Empecemos por lo esencial: los fotoeczemas alérgicos de contacto son infrecuentes1, y los eczemas y fotoeczemas alérgicos de contacto por los ingredientes de los filtros solares también lo son2. Un estudio del Grupo Norteamericano de Investigación en Dermatitis de Contacto encontró un 0,9% de reacciones positivas a algún componente de fotoprotectores entre más de 23.000 pacientes en los que se realizaron pruebas epicutáneas y de fotoparche por sospecha de hipersensibilidad retardada de contacto3.
Hace más de 20 años que la oxibenzona (benzophenone-3, según la denominación de la International Nomenclature of Cosmetic Ingredients) ya estaba en los listados de productos que absorben la radiación ultravioleta y son alérgenos o fotoalérgenos, pero la frecuencia de reacciones era baja4.
En cambio, en los últimos años su frecuencia ha ido aumentado hasta hacerla el principal alérgeno o fotoalérgeno de los filtros solares3, y ser nombrada alérgeno del año en 2014 por el North American Contact Dermatitis Group5. También hay una elevada preocupación por las frecuentes reacciones cruzadas entre las benzofenonas, y otros fotoalérgenos frecuentes como el ketoprofeno, el fenofibrato o el octocrileno6.
Hay muy pocos casos publicados de alergia o fotoalergia por oxibenzona en España7. Sin embargo, en la casuística recogida por el Grupo Español de Fotobiología los filtros solares eran la segunda causa de fotosensibilidad alérgica de contacto (10 de 103 positividades) tras los antinflamatorios no esteroideos. De todos los ingredientes de filtros solares la benzofenona-3 era el que más positividades causaba en 2006 (5 de las 103 positividades)8.
Los doctores Russo et al.9 aportan en este número de nuestra revista nueva información que corrobora que la oxibenzona es la principal causa de eczemas y fotoeczemas alérgicos de contacto en la zona de La Plata, Argentina.
Por otro lado, la benzofenona-3 es una causa infrecuente de urticaria de contacto inducida por ingredientes de cosméticos10.
Además de los efectos adversos cutáneos, existe una elevada preocupación entre los toxicólogos por la presencia de estos productos en orina o leche materna, la contaminación del agua dulce, la transformación en agua clorada en otros productos aún más tóxicos y su posible efecto como sustancias que causen disrupción hormonal11.
Los filtros solares son una herramienta esencial en la prevención y el tratamiento de las enfermedades cutáneas, pero como el resto de las que empleamos, no están exentos de efectos adversos.