La extirpación de tumores en el cuero cabelludo es una práctica habitual en cirugía dermatológica. La peculiar anatomía de esta región, dotada de un sistema músculo-aponeurótico poco elástico, impide que el defecto quirúrgico pueda repararse mediante cierre directo en cuanto este se aproxima a los 2cm de diámetro. Por otra parte, esta zona presenta una red vascular con abundantes anastomosis que permite la supervivencia de colgajos incluso con pedículos más estrechos de lo habitual. Así pues, resulta habitual que la reconstrucción de los defectos de mediano tamaño en el cuero cabelludo precise de un colgajo, siendo los más frecuentes el de rotación clásico o el de rotación doble en O-Z, que consiguen su objetivo, pero a expensas de realizar despegamientos y movilización de tejido bastante amplios.
En el presente número de Actas Dermo-Sifiliográficas, Francisco Russo presenta su experiencia en la reconstrucción de defectos quirúrgicos del cuero cabelludo en una serie de más de 100 pacientes1. Nos propone un algoritmo («regla 1-2-3») para el abordaje inicial de los defectos de mediano tamaño (1-4cm): realizar 1, 2 o 3 incisiones de descarga a los lados del defecto según el tamaño del mismo sea de 1-2cm, 2-3cm o 3-4cm. De este modo se conseguirá el cierre en la mitad de los casos. En las situaciones en que no se logre suturar el defecto, nos sugiere realizar un colgajo clásico aprovechando esas mismas incisiones.
Francisco Russo ya nos ha mostrado anteriormente propuestas originales que pueden ayudarnos en el quehacer quirúrgico habitual2. En esta ocasión nos ofrece una guía práctica para abordar la reconstrucción de los defectos quirúrgicos del cuero cabelludo de un modo sencillo y escalonado.