La úlcera de Marjolin es una neoplasia invasiva derivada de heridas crónicas de cualquier etiología: heridas traumáticas, úlceras crónicas y zonas de piel donantes de injertos de piel parciales o totales, entre otras1,2. Si bien es una entidad rara, la neoplasia más frecuentemente descrita es el carcinoma escamoso3. Presentamos 2 casos representativos:
Reportes de casoCaso 1Un varón de 56 años con antecedente de trauma de tejidos blandos por aplastamiento en pierna izquierda y reconstrucción con aloinjertos 38 años atrás. Con cuadro clínico de un año de aparición de lesión tumoral de aspecto verrugoso, ulcerada y de crecimiento progresivo en la pierna izquierda (fig. 1A). Sospechando malignidad se biopsia la lesión evidenciando un carcinoma escamoso infiltrante (figs. 1B y C). Estudios imagenológicos demostraron infiltración ósea requiriendo la amputación de la extremidad.
Caso 2Un varón de 51 años con antecedente de trauma de tejidos blandos por aplastamiento con compromiso circunferencial y avulsión de tejidos en accidente de tránsito 30 años atrás. Con cuadro clínico de un año de aparición de lesión de aspecto verrugoso, ulcerada y de crecimiento progresivo en cicatriz en antebrazo derecho (fig. 2A). Ante la sospecha de malignidad se biopsia piel evidenciando carcinoma escamoso infiltrante (figs. 2B y C). Manejo inicial con quimioterapia y radiación, con recidiva tumoral, requiriendo amputación de la extremidad.
DiscusiónEl carcinoma escamoso es la segunda neoplasia cutánea más frecuente después del carcinoma basocelular. Puede surgir de novo, de lesiones precancerosas y por trauma previo4. Cuando se deriva de heridas crónicas, entre ellas las úlceras crónicas, es conocido con el nombre de úlcera de Marjolin, con una incidencia estimada del 1,3 al 2,2%, siendo esta aún mayor a mayor tiempo de evolución de la lesión ulcerosa1, con casos reportados hasta 65 años después de la injuria inicial, con latencia media de alrededor de 40 años5, concordando con nuestros casos donde la edad media de aparición de la lesión posterior al trauma fue de 34 años. El ambiente inflamatorio de las úlceras, con gran cantidad de productos citotóxicos derivados de la actividad de los macrófagos en la herida, así como la alta capacidad mitótica, el ambiente isquémico y el pobre drenaje linfático, favorecen el desarrollo de la lesión generando condiciones idóneas para la carcinogénesis y la formación de neoplasias como las úlceras de Marjolin1,4,5. Ante la sospecha clínica, se debe realizar estudio histopatológico para confirmación diagnóstica, donde se evidencian características histopatológicas de carcinoma escamoso, siendo el grado de diferenciación tumoral el principal factor pronóstico a largo plazo, con mayores tasas de recurrencia cuando existe peor grado de diferenciación, ulceración e infiltración tumoral a nivel dérmico4. Se deben realizar estudios de extensión en busca de compromiso ganglionar y a distancia del tumor y, de acuerdo a estos hallazgos, definir la conducta terapéutica, siendo el tratamiento quirúrgico de elección con tasas de supervivencia reportadas entre el 66 y el 80% a los 2 años5. Tratamientos adyuvantes como la radioterapia o la quimioterapia, pueden ser de utilidad en pacientes con tumores inoperables o que rechacen la cirugía.
ConclusiónEn las úlceras de Marjolin, la cronicidad de la lesión es clave para el diagnóstico, así como la clínica y la correlación clinicopatológica. Es preciso un alto índice de sospecha para la realización de un diagnóstico precoz, y poder así brindar tratamiento oportuno a nuestros pacientes.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.