Al nacimiento la vérnix caseosa puede cubrir toda la superficie corporal o acumularse sólo en la espalda y los pliegues. En los últimos años ha aumentado el interés por su composición, funciones y aplicaciones en la edad adulta. Nuestro objetivo fue conocer la prevalencia de la vérnix caseosa en los recién nacidos del Área Sanitaria de Ferrol, y ver cómo repercutían los parámetros neonatales y maternos en su desarrollo. Realizamos un estudio prospectivo de 1.000 recién nacidos vistos en los primeros tres días de vida en nuestro hospital. Encontramos vérnix caseosa en el 49,2% de los neonatos. El perfil clínico de presencia de vérnix caseosa sería: recién nacido de sexo femenino, sano, a término, con peso elevado producto de una gestante no primigesta, con ingesta de fármacos y suplementos dietéticos durante el embarazo sometida a un parto eutócico. Existe relación entre ausencia de vérnix caseosa y la presencia de descamación fisiológica y de eritema tóxico neonatal.
At birth, vernix caseosa can cover the whole body surface or accumulate only on the back and in the skin folds. Interest in its composition and function and its possible applications in adults has increased in recent years. The objective of this study was to determine the prevalence of vernix caseosa in newborn infants in the health care area of Ferrol, Spain, and to assess its relationship with neonatal and maternal factors. We performed a prospective study of 1000 newborns seen within the first 3days of life in our hospital. Vernix caseosa was observed in 42.9% of cases. The clinical profile associated with the presence of vernix caseosa was the following: healthy newborn girl with a high birth weight, born at term by normal vaginal delivery to a multiparous mother who had received medication and dietary supplements during pregnancy. The absence of vernix caseosa was associated with the presence of physiological scaling of the newborn and erythema toxicum neonatorum.
Durante el último trimestre de gestación el feto está envuelto por la vérnix caseosa (VC). Al nacimiento puede cubrir toda la superficie corporal o acumularse sólo en la espalda y los pliegues (fig. 1)1,2. Entre pocas horas y varios días después de nacer empieza a secarse y se desprende espontáneamente. Su color y olor pueden reflejar problemas intrauterinos: el color amarillo refleja enfermedad hemolítica o recién nacido (RN) postérmino, el amarillo-marrón sufrimiento fetal al contactar con meconio y el olor es signo de sepsis neonatal3.
En los últimos años ha aumentado el interