Información de la revista
Vol. 103. Núm. 1.
Páginas 51-58 (enero - febrero 2012)
Visitas
21512
Vol. 103. Núm. 1.
Páginas 51-58 (enero - febrero 2012)
Original
Acceso a texto completo
Pelagra: estudio clínico, histopatológico y epidemiológico de 7 casos
Pellagra: A Clinical, Histopathological, and Epidemiological Study of 7 Cases
Visitas
21512
E. Piqué-Durana,
Autor para correspondencia
epiqued@medynet.com

Autor para correspondencia.
, J.A. Pérez-Cejudoa, D. Camesellea, S. Palacios-Llopisb, O. García-Vázquezb
a Sección de Dermatología, Hospital Dr. José Molina Orosa, Lanzarote, España
b Servicio de Patología, Hospital Dr. José Molina Orosa, Lanzarote, España
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Resumen
Texto completo
Bibliografía
Descargar PDF
Estadísticas
Figuras (4)
Mostrar másMostrar menos
Tablas (4)
Tabla 1. Hallazgos epidemiológicos
Tabla 2. Hallazgos clínicos y evolución
Tabla 3. Hallazgos histopatológicos
Tabla 4. Factores predisponentes de pelagra
Mostrar másMostrar menos
Resumen
Introducción y objetivos

En el mundo desarrollado la pelagra es una entidad rara confinada a unos pocos grupos de riesgo. Afecta especialmente a personas alcohólicas, con transgresiones dietéticas, malabsorción intestinal o en tratamiento con determinados medicamentos. El objetivo del presente trabajo es realizar un estudio de las características clínicas, histopatológicas y epidemiológicas de los pacientes diagnosticados de pelagra en nuestro centro, y compararlo con los hallazgos «clásicos» de esta entidad.

Pacientes y métodos

Se realiza un estudio retrospectivo de los pacientes con hallazgos clínicos y/o patológicos de pelagra en nuestro centro en el periodo comprendido entre 1998 y 2009.

Resultados

Siete pacientes cumplían los criterios de inclusión. Todos eran varones y los factores predisponentes más importantes fueron el alcoholismo y la transgresión dietética. Todos mostraban un cuadro de fotosensibilidad, donde el dorso de los antebrazos fue el área más afectada y el dorso del pie la zona donde las lesiones eran más graves. Los hallazgos histopatológicos más constantes fueron la presencia de vasos dilatados asociados a una extravasación hemática, con escaso o nulo infiltrado inflamatorio. Los cambios epidérmicos fueron variados e incluyeron cambios sugestivos de pelagra en grado leve, como una palidez de la epidermis y cierto grado de balonización de los queratinocitos, pero también otras alteraciones como ampollas con necrosis epidérmica e hiperqueratosis. En la mayoría de los pacientes la sospecha clínica inicial no fue de pelagra. Casi todos asociaban una discreta clínica extracutánea.

Conclusiones

Ante pacientes con lesiones en áreas fotoexpuestas se debe descartar pelagra. Para ello se deben investigar los factores predisponentes de pelagra, la situación social del paciente y la presencia de alteraciones digestivas y/o neurológicas.

Palabras clave:
Pelagra
Antiepilépticos
Alcoholismo
Transgresión dietética
Abstract
Background and objectives

In the developed world, pellagra is a rare condition that is restricted to a small number of at-risk groups. It mainly affects alcoholic patients and those with dietary deficiencies, with intestinal malabsorption, or in treatment with certain drugs. The aim of this study was to analyze the clinical, histopathological, and epidemiological characteristics of patients diagnosed with pellagra in our hospital and to compare the results with the findings traditionally described for this disease.

Patients and methods

We undertook a retrospective study of patients with clinical or pathological evidence of pellagra who were seen in our hospital between 1998 and 2009.

