Finegoldia magna es un coco gram positivo anaeróbico estricto que forma parte de la flora comensal de la piel, la cavidad oral, el tracto gastrointestinal y el tracto urogenital femenino1,2. Describimos un caso inusual de un absceso glúteo complicado en un paciente con diabetes mellitus sin una inyección intramuscular previa en la zona y causado exclusivamente por un patógeno oportunista.
Un hombre de 60 años acudió a Urgencias por un dolor intenso y supuración a través del glúteo izquierdo de dos semanas de evolución. Como antecedentes personales presentaba hipertensión arterial, dislipemia, sobrepeso (IMC:29), vitíligo, tabaquismo activo (20 cigarrillos/día) y una diabetes mellitus tipo 2 de 12 años de evolución con un buen control glucémico sin evidencia de complicaciones metadiabéticas (HbA1 7%), aunque refería un empeoramiento del control glucémico en domicilio en las últimas semanas coincidiendo con el proceso infeccioso. Así mismo, el paciente negaba que hubiera habido una inyección intramuscular glútea previa. Como tratamiento habitual recibía ácido acetilsalicílico 100 mg/24 h, atorvastatina 10 mg/24 h, glimeperide 2 mg/24 h y bisoprolol 5 mg/24 h.
A la exploración física el paciente presentaba tumefacción de gran tamaño, dolorosa, caliente y fluctuante en el glúteo izquierdo acompañada de crepitación y supuración activa, así como un área necrótica de 10 cm (fig. 1). Las pruebas de laboratorio mostraron los siguientes valores: hemoglobina 15 g/dL, leucocitos 10.870 mm3, plaquetas 121.000 mm3, tiempo de protrombina 16%, glucosa 370 mg/dL, urea 67 mg/dL, creatinina 1,25 mg/dL, láctico 2 mmol/L, procalcitonina 1,19 ng/mL y proteína C reactiva 249 mg/L.
Ante los hallazgos clínicos se procedió al drenaje urgente en el quirófano donde se extrajo un litro de pus, se tomó muestras para cultivos y se realizó una extirpación amplia de los tejidos necrosados. Durante el postoperatorio el paciente presentó una evolución clínica favorable, recuperando el control glucémico, así como la movilidad y la funcionalidad del miembro inferior izquierdo.
Los cultivos del absceso fueron negativos para aerobios y positivos únicamente para cocos gram positivos anaerobios estrictos, tipificados como Finegoldia magna. El antibiograma de Finegoldia magna mostró sensibilidad para amoxicilina/clavulánico, metronidazol y clindamicina, sin detectarse resistencias. Finalmente, el paciente fue dado de alta hospitalaria con tratamiento antibiótico (metronidazol 500 mg/8 h) y curas ambulatorias de la herida quirúrgica con una buena evolución y cicatrización.
Finegoldia magna, llamada anteriormente Peptostreptococcus magnus, ha presentado múltiples cambios taxonómicos desde su descripción inicial por Prevot en 1933, como Diplococcus magnus3.
Finegoldia magna es probablemente el coco anaerobio gram positivo (CAGP) más común y el más patógeno encontrado en muestras clínicas humanas. Este microorganismo forma parte de la biota normal especialmente de la piel, del tracto gastrointestinal, del tracto genitourinario femenino y, en menor medida, de la cavidad oral1,2. En los últimos años se han identificado dos proteínas importantes que explican la virulencia y la capacidad de colonización de Finegoldia magna: la proteína de adhesión a la superficie FAF y la serina proteasa de tipo subtilisina SufA2,4. En las capas superiores de la epidermis, la proteína FAF media la adhesión a través de la unión a la galectina-7, un marcador de células de queratinocitos y una vez que las bacterias se mueven más profundamente en la piel a la capa de la membrana basal, el SufA degrada el colágeno IV. En la dermis, el FAF interactúa con el colágeno V y la fibrilina, lo que presumiblemente explica cómo Finegoldia magna es capaz de alcanzar las capas más profundas del tejido dérmico durante la infección5.
Finegoldia magna es una de las especies que se cultiva con mayor frecuencia en los abscesos de la piel y las partes blandas, los huesos y las articulaciones, en general en cultivos polimicrobianos, siendo excepcional en cultivos puros3. Se han descrito casos de mediastinitis posoperatoria, endocarditis debida a reemplazo prostético y neumonía necrotizante debidos a Finegoldia magna6. El uso de antibióticos de amplio espectro que causan alteraciones en la microbiota cutánea, la introducción de materiales extraños (válvulas prostéticas, reemplazo de articulación, catéteres) y el aumento de pacientes tratados con medicamentos inmunosupresores favorecen estas infecciones al crear un ambiente óptimo para estos patógenos oportunistas.
La resistencia antimicrobiana entre las bacterias anaeróbicas está aumentando a nivel mundial7. En relación con los CAGP, más del 90% de los CAGP son susceptibles a la penicilina y también son generalmente susceptibles a otros β-lactámicos7-10, pero muestran una creciente resistencia a otros antibióticos como la clindamicina, el metronidazol y las fluoroquinolonas8-10. Las tasas de resistencia a la clindamicina en CAGP oscilan entre el 7% y el 20%, aunque está aumentando especialmente en especies como Finegoldia magna y Peptoniphilus7. La mayoría de CAGP aún son susceptibles al metronidazol, aunque se han encontrado algunas cepas resistentes al mismo de Finegoldia magna y Parvimonas micra9.
El caso descrito ilustra cómo una bacteria comensal, Finegoldia magna, es capaz de producir una infección avanzada necrotizante, así como la relevancia de la identificación a nivel especie y la determinación de la sensibilidad a los antimicrobianos de las bacterias anaerobias provenientes de muestras representativas cuando son aisladas en cultivo puro.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener conflicto de intereses.