El molusco contagioso (MC) es una infección cutánea vírica y causa frecuente de consulta. Afecta principalmente a la infancia, las personas sexualmente activas y a los individuos inmunodeprimidos1. En inmunocompetentes el MC es una infección autolimitada y la mayoría se resuelven espontáneamente en el transcurso de 6 meses a 4 años, por tanto el tratamiento no siempre es necesario2-4.
Existen múltiples opciones terapéuticas que podríamos dividir en: a) técnicas quirúrgicas (destrucción física de las lesiones como crioterapia o curetaje); b) agentes tópicos que producen una respuesta inflamatoria local (causan irritación, por ejemplo cantaridina al 0,7-0,9% y ácido salicílico al 5-20%); y c) agentes tópicos modificadores de la respuesta inmunitaria (imiquimod y cidofovir al 0,3-3% en gel o crema). La elección del tratamiento es en función del paciente (edad, número de MC, localización de las lesiones, complicaciones, antecedentes de dermatitis atópica o inmunosupresión, miedo, trabajo, actividades recreativas, distancia al centro médico, etc.) y habilidades del médico (con experiencia, varias modalidades terapéuticas pueden ser resolutivas)4-6.
No hay muchos estudios que analicen los tratamientos más utilizados y promovidos como el curetaje y la crioterapia7. El objetivo de este estudio es evaluar los casos de MC tratados mediante curetaje en nuestro Servicio y los factores que se asocian con un mayor fracaso terapéutico.
Se llevó a cabo un estudio descriptivo donde fueron reclutados, entre el 16 de junio de 2008 y el 15 de marzo de 2009, pacientes que consultaron por MC y se les curetó todas las lesiones en el Servicio de Dermatología del Complejo Hospitalario Arquitecto Marcide-Novoa Santos, Ferrol, España.
En cada caso se recogieron de forma protocolizada: sexo, edad, asociación con dermatitis atópica, convivientes afectos, número de MC en la primera consulta, localización anatómica de las lesiones (subdivididas en cabeza, cuello, tronco, extremidades superiores, extremidades inferiores y pubis-área anogenital), número de áreas corporales afectas y número de lesiones a los dos meses de ser curetados.
El diagnóstico de MC se basó en su aspecto típico: pápulas a menudo umbilicadas de menos de 1cm de diámetro. Se consideró curación no tener MC. En casos necesarios se aplicó bajo oclusión un anestésico tópico una hora antes de la intervención (EMLA® crema, mezcla de anestésicos locales, lidocaína y prilocaína).
Se realizó un estudio descriptivo de las variables incluidas, presentándose las cuantitativas como media y desviación típica y las cualitativas como porcentaje. Se utilizaron el test Chi-cuadrado en el análisis de las variables categóricas, mientras que las de tipo cuantitativo se analizaron mediante el test “t”-Student. Los datos obtenidos fueron analizados por el paquete estadístico SPSS 15.0. Se consideró significativa p<0,05.
Durante los 9 meses del estudio se reclutaron 75 pacientes con MC a los que se curetaron todas las lesiones. Existía diferencia en la distribución por sexo, el 58,66% eran varones y el 41,33% mujeres. La edad media fue de 9,7 años con una desviación típica de 10,3. La media del número de MC fue 11,33 con una desviación típica de 13,699 (tabla 1). El 44% de los pacientes presentaban dermatitis atópica y el 34,6% convivientes afectos. Aproximadamente la mitad de los pacientes tenían más de un área corporal afecta (37 de los 75 pacientes). El tronco y las extremidades superiores fueron las localizaciones más comunes, con 44 (58,6%) y 30 pacientes (40%) respectivamente.
Media y desviación típica de edad, número de lesiones y de áreas anatómicas afectas.
Media | Desviación típica | |
Edad del paciente | 9,7747 | 10,33049 |
Número de moluscos en la primera consulta | 11,33 | 13,699 |
Número de áreas anatómicas afectas | 1,57 | 0,640 |
Número de lesiones en la revisión de los dos meses | 4,35 | 7,468 |
En la revisión de los 2 meses la media del número de lesiones fue 4,35 con una desviación típica de 7,468. La mayoría de los pacientes no habían curado (46 de los 75 casos, el 61,33%). El fracaso terapéutico se relacionó con ser varón, tener menor edad, presentar lesiones en la cabeza, el cuello, el tronco y las extremidades superiores y un número más elevado de MC y de áreas corporales afectas. Estas diferencias sólo fueron estadísticamente significativas para dos variables, número de áreas afectas y presencia de lesiones en el tronco (p<0,05) (tabla 2).
Como se indica en la literatura médica, el paciente habitual que consulta por MC es menor de 12 años con un número de lesiones inferior a 15. Más de la cuarta parte tiene dermatitis atópica. Alrededor del 35% tiene algún conviviente afecto5,8,9.
El curetaje (legrado con cucharilla dermatológica) es uno de los tratamientos más usados. Se consiguen buenos resultados en un número menor de visitas, y en la actualidad se puede minimizar el dolor aplicando un anestésico tópico. Un estudio señalaba el curetaje, frente a la cantaridina, la combinación de ácido láctico y ácido salicílico y el imiquimod, como la opción terapéutica con menos efectos secundarios y más eficaz con una curación tras una sesión del 80,6% de los pacientes5. Sin embargo, nuestros resultados sólo mostraron un 38,66% de los pacientes libres de MC, dato similar al indicado en un trabajo reciente donde fue del 34%10.
Los factores relacionados en nuestro estudio con un mayor fracaso terapéutico fueron la presencia de lesiones en el tronco, el número de áreas anatómicas afectas y el número de MC en la consulta inicial. En contraste con otros trabajos la dermatitis atópica no se asoció a recidiva10.
En definitiva, parece razonable plantear o asociar otras opciones terapéuticas diferentes al curetaje en pacientes con múltiples MC en varias áreas corporales, especialmente cuando una de ellas es el tronco.