El prurigo nodular (PN) es una dermatosis pruriginosa crónica de difícil tratamiento y puede impactar significativamente la calidad de vida. Es una neurodermitis donde el ciclo prurito-rascado perpetúa las lesiones nodulares. La causa del PN es desconocida, se ha asociado a patología dermatológica (principalmente dermatitis atópica), sistémica (insuficiencia hepática, renal, infecciones), neurológica, psiquiátrica y tumoral1.
Recientemente, Larson et al.2 han publicado los resultados del estudio más amplio realizado hasta la fecha sobre la asociación del PN con neoplasias. Incluyeron a 695 pacientes con PN (51,6% mujeres), edad de 40 a 69 años, y los compararon con un grupo control de más de 2 millones de individuos de similares características. El 17,8% de los pacientes con PN presentaba alguna neoplasia asociada. Los individuos con PN tenían 4 veces más probabilidades de presentar una neoplasia maligna que los controles (OR 4,54; 95% IC 3,74-5,52). Lo más frecuente fueron los carcinomas cutáneos (47%) (mayoritariamente carcinoma basocelular, seguido de carcinoma escamoso y melanoma), los tumores malignos de órgano sólido (32%) (más frecuentemente patología tumoral genital femenina, carcinoma pulmonar y gastrointestinal) y neoplasias hematológicas (21%) (principalmente linfoma no Hodgkin, mieloma múltiple y linfomas cutáneos primarios). El grupo con PN tuvo un riesgo significativamente mayor de cáncer cutáneo (OR 10,94; 95% IC 8,01-14,96), linfoma cutáneo primario (OR 24,82; 95% IC 7,96-77,46) y neoplasia de genitales femeninos (OR 11,00; 95% IC 4,90-24,68), entre otros tumores malignos, que el grupo control. El mecanismo fisiopatológico por el cual las neoplasias se asociarían al PN es desconocido, podría relacionarse con un estado proinflamatorio.
Dada la elevada asociación tumoral encontrada en esta serie, se recomienda mantener un alto índice de sospecha en estos casos, examinar minuciosamente la piel y mucosas del paciente, realizar pruebas complementarias (tabla 1), incluyendo el despistaje de neoplasias recomendado según sexo y edad, y tener un enfoque multidisciplinario1,2.
Manejo del prurigo nodular: neoplasias asociadas, exploración física, pruebas complementarias recomendadas y tratamiento
Neoplasias asociadas | Cáncer cutáneo (carcinoma basocelular, carcinoma escamoso y melanoma)Tumores malignos de órgano sólido (genitales femeninos, mama, pulmón, tracto gastrointestinal, cabeza y cuello, glándulas endocrinas, tracto urinario)Neoplasias hematológicas (linfoma no Hodgkin, mieloma múltiple, linfomas cutáneos primarios, leucemia linfocítica, leucemia mieloide, linfoma de Hodgkin) |
Exploración física | Buscar signos de dermatitis atópica, penfigoide ampolloso, cáncer cutáneo y linfoma cutáneo primario |
Pruebas complementarias | Hemograma, velocidad de sedimentación globular, ferritinaCreatinina y pruebas hepáticasGlucemia y pruebas tiroideasSerologías de VIH, VHB y VHC*Rx de tórax en caso de sospecha de linfoma*Biopsia cutánea*+- inmunofluorescencia directa** |
Enfoque multidisciplinario | Solicitar valoración por otros especialistas para realizar despistaje de neoplasias gastrointestinales, genitales u otras, dependiendo del sexo y edad del pacienteConsiderar evaluación por psiquiatra y/o psicólogo |
Tratamiento | Primer escalón: iniciar corticoides o inhibidores de la calcineurina tópicos y/o fototerapiaaSegundo escalón: agregar gabapentina o pregabalinaTercer escalón: evaluar necesidad de antidepresivos (paroxetina o mirtazapinab)Cuarto escalón: inmunosupresores (ciclosporina o metotrexato)Quinto escalón: dupilumab, aprepitant o serlopitant, antagonistas de receptores de opioides |
VHB: virus de la hepatitis B; VHC: virus de la hepatitis C.
En cuanto al tratamiento del PN, la evidencia es limitada, con menos de diez ensayos clínicos publicados, la mayoría con un número pequeño de casos3. Se han descrito buenas respuestas con corticoides e inhibidores de la calcineurina tópicos, fototerapia, talidomida (peor perfil de seguridad), antiepilépticos o anticonvulsivantes (pregabalina, gabapentina, amitriptilina), ciclosporina y metotrexato. Un reciente estudio retrospectivo en 39 pacientes con PN refractario mostró una tasa de respuesta objetiva con metotrexato de aproximadamente el 90% a los 3 y 12 meses, con una respuesta completa en el 57% a los 12 meses. El 12% debió suspender el tratamiento por efectos adversos (transaminitis, neumonitis o síntomas gastrointestinales, entre otros)4. En nuestra experiencia, también hemos observado respuestas exitosas con metotrexato y con pregabalina.
Algunas terapias emergentes son los inhibidores del receptor de la neurokinina-1 como el aprepitant o serlopitant (con un ensayo fase-3 aún no publicado), inhibidores de la interleuquina 31 como el nemolizumab (actualmente en ensayo clínico fase-2), agonistas/antagonistas de receptores opioides como la nalbufina, y el inhibidor de la interleuquina 4, dupilumab5.
El PN puede asociarse a neoplasias. Es necesario un alto nivel de sospecha clínica y solicitar las pruebas complementarias pertinentes. El tratamiento es complejo y la evidencia clínica, aún limitada.