Results

Seven patients met the inclusion criteria. All were men and the most common predisposing factors were alcoholism and dietary deficiency. All exhibited photosensitivity mainly affecting the forearms and the upper surface of the feet, where the lesions were more severe. The most consistent histopathological findings were the presence of dilated blood vessels with extravasation and little or no inflammatory infiltrate. Various changes were observed in the epidermis, including those suggestive of mild pellagra, such as epidermal pallor and some degree of ballooning of the keratinocytes. Other abnormalities such as epidermal necrosis and hyperkeratosis were also observed. In most patients, pellagra was not initially suspected. Additional noncutaneous findings were observed in almost all cases.

Conclusions

Pellagra should be ruled out in patients with lesions on sun-exposed areas. Predisposing factors for pellagra should be assessed along with the social situation of patients and the presence of digestive or neurological abnormalities.

Keywords:
Pellagra
Antiepileptic drugs
Alcoholism
Dietary deficiency
Texto completo
Introducción

Aunque en el pasado la pelagra supuso una enfermedad de proporciones epidémicas en nuestro medio, en la actualidad es una rareza confinada a una serie de grupos de riesgo. Desde su descripción original por Gaspar Casal en 1735 y la identificación de la nicotinamida como factor preventivo de la pelagra por Goldberger en 1926, poco se ha avanzado en el conocimiento de esta enfermedad1,2. Tanto es así que ni el tratamiento ni los criterios diagnósticos basados en la clínica han variado en los últimos 90 años. La diferencia entre esos primeros tiempos de la pelagra y hoy día, probablemente sea nuestra falta de experiencia, debido a lo infrecuente que resulta actualmente. Es por ello que a continuación exponemos nuestra experiencia con esta entidad.

Pacientes y métodos

Se revisaron los archivos clínicos e histopatológicos desde 1998 hasta 2009 en busca de pacientes con el diagnóstico de pelagra o síndrome pelagroide del Hospital Dr. José Molina Orosa de Lanzarote. Los criterios de inclusión se basaron en: a) unos hallazgos clínicos compatibles con pelagra, es decir, una erupción cutánea más o menos simétrica localizada en áreas fotoexpuestas o unos hallazgos histopatológicos consistentes en una palidez de las capas altas de la epidermis con balonización de los queratinocitos; b) una resolución del brote tras la administración de nicotinamida, y c) el descarte de otras patologías. Para ser incluido en el estudio el paciente debía cumplir las tres premisas, excluyéndose el resto.

A través de la historia clínica se valoró edad, sexo, factores predisponentes para padecer pelagra, hábitos tóxicos —con especial hincapié en la ingesta de alcohol—, situación social, forma de presentación clínica, alteraciones analíticas, sospecha diagnóstica inicial, tratamiento y evolución del brote a largo plazo. Así mismo, se examinaron los hallazgos histopatológicos de las biopsias realizadas.

Para los datos de incidencia y prevalencia se consultaron las memorias anuales del hospital, así como los datos demográficos según el centro de datos del Cabildo Insular de Lanzarote3.

Resultados

Siete pacientes cumplieron los criterios de inclusión, y son el objeto del presente estudio. Las tablas 1-3 exponen respectivamente los hallazgos epidemiológicos, clínicos e histopatológicos.

Tabla 1.

Hallazgos epidemiológicos

  Edad/año  Sexo  Antecedentes patológicos  Alcoholismo*  Dieta  Situación social 
Caso 1  611998  - Sin interés  Excesivo  Escasa  Vive solo sin apoyo familiar 
Caso 2  371999  - C. de laringe- Laringectomizado- Epilepsia  Excesivo  Una comida día  Vive solo, se hace la comida, sin apoyo familiar 
Caso 3  592001  - C. de esófago- Anastomosis esófago-intestinal- C. epidermoide trígono mandibular- Radioterapia- HTA  Excesivo  Dieta escasa a base de caldo, leche y queso  Vive con su mujer 
Caso 4  682005  - Sin interés  Excesivo  Dieta variada pobre en carne  Vive con su hijo albañil, ellos hacen la comida 
Caso 5  432006  - Hepatitis B y C  Moderado  Dieta escasa los últimos meses «a veces no come»  ¿? 
Caso 6  722007  - Psoriasis  No  Dieta a base de legumbre y maíz, sin carne ni pan  Vive solo, se hace la comida. Buen apoyo familiar 
Caso 7  452008  - Epilepsia  No  Normal  Vive con su familia 
  Factores predisponentes para pelagra 
Caso 1  Alcoholismo 
  Transgresión dietética 
Caso 2  Alcoholismo 
  Transgresión dietética 
  Tratamiento antiepiléptico 
  Cáncer de laringe 
Caso 3  Transgresión dietética 
  Malabsorción 
  Alcoholismo 
Caso 4  Alcoholismo 
Caso 5  Transgresión dietética 
  ¿Alcoholismo? 
Caso 6  Transgresión dietética 
Caso 7  Tratamiento antiepiléptico 

