Varón de 32 años, trasplantado renal, en tratamiento inmunosupresor con prednisona, ciclosporina y micofenolato mofetil, que consultó por la presencia de una lesión en el cuero cabelludo, de tan sólo 4 semanas de evolución y crecimiento rápido.
Exploración físicaEn el vértex se evidenció una lesión nodular rosada de 12mm de diámetro, superficie lisa y bordes bien definidos, que se mostraba discretamente indurada al tacto (fig. 1). No se encontraron otros hallazgos de interés.
Pruebas complementariasEl examen con dermatoscopia mostró una erosión excéntrica y un importante eritema difuso que cedía casi completamente con la presión, así como la presencia de múltiples ovillos vasculares o vasos con aspecto de glomérulo, preferentemente localizados en la periferia del tumor, y algún vaso en horquilla (fig. 2). No se apreciaron otras estructuras dermatoscópicas informativas relevantes.
HistopatologíaLa lesión fue extirpada y el estudio histológico demostró nidos de células basaloides, extendiéndose desde la epidermis hacia la dermis reticular, con distribución de células en la periferia a modo de empalizada y hendiduras alrededor de los agregados tumorales ocasionadas por la retracción del estroma adyacente (fig. 3). Con tinción para CD31 y CD34 (marcadores endoteliales) se objetivaron numerosas luces vasculares elongadas y de calibre fino en la periferia del tumor, lo cual se correlacionaba con los hallazgos dermatoscópicos.
¿Cuál es su diagnóstico?
DiagnósticoCarcinoma basocelular nodular.
Evolución y tratamientoTras efectuar la extirpación completa de la lesión el paciente permanece en seguimiento sin que se hayan apreciado signos de recidiva u otras lesiones similares, ya sea en el cuero cabelludo o en otras localizaciones.
ComentarioLos receptores de trasplantes de órganos tienen un mayor riesgo de presentar diversas tumoraciones malignas, siendo el cáncer de piel no melanoma el más frecuentemente implicado1. Se ha descrito que la incidencia de carcinoma basocelular (CB) en estos pacientes es 10 veces mayor que en la población general2. Un estudio retrospectivo realizado por Harwood et al3 objetivó que los CB en trasplantados renales se presentaban a una edad más temprana, con frecuencia eran múltiples e histológicamente correspondían a los subtipos nodular y superficial multicéntrico. Sin embargo, curiosamente no seguían un curso más agresivo que en los pacientes inmunocompetentes.
En nuestro caso el escaso tiempo de evolución y el rápido crecimiento que experimentó la lesión hizo que por su aspecto clínico se plantearan inicialmente varias posibilidades diagnósticas, como linfoma cutáneo de células B, metástasis cutánea o melanoma amelanótico. La dermatoscopia reveló un patrón vascular peculiar caracterizado por la presencia, preferentemente en la periferia del tumor, de múltiples ovillos o estructuras en glomérulo formadas por vasos muy finos, descritos previamente en la enfermedad de Bowen4; dicha entidad quedaba descartada en nuestro paciente por el aspecto clínico de la tumoración. Además se apreciaba algún foco erosivo excéntrico en la superficie, hallazgo frecuente en el CB y que modificó en este sentido la sospecha clínica inicial.
Las estructuras vasculares más habituales en el examen dermatoscópico del CB son las telangiectasias arboriformes5, ausentes en este caso. Ocasionalmente se pueden ver también vasos en horquilla (en nuestro caso se apreciaba alguno), telangiectasias muy gruesas no ramificadas y punteado vascular5. En el CB superficial son también frecuentes las telangiectasias finas y cortas, apenas ramificadas6. No conocemos referencias de la presencia de vasos en ovillo en el CB, por lo que el patrón vascular en esta lesión no suponía una ayuda diagnóstica específica y hacía obligado proceder a su estudio histológico inmediato para establecer su naturaleza. Sin embargo, tampoco las entidades que podían entrar en su diagnóstico diferencial clínico se caracterizan por este patrón vascular tan peculiar, y la presencia de alguna erosión superficial en la imagen dermatoscópica sí orientaba hacia la posibilidad de un CB no pigmentado.
En cuanto al mecanismo por el que se puede haber generado en el presente caso este patrón vascular no habitual del CB, pensamos que probablemente tenga que ver con su rápido crecimiento, no dando tiempo a la formación de las telangiectasias arboriformes de mayor grosor y extensión tan características de este tumor en dermatoscopia. La inmunosupresión podría haber favorecido la evolución clínica observada e indirectamente su presentación dermatoscópica tan peculiar.
Conflicto de interesesDeclaramos no tener ningún conflicto de intereses.