La tricomicosis axilar, también llamada tricobacteriosis o tricomicosis palmellina, es una infección cutánea frecuente causada por bacterias del género Corynebacterium spp., sobre todo por C. flavescens. Suele afectar al pelo de las axilas, aunque también del pubis y de la región perianal y, de forma excepcional, del cuero cabelludo.
Su prevalencia es mayor en países tropicales, con climas húmedos y cálidos. El exceso de sudoración, la higiene inadecuada y el no rasurado favorecen su aparición. Suele afectar a adultos jóvenes, y es más frecuente en hombres que en mujeres1,2.
El diagnóstico de sospecha se establece por los hallazgos clínicos, en ocasiones apoyado por técnicas complementarias como la luz de Wood, la visión directa al microscopio y la dermatoscopia. El diagnóstico de certeza se realiza mediante cultivo microbiológico, aunque en ocasiones puede ser falsamente negativo. En ocasiones se diagnostica de forma retrospectiva, tras objetivar la rápida respuesta al empleo de medidas higiénicas y al uso de antibióticos tópicos2,3.
Presentamos un caso típico de tricomicosis axilar y revisamos los característicos hallazgos dermatoscópicos encontrados.
Un varón de 84 años de edad, con antecedentes personales de fibrilación auricular e hipertensión arterial en tratamiento con acenocumarol y enalapril, además de extirpación de carcinoma basocelular y melanoma de extensión superficial, consultó por bromhidrosis axilar de 2 meses de evolución. A la exploración, se objetivaban estructuras a modo de masas grumosas de coloración blanco-amarillentas, malolientes, adheridas a la porción central del pelo de la región axilar (fig. 1a). Con la luz de Wood las estructuras emitían una fluorescencia débil, de color blanco-amarillo (fig. 1b). Mediante la dermatoscopia se observaban masas grumosas de color blanco-amarillento alrededor del pelo, algunas formando concreciones blancas con una morfología que simulaba una brocheta o una pluma (fig. 2). Al examen directo con hidróxido de potasio (KOH) se apreciaban numerosas vainas mucoides alrededor del pelo (fig. 3). En la tinción de Gram, se visualizaban tallos pilosos con colonización masiva por estructuras cocobacilares grampositivas.
Se diagnosticó al paciente de tricomicosis axilar y se indicó tratamiento con clindamicina tópica durante 2 semanas, con resolución completa del cuadro.
Existen 3formas de presentación clínica de la tricomicosis: flava, rubra y nigra. La tricomicosis flava es la más frecuente, y se caracteriza por la presencia de vainas mucoides malolientes adheridas al tallo piloso que forman nódulos de color blanco-amarillento, espesos e irregulares, que pueden llegar a cubrir todo el pelo. La raíz y la piel adyacente suelen estar respetadas. La composición química de esta sustancia aún no está aclarada, aunque se piensa que se origina por el metabolismo de las bacterias en las glándulas apocrinas1–3.
El mal olor constituye el principal motivo de consulta, aunque muchas veces se objetiva de forma casual durante la exploración física, dado su carácter asintomático4.
El diagnóstico se realiza mediante una correcta historia clínica, un examen físico que incluya realización de técnicas de luz de Wood, dermatoscopia, examen directo con KOH y tinción de Gram.
La dermatoscopia es una técnica de fácil acceso para todos los dermatólogos. En su inicio, esta técnica se utilizaba para el estudio de lesiones melanocíticas. Sin embargo, en los últimos años su uso se está extendiendo para el diagnóstico de lesiones no melanocíticas y también para enfermedad inflamatoria e infecciosa. Se han descrito las características dermatoscópicas de dermatosis que afectan al pelo, como la pediculosis, la pseudofoliculitis y la alopecia areata5,6.
En la tricomicosis, con la dermatoscopia se observan masas de color blanco-amarillento, de aspecto céreo, adheridas al pelo. Los hallazgos dermatoscópicos que vemos en nuestro paciente son similares a los previamente descritos, que algunos autores han denominado como signo de la pluma y signo de la brocheta7,8. También se describen concreciones con aspecto de un «rosario de piezas cristalinas»9.
Los diagnósticos diferenciales principales son la tricorrexis nodosa, el monilétrix, el pseudomonilétrix, la tricorrexis invaginata, la pediculosis, las vainas peripilares y las piedras, entre otros10.
El tratamiento consiste en medidas generales como la higiene adecuada y el rasurado de la zona, junto con el control de la hiperhidrosis y el empleo de tratamientos tópicos (peróxido de benzoilo o antibióticos como eritromicina y clindamicina)1,3.
En conclusión, la tricomicosis axilar es una entidad probablemente infradiagnosticada. La dermatoscopia es una técnica útil, rápida y barata para apoyar al diagnóstico clínico, al identificar signos característicos de esta entidad.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.