Clasificación de la ingesta de alcohol según The Nacional institute on alcohol abuse and alcoholism22.

C: cáncer; HTA: hipertensión arterial; V: varón.

Tabla 2.

Hallazgos clínicos y evolución

  Tiempo evolución  Clínica cutánea  Clínica extracutánea 
Caso1  3 meses  Dorso de manos y piesErosiones, piel hiperpigmentada apergaminadaAmpolla única en pie  Mucosa: lengua depapiladaNeurológica: leve desorientación 
Caso 2  1 mes  Dorso de antebrazos, piernas y caraPlacas de centro pardusco y bordes eritematososLeve eritema facial  No 
Caso 3  15 días  Dorso de pies y antebrazosEritema en antebrazos con borde parduscoEn pies placas eritematoparduscas con úlceras y ampollas  Digestivo: diarreasNeurológica: bradipsiquia 
Caso 4  1 mes  Dorso de antebrazos y dorso de piesPlacas eritematovioláceas y parduscas en pies asociadas a úlceras y ampollas  Mucosa: lengua depapiladaNeurológica: bradipsiquia 
Caso 5  3 años (estacional)  Dorso de antebrazos, cara y pechoEritema facialPlacas de borde eritematodescamativas y centro hiperpigmentado  Digestiva: diarreas, anorexia 
Caso 6  2 meses  Dorso de antebrazos y manosPlacas eritematodescamativas con alguna lesión satélite anular  Neurológica: bradipsiquia 
Caso 7  4 años (estacional)  Dorso de antebrazos y caraPlacas eritematodescamativas con piel hiperpigmentada  Digestivo: diarreas ocasional 
  Diagnóstico inicial  Analítica  Tratamiento  Evolución brote  Evolución largo plazo 
Caso1  Pelagra  No se realizó  Nicotinamida 100 mg/díaFotoprotección  Resolución  No disponible 
Caso 2  Pelagra  No se realizó  Nicotinamida 150 mg/día  Marcada mejoría al mes  No disponibleExitus por C. de laringe en 1999 
Caso 3  Pseudoporfiria cutánea tarda  Hb 9,1; Prot T4,6, Alb 2,4; Col 132; GGT 160, Fe 26; Porfirinas N; 5 OH indolacético N  Becozyme C forte® 3 c/díaDieta hiperproteica  Resolución en 1,5 meses  ExitusPreciso ingreso por malnutrición, no recidiva pelagra 
Caso 4  Pelagra  Col 133; Fe 59; Porfirinas N, ANA N, 5 OH indolacético N  Becozyme C Forte 3 c/ día  Resolución  No disponible 
Caso 5  Lupus  Fe 39; porfirinas N; 5 OH indolacético N  Becozyme C forte 3 c/ díaFotoprotector  Resolución en 1,5-2 meses.Aumento ponderal  No disponible 
Caso 6  Dermatitis de contacto fotoinducida  ANA N; 5 OH indolacético N  Becozyne C forte 3 c/ díaFotoprotectorCorticoides tópicos  Resolución  Rebrote 6 mesesNo nuevos brotes 
Caso 7  Lupus, erupción polimorfa lumínica  Ferritina 19; ANA N; Porfirinas N; 5 OH indolacético N  FotoprotectorCorticoides tópicos  Resolución  Sin brotes 

ANA: anticuerpos antinucleares; Alb: albúmina; C: cáncer; Col: colesterol; Fe: hierro; Hb: hemoglobina; N: normal; Prot T: proteínas totales.

Tabla 3.

Hallazgos histopatológicos

  Córnea  Epidermis  Dermis  Inflamación 
Caso 1  Hiperqueratosis compacta  AtrofiaAmpolla subepidérmica con necrosis focal con reepitelización  VasodilataciónExtravasación hemática  Escasos neutrófilos y eosinófilos 
Caso 2  Hiperqueratosis compacta con áreas de paraqueratósica  Palidez epidérmicaLeve balonización  VasodilataciónExtravasación hemática  No 
Caso 3  Hiperqueratosis paraqueratósica  Acantosis con hipergranulosisAmpolla subepidérmica con necrosis focal con reepitelización  VasodilataciónExtravasación hemáticaQuistes miliumHemosiderófagos  No 
Caso 4  Hiperqueratosis compacta  Ampolla subepidérmica con necrosis epidérmicaBalonización  Normal  No 
Caso 5  Hiperqueratosis paraqueratósica  AtrofiaLeve espongiosisPalidez epidérmica con leve balonización  VasodilataciónExtravasación hemáticaEdema papilar  Linfocitos perivasculares escasos 
Caso 6  Hiperqueratosis paraqueratósica  Leve balonizaciónLeve espongiosis  VasodilataciónExtravasación hemáticaEdema papilar  No 
Caso 7  Hiperqueratosis paraqueratósica  HipogranulosisPústula subcórneaLeve palidez epidérmicaLeve balonización  VasodilataciónExtravasación hemática  Pústula subcórnea 

Todos los pacientes eran varones con edades comprendidas entre 37 y 72 años en el momento del diagnóstico, con una edad media de 55 años. La incidencia de pelagra fue de 0,5 casos nuevos/105 habitantes/año, y supuso uno de cada 4.663 pacientes nuevos vistos por la Sección de Dermatología.

El alcoholismo y la transgresión dietética fueron los factores predisponentes hallados en la mayoría de los pacientes. Es de destacar que dos pacientes recibían tratamiento antiepiléptico y que representó el único factor predisponente en uno de ellos (tabla 1).

En la forma de presentación clínica (tabla 2) destacamos la constante afectación del dorso de las manos y/o antebrazos, siempre de forma bilateral y simétrica (fig. 1). La cara y el dorso de los pies y/o piernas se afectaron en menor medida, pero mientras en la cara las lesiones eran leves, el dorso de los pies y/o piernas presentaban ampollas y úlceras (figs. 2 y 3).

Figura 1.

Caso 1. Se observa una erupción eritemato-blanquecina de aspecto cicatricial con alguna erosión en su interior; rodeada de una zona pardusca con piel de aspecto apergaminado. Nótese la brusca delimitación de las lesiones en la zona de las muñecas.

(0.15MB).
Figura 2.

Caso 4. Afectación del dorso de ambos pies. Se observa una erupción eritematosa que se acompaña de importante edema, con ampollas y erosiones secundarias a la rotura de las ampollas.

(0.09MB).
Figura 3.

Caso 3. El paciente presenta una erupción pardusca y descamativa en el dorso de los antebrazos, pero lo más llamativo era la presencia de grandes ampollas en ambas manos.

(0.12MB).

A pesar de que todos los pacientes presentaban un cuadro clínico compatible con pelagra, sólo se consideró inicialmente ese diagnóstico en tres de ellos. En el resto se barajaron los diagnósticos de lupus, dermatitis de contacto fotoinducida, erupción polimorfa lumínica y pseudoporfiria cutánea tarda.

Aunque de forma leve, casi todos los pacientes presentaron clínica extracutánea. En dos pacientes se hallaron alteraciones en la mucosa oral, en forma de lengua depapilada y mucosa de aspecto atrófico. La clínica gastrointestinal y neurológica fue en forma de diarreas y bradipsiquia o leve desorientación respectivamente. Sin embargo, estas alteraciones sólo se objetivaron después de una entrevista dirigida.

Los análisis realizados no aportaron nada, salvo el descarte de otras patologías.

La evolución fue favorable en todos los casos, pero en dos pacientes la mejoría se retrasó al no realizar correctamente el tratamiento con niacinamida desde un inicio.

La tabla 3 muestra los resultados histopatológicos. Los hallazgos más constantes fueron la presencia de vasos dilatados asociada a extravasación de hematíes con escaso o nulo infiltrado inflamatorio en la dermis y una hiperqueratosis, compacta o paraqueratósica, en la epidermis. Cuatro casos presentaron balonización de queratinocitos y palidez epidérmica, pero en un grado tan leve que no permitía sospechar el diagnóstico de pelagra (fig. 4). Tres pacientes presentaban ampollas subepidérmicas. En el caso 3 se realizó inmunofluorescencia directa que resultó negativa.

Figura 4.

Caso 5. En la histopatología se observa una hiperqueratosis paraqueratósica que acompaña a una epidermis algo atrófica, donde se aprecia una leve espongiosis, palidez y balonización. En la dermis destaca la presencia de vasos dilatados con extravasación hemática (hematoxilina-eosina, ×200).

(0.14MB).
Discusión

La pelagra, pese a ser una enfermedad endémica en áreas del tercer mundo y presentar brotes epidémicos en zonas de hambruna o de conflicto bélico4, es una entidad extremadamente infrecuente en los países desarrollados, circunscrita a unos pocos grupos de riesgo. No se conoce la incidencia real en España, pues la casuística española se basa en la publicación de casos aislados y pequeñas series5,6. La única referencia es la serie de Rodríguez-Cuartero et al6 en la que la pelagra supuso un 0,23% de los pacientes ingresados en un hospital. Nuestra serie mostró una incidencia de 0,5 casos nuevos de pelagra/105 habitantes/año.

El desarrollo de pelagra se debe a un déficit de las coenzimas nicotinamida adenina dinucleotide (NAD) y nicotinamida adenina dinucleotide phosphate (NADP) que intervienen entre otros procesos en la glucólisis, el metabolismo de aminoácidos y proteínas y la generación de uniones fosfato de alta energía, lo que explica que sean los tejidos con un alto recambio celular, como la piel y el aparato digestivo, o los de una gran necesidad energética, como el cerebro, los que se vean más afectados por este déficit2,7,8. En el hombre la síntesis de NAD y NADP se realiza a través del ácido nicotínico o la niacinamida, que se obtiene bien directamente por absorción intestinal, bien a través del aminoácido esencial triptófano.

La tabla 4 expone los factores que predisponen a padecer pelagra en el mundo occidental. El alcoholismo se considera el factor más importante en nuestro medio. Probablemente en el paciente alcohólico confluyan una mayor necesidad de niacina con una dieta deficiente9. Esta asociación ocurrió en 4 de los 5 pacientes alcohólicos de nuestra serie. En la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) se ha demostrado una depleción de los niveles de NAD intracelular10, y es probable que estos pacientes tengan una mayor necesidad de niacina11. No obstante, y a pesar de haberse publicado algunos casos aislados de dicha asociación12,13, no parece que haya una mayor incidencia de pelagra en pacientes seropositivos para el VIH13,14.

Tabla 4.

Factores predisponentes de pelagra

Factor predisponente  Posible mecanismo de acción 
Alcoholismo  Mayor demanda de niacina. Posible asociación a malabsorción y dieta deficitaria 
Tumor carcinoide  Derivación del triptófano hacia la síntesis de serotonina, con menor producción de niacina 
Malabsorción intestinal:Enfermedades gastrointestinales crónicasEx enfermedad de Chron1Tumores malignos digestivosEnfermedad de HartnupParasitosis intestinalTuberculosis intestinalOtras  Déficit de niacina por malabsorción intestinal de nicotinamida y triptófano 
Transgresiones dietéticas: anorexia nerviosa5Otros tipos  Déficit de niacina por ingesta reducida de niacinamida y proteínas 
Infección VIH13  Disminución masiva de los niveles de triptófano de origen desconocido 
Adictos a drogas  Desconocido 
Medicamentos   
Antituberculosos:Isoniacida23PirazinamidaProtionamida  Estructura análoga a la niacina con una inhibición competitiva de la misma. Además se unen a la vitamina B6 (piridoxina) impidiendo la síntesis de niacina 
Inhibidores de monoamino oxidasa  Estructura análoga a la niacina con una inhibición competitiva de la misma 
Antiepilépticos:HidantoínasEthionamidaFenobarbitalDiazepán  Inducción enzimática que provoca alteración en la cadena de síntesis de niacinamida 
6-mercaptopurina  Inhibe la síntesis de NAD 
5-fluorouracilo  Inhibe el metabolismo de triptófano 
Clorambucilo  Desconocido 
Azatioprina  Interfiere la cadena de síntesis de niacinamida 
Cloranfenicol  Interfiere la cadena de síntesis de niacinamida 
Terapia intravenosa prolongada   

Tomada y modificada de Heigy J et al2, Pitche PT et al7 y Hendricks WM18.

Otros factores importantes en nuestra serie fueron la transgresión dietética y el tratamiento anticomicial. Acorde a los resultados de nuestra serie, la situación social de los pacientes parece contribuir en gran medida al desarrollo de pelagra; así tres pacientes vivían solos y un cuarto con su hijo, pero eran ellos los responsables de hacerse la comida y confeccionar la dieta (tabla 1).

Aunque clásicamente la pelagra se manifiesta clínicamente por las tres D (dermatitis, diarrea y demencia), a las que se podría añadir una cuarta D (deceso), en la actualidad este patrón clásico raramente se produce, de forma que se manifiesta sólo parcialmente15. En nuestra serie sólo un caso presentó alteraciones cutáneas, digestivas y neurológicas. Si tenemos en cuenta que las alteraciones digestivas y las neurológicas son variadas y poco específicas de pelagra, el diagnóstico de la misma se basa en la inmensa mayoría de casos en las alteraciones cutáneas, que son mucho más específicas16.

Nuestros casos presentaban una clínica bastante sugestiva de pelagra. Sin embargo, sólo en 3 de los 7 pacientes se sospechó inicialmente pelagra. En todos los casos se reconoció la existencia de fotosensibilidad, pero se enfocó hacia otros diagnósticos más comunes en nuestro medio. La clínica extracutánea, que podría ayudar al correcto diagnóstico, no fue referida espontáneamente por los pacientes, evidenciándose sólo tras un interrogatorio dirigido. Este hecho probablemente se deba a que por un lado los pacientes no relacionaban las alteraciones cutáneas con las extracutáneas, y por otro a que estas eran leves y no les daban importancia.

Actualmente no existe ninguna prueba ni marcador de laboratorio que sea útil para el diagnóstico de pelagra. Signos indirectos de malnutrición como hipoproteinemia pueden apoyar el diagnóstico, pero salvo en nuestro caso 3, que presentaba una marcada malabsorción, este dato no fue útil en nuestra serie. También se ha sugerido que una alteración de los niveles de 5OH indolacético en orina de 24horas podría ser un marcador de pelagra. En caso de un aumento de los mismos podría deberse a un tumor carcinoide, que es un predisponente conocido de pelagra. De igual manera, se ha teorizado que su descenso podría indicar un secuestro de triptófano para sintetizar niacina, con la consecuente depleción en la formación de serotonina. Sin embargo, no hay unos valores establecidos, y al menos en nuestros casos no fue de utilidad. Se ha demostrado que las concentraciones sanguíneas de NAD y NADP no tienen una buena correlación con su concentración a nivel tisular, ya que eran normales en pacientes con pelagra17. En un estudio realizado por Seal et al4 determinaron los niveles de los metabolitos de niacinamida, 1-metilnicotinamida y 1-metil-2-piridona-5 carboximida en relación con la creatinina sanguínea en una población angoleña susceptible de padecer pelagra y en enfermos de pelagra. Si bien los enfermos de pelagra mostraron un déficit de los niveles de metabolitos, también se encontraron disminuidos en un 29,4% de la población general, por lo que cabe pensar que en el Tercer Mundo la determinación de estos metabolitos podría ser útil para identificar las poblaciones de riesgo para padecer pelagra, mientras en el mundo occidental queda por determinar si el estudio de los niveles de estos metabolitos puede o no tener valor en el diagnóstico de pelagra4.

