares, espinocelulares, enfermedad de Bowen, queratoacantomas y melanomas, y en estos casos lo más frecuente es que la lesión se encuentre adyacente o contigua a ellas2, 3. Por otro lado, la degeneración maligna de una queratosis seborreica es excepcional 4, y cuando ocurre lo hace generalmente como enfermedad de Bowen y carcinoma espinocelular5, 6, siendo la incidencia mayor en varones con lesiones de larga evolución localizadas en la cabeza, el cuello y otras áreas fotoexpuestas7.
El mecanismo molecular de esta transformación no está claro. Diversas teorías involucran las proteínas encargadas de la regulación del ciclo celular, cuya alteración provocaría la aparición de otros tumores. También se han implicado el antígeno carcinoembrionario8, la hormona del crecimiento 9 y las proteínas p63, bcl-2 y bcl-6 en su etiopatogenia10, 11. Además, por todos es conocido el papel del VPH en la aparición de carcinomas epidermoides. En nuestro caso se detectó la cepa 59 en uno de los bloques enviados. Se trata de una cepa de alto riesgo oncogénico, aunque la concentración viral en la muestra fue muy baja.
Como conclusión, cabe señalar que un rápido crecimiento o transformación de una queratosis seborreica puede ser un signo de desarrollo de un carcinoma epidermoide. En estos casos se recomienda una adecuada y completa extirpación de la lesión.
Conflicto de intereses
Declaramos no tener ningún conflicto de intereses.
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