Sr. Director:
El signo de Leser-Trélat (LT) se caracteriza por la aparición súbita y el rápido crecimiento en número y tamaño de múltiples QS, relacionado con una neoplasia subyacente1,2, que a veces se acompaña de prurito y se asocia de forma frecuente a acantosis nigricans3.
Presentamos el caso de un varón de 63 años, diagnosticado de micosis fungoide en estadio de placa, que durante el tratamiento con fototerapia desarrolla un cuadro de intenso eritema y engrosamiento cutáneo generalizado (fig. 1) acompañados de prurito severo. Tras la realización de biopsias cutáneas, tomografía axial computarizada (TAC) y aspirado de médula ósea se diagnostica al paciente de un síndrome de Sézary. En este momento apreciamos la existencia de más de 100 pápulas queratósicas, hiperpigmentadas, suaves al tacto de 1-2 cm localizadas en tronco (fig. 1) que el paciente no presentaba un mes antes. Extirpamos una lesión del tronco y en la biopsia se confirma que se trata de una queratosis seborreica. Simultáneamente en un estudio llevado a cabo por el Servicio de Urología, se diagnostica al paciente de un carcinoma de células transicionales de vejiga. Al iniciar el tratamiento quimioterápico y las instilaciones vesicales con bleomicina, las queratosis seborreicas desaparecen por completo (fig. 2) en un periodo inferior a dos meses. Con todos estos datos diagnosticamos al paciente de un signo de LT que pudiera estar relacionado con cualquiera de las dos neoplasias o con ambas.
Figura 1. Numerosas pápulas grisáceas localizadas en tórax y abdomen con eritrodermia y engrosamiento cutáneo.
Figura 2. Imagen que muestra el aspecto de la piel del paciente tras el tratamiento de ambas neoplasias. No se observa el eritema y el engrosamiento cutáneo de las imágenes previas y las queratosis seborreicas han desaparecido.
Debido a que las QS y los tumores malignos son dos patologías frecuentes en pacientes de edad avanzada, algunos autores dudan de la existencia de este signo, ya que no descartan que la coexistencia de ambas sea casual. Sin embargo, es importante destacar que aunque las QS constituyen una patología frecuente en determinados grupos de edad, no lo es su aparición de manera eruptiva.
En cuanto a la patogenia del signo de LT se plantean varias hipótesis que tienen en común el hecho de considerar la posibilidad de que el tumor secrete algún factor de crecimiento que estimule la formación de estas lesiones1,4-6 y que podría explicar la asociación de AN y LT.
En lo que se refiere a la asociación de este signo con los distintos tipos de tumores y su lugar de origen, se ha descrito su relación con adenocarcinoma y carcinoma escamoso de pulmón3, leiomiosarcoma1, melanoma7,8, linfomas y leucemias y SS2,5,9-11, y sólo un caso hasta la fecha de carcinoma transicional de vejiga12, aunque los tumores más frecuentes son los adenocarcinomas con más de 50 asociaciones publicadas. Entre éstos destaca el adenocarcinoma de estómago y otros del tubo digestivo, así como el de mama1.
El curso del signo de LT suele ser paralelo al de la neoplasia subyacente, sin embargo, en algunos casos publicados las lesiones no remiten con el tratamiento satisfactorio de ésta. En el caso de nuestro paciente las lesiones desaparecieron tras el tratamiento adecuado de ambas neoplasias y consideramos este hecho como un argumento más para pensar que estamos ante un verdadero síndrome paraneoplásico.