Los hallazgos histopatológicos de pelagra varían a lo largo del proceso, siendo inespecíficos en muchos casos18,19. Sin embargo, la presencia de una palidez extrema en el tercio superior de la epidermis, con una balonización importante de los queratinocitos de esa zona, es sugestiva de pelagra20. Ninguno de nuestros casos mostraba estos hallazgos típicos de pelagra. En nuestros pacientes los cambios más constantes fueron la presencia de hiperqueratosis en la epidermis y de dilatación del plexo vascular superficial asociada a extravasación de hematíes a nivel dérmico. En tres casos se hallaron ampollas subepidérmicas. Es necesario precisar que habitualmente las ampollas en la pelagra son intraepidérmicas por una balonización excesiva de los queratinocitos20, pero que también se pueden formar ampollas subepidérmicas18,19,21, posiblemente debido a un mecanismo parecido a las quemaduras solares.

El tratamiento se basa en incidir sobre los factores predisponentes, por ejemplo eliminar la ingesta de alcohol, y la reposición con nicotinamida. Esta se prefiere al ácido nicotínico, ya que el segundo puede provocar alteraciones intestinales, hiperuricemia o trastornos vasomotores18. La dosis inicial debería ser de 100mg de niacinamida/6horas para pasar a 50mg/8horas cuando mejore. Además debería suplementarse con aportes de cinc, piridoxina y magnesio, ya que se ha visto que actúan como cofactores en la vía de síntesis de niacina2,9.

Finalmente, indicar que las Islas Canarias podrían ser un área especialmente proclive a la pelagra, ya que allí confluyen una alta tasa de alcoholemia, niveles de insolación importantes y una dieta en la que predominaba el gofio (harina de maíz tostada). Merece la pena recordar que la sustitución del trigo por el maíz en la dieta fue la causa principal de la epidemia de pelagra que azotó España en el siglo XVIII.

