Aunque la radiografía convencional en 2proyecciones es la técnica de elección para el estudio de las malformaciones del cráneo, la disponibilidad limitada en los entornos ambulatorios y la radiación ionizante de los rayos X han favorecido, en pacientes pediátricos, el uso de técnicas de imagen alternativas como es la ecografía1. Además, algunas lesiones subcutáneas, concretamente las localizadas en la cabeza y la región del cuello, no son en realidad tumores dermatológicos, sino alteraciones de la superficie ósea. Este es el caso de la protuberancia occipital externa (POE), que puede manifestarse en la adolescencia como una exóstosis dolorosa.
Se presentan los casos de 2varones de 14 y 15 años, respectivamente, remitidos a la consulta de dermatología para el estudio de sendas tumoraciones occipitales, de crecimiento lento pero mantenido en los últimos años, que producían ligero malestar en posición de decúbito supino. En los 2casos, se palpaba en la zona referida una protuberancia de consistencia firme no desplazable. Uno de los pacientes había sido diagnosticado previamente de pilomatricoma.
Se realizó un estudio ecográfico con sonda lineal de alta resolución de 22MHz, en el que no se evidenciaron alteraciones en la dermis ni en el tejido celular subcutáneo. Sin embargo, se observó una protuberancia ósea en forma de espina, gancho o espolón afilado sobre la superficie del hueso occipital, contigua a la inserción de los músculos cervicales, separada de la tabla ósea 3mm en el primer caso (fig. 1a) y 1,8mm en el segundo (fig. 1b).
Ecografía de alta resolución con sonda de 22MHz del área occipital en sección longitudinal de los 2 pacientes presentados. La protuberancia occipital externa tipo 3 o en espina/espolón está indicada con una flecha y la distancia entre el hueso occipital y la exostosis, medida en milímetro. También podemos observar el desplazamiento superior de las capas músculo-aponeuróticas adyacentes, constituidas por el ligamento nucal, las fibras de inserción del músculo trapecio y la aponeurosis epicraneal.
Se diagnosticó POE tipo 3, en espina o espolón, y ante las mínimas molestias que ocasionaba se indicó seguimiento con control ecográfico posterior
Mientras que en la literatura antropológica las publicaciones sobre la POE han sido numerosas, en las revistas médicas son escasas y casi anecdóticas. Broca clasificó la POE en 6subtipos anatómicos, simplificados posteriormente por Gulekon y Turgut en 3subtipos2: forma leve o ligera (tipo 1), tipo cresta (tipo 2) y tipo espina (tipo 3).
La POE tipo 3 es una variedad anatómica del cráneo descrita en el 63,4% de los hombres y en el 4,2% de las mujeres, siendo un marcador de sexo en los estudios forenses y antropológicos (fig. 2). Sin embargo, la POE puede hacerse sintomática en la adolescencia tardía en individuos predispuestos como consecuencia de una exostosis ósea focal, posiblemente relacionada con el crecimiento de los músculos del cuello con inserción en dicha zona, principalmente el músculo trapecio. Este aumento de tamaño provoca una elongación subperióstica y cierta sensibilidad en la zona, principalmente a la presión por la palpación o en determinadas posturas.
A excepción del estudio ecográfico de Nevo y Bronshtein3 sobre las protuberancias transitorias del hueso occipital en los fetos para su diagnóstico diferencial con el onfalocele, la mayoría de los estudios de esta variante anatómica se han basado en las pruebas diagnósticas con radiaciones ionizantes, como son los rayos X y la tomografía axial computarizada.
Como se demuestra en estos casos presentados, la ecografía permite el diagnóstico directo y rápido de esta afección, así como descartar otros tumores dérmicos o subcutáneos como son, entre otros, el cefalohematoma calcificado (principalmente en recién nacidos y niños pequeños) o el pilomatricoma (tanto en niños como adultos y adolescentes)4,5.
Con relación a esta utilidad diagnóstica y su seguridad en niños, los dermatólogos están haciendo un uso creciente de la ecografía, lo que evita la realización de biopsias innecesarias y el empleo de radiaciones ionizantes6.
Se desconoce la incidencia de la POE sintomática y su tratamiento se basa en la analgesia. Sin embargo, tal y como como informaron Marshall et al7., la resección quirúrgica limitada y el limado del hueso pueden proporcionar, en los casos sintomáticos, a pesar de analgesia, una solución a largo plazo.
La ecografía es un método diagnóstico válido para la POE, de fácil acceso para la mayoría de los dermatólogos y que potencialmente puede evitar pruebas con radiaciones ionizantes innecesarias o la cirugía.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.