Las celulitis se consideran infecciones comunes que afectan a la piel y al tejido celular subcutáneo, diagnosticándose en hasta un 10% de pacientes que acuden a urgencias dermatológicas en España1. En la mayoría de los casos están producidas por estreptococos. Aquellos casos de celulitis que afectan a la extremidad inferior pueden dar lugar a una serie de complicaciones, tales como el edema crónico de extremidad (probablemente secundario al daño del sistema linfático), ulceración de la piel y más raramente extensión más profunda de la infección, ocasionando una fascitis necrosante. Asimismo, un problema importante tanto por su repercusión sobre la morbilidad de los pacientes, como por su impacto sobre el gasto sanitario, es el curso recurrente que sigue la enfermedad en algunos casos. En estas situaciones las guías recomiendan profilaxis antibiótica, aunque la evidencia científica es limitada y no se ha llegado a un consenso por parte de todos los dermatólogos. En relación con este tema haremos mención a 2 ensayos clínicos aleatorizados, controlados, doble ciego, sobre el tratamiento profiláctico de pacientes con celulitis de la extremidad inferior, con penicilina a dosis bajas (250mg/12h) durante 6 meses (estudio Prophylactic Antibiotics for the Treatment of Cellulitis at Home [PATCH-II]) y 12 meses (estudio PATCH-I).
El estudio PATCH-II incluyó 123 pacientes procedentes de 20 hospitales de Gran Bretaña. El grupo de intervención, de 60 pacientes, recibió tratamiento con penicilina 250mg/12h durante 6 meses, y el grupo control (de 63 individuos) placebo durante el mismo período de tiempo. Los pacientes fueron seguidos durante 3 años. Aunque se pudo apreciar una reducción en la frecuencia de aparición de un nuevo episodio en el grupo tratado, la diferencia no alcanzó la significación estadística (p=0,07)2.
El estudio PATCH-I incluyó 274 pacientes, procedentes de 28 hospitales del Reino Unido. El grupo de intervención, de 136 pacientes, recibió tratamiento con penicilina 250mg/12h durante 12 meses, y el grupo control (de 138 individuos) placebo durante el mismo período de tiempo. Los pacientes fueron seguidos durante 3 años y la medida de desenlace fue el tiempo hasta la primera recurrencia. Durante la fase de profilaxis (primer año) el 22% de los pacientes del grupo que recibió tratamiento con penicilina sufrió recurrencia, mientras que la recidiva de la enfermedad se pudo objetivar en un 37% de aquellos pacientes que recibieron placebo, siendo la diferencia estadísticamente significativa (p=0,01). La frecuencia de nuevos episodios durante la fase de no-intervención (seguimiento durante el segundo y tercer años) fue similar en ambos grupos (27%). No se objetivaron diferencias estadísticamente significativas en el número de pacientes que presentaron efectos adversos3.
Así, basándonos en la evidencia que existe hasta la fecha, puede concluirse que la profilaxis antibiótica con penicilina 250mg/12h durante 12 meses tras el episodio de celulitis de extremidad inferior es efectiva solo durante el período de administración del fármaco, pero el efecto protector del mismo disminuye progresivamente a partir del momento en el que se suspende el tratamiento.