Las conclusiones que se pueden extraer del presente estudio están limitadas por tratarse de un estudio retrospectivo y por el escaso número de pacientes que se presentan. Sin embargo, es de destacar: a) que la pelagra es infrecuente, aunque sigue existiendo en nuestro medio, especialmente en algunos grupos de riesgo como personas alcohólicas, con transgresión dietética o que reciben ciertas medicaciones; b) que debemos incluirla en el diagnóstico diferencial ante cualquier enfermo con fotosensibilidad; c) que precisa de un alto índice de sospecha para poder diagnosticarla y; d) que debe valorarse la situación social en estos pacientes.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Bibliografía
[1]
E. Rodríguez-Díaz, M.L. Junquera-Llaneza, D. Nosti-Martínez, C. Saro-Gismera, B. Corrales-Canel, M. Argüelles-Toraño.
Pelagra asociada a enfermedad de Crohn.
Actas Dermosifiliogr, 88 (1997), pp. 281-285
[2]
J. Hegyi, R.A. Schwartz, V. Hegyi.
Pellagra: dermatitis, dementia and diarrhea.
Int J Dermatol, 43 (2004), pp. 1-5
[3]
Datos del cabildo insular de Lanzarote (consultado 21-01-2010). Disponible en: http://www.datosdelanzarote.com/index.asp.
[4]
A.J. Seal, P.I. Creeke, F. Dibari, E. Cheung, E. Kyroussis, P. Semedo.
Low and deficient niacin status and pellagra are endemic in postwar Angola.
Am J Clin Nutr, 85 (2007), pp. 218-224
[5]
E. del Río, H.A. Vazquez-Veiga, J.M. Suárez-Peñaranda.
Pelagra. La próxima generación.
Actas Dermosifiligr, 89 (1998), pp. 112-116
[6]
A. Rodríguez-Cuartero, F. González-Martínez, F. Rodríguez- Cuartero.
Pelagra y síndromes pelagroides. Estudio prospectivo con aportación de seis casos.
An Med Intern, 3 (1986), pp. 580-584
[7]
P.T. Pitche.
Pellagre et érythèmes pellagroïdes.
Cahiers Sánte, 15 (2005), pp. 205-208
[8]
A. Nogueira, A.F. Duarte, S. Magina, F. Azevedo.
Pellagra associated with esophageal carcinoma and alcoholism.
Dermatol Online J, 15 (2009), pp. 8
[9]
H. Vannucchi, F.S. Moreno.
Interaction of niacin and zinc metabolism in patients with alcoholic pellagra.
Am J Clin Nutr, 50 (1989), pp. 364-369
[10]
M.F. Murray, M. Nghiem, A. Srivivasan.
HIV infection decreases intracellular nicotinamide adenine dinucleotide (NAD).
Biochem Biophys Res Commun, 212 (1995), pp. 126-131
[11]
L. Delgado-Sánchez, D. Godkar, S. Niranjan.
Pellagra: rekindling o fan old flame.
Am J Ther, 15 (2008), pp. 173-175
[12]
J.P. Monteiro, D.F. da Cunha, D.C. Filho, M.L. Silvia-Vergara, V.M. dos Santos, J.C. da Costa, et al.
Niacin metabolite excretion in alcoholic pellagra and AIDS patients with and without diarrhea.
Nutrition, 20 (2004), pp. 778-782
[13]
J. del Pozo, W. Martínez, M.V. Regueiro, P. González-Santamaría, C. Gómez-Ferreiro, M. Almagro, et al.
Pelagra e infección por VIH.
Actas Dermosifiliogr, 91 (2000), pp. 157-162
[14]
P. Pitche, K. Kombate, K. Tchangai-Walla.
Prevalence of HIV infection in patients with pellagra and pellagra-like erythemas.
[Abstract] Med Trop (Mars), 59 (1999), pp. 365-367
[15]
C. Dumitrescu, R. Lichiardopol.
Particular features of cloinical pellagra.
Rev Roum Med Int, 32 (1994), pp. 165-170
[16]
I. Nobuyoshi, A. Nishihara.
Pellagra among chronic alcoholics: clinical and pathological study of 20 necropsy cases.
J Neurol Neurosurg Psychiatry, 44 (1981), pp. 209-215
[17]
P.I. Creeke, F. Dibari, E. Cheung, T. van den Briel, E. Kyroussis, A.J. Seal.
Whole blood NAD and NADP concentrations are not depressed in subjects with clinical pellagra.
J Nutr, 137 (2007), pp. 2013-2017
[18]
W.M. Hendricks.
Pellagra and pellagralike dermatoses: etiology, differential diagnosis, dermatopathology, and treatment.
Semin Dermatol, 10 (1991), pp. 282-292
[19]
D. Weedon.
Weedon's skin pathology.
3rd ed., Elsevier, (2010),
[20]
A.B. Ackerman, N. Chongchitnant, J. Sanchez, Y. Guo, B. Bennin, M. Richel, et al.
Histologic diagnosis of inflammatory skin diseases. An algorithmic method based on pattern analysis.
2nd ed., Williams & Wilkins, (1997),
[21]
R.A. Moore, T.D. Spies, Z.K. Cooper.
Histopathology of the skin in pellagra.
Arch Dermtol Syph, 46 (1942), pp. 106
[22]
M.C. Dufour.
What is moderate drinking? Defining “drinks” and drinking levels.
Alcohol Res Health, 23 (1999), pp. 5-14
[23]
T. Muratake, H. Watanabe, S. Hayashi.
Isoniazid-induced pellagra and the N-acetyltransferase gene genotype.
Am J Psychiatr, 156 (1999), pp. 600
Copyright © 2010. Elsevier España, S.L. and AEDV
Descargar PDF
Idiomas
Actas Dermo-Sifiliográficas
Opciones de artículo
Herramientas
es en

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?

Are you a health professional able to prescribe or dispense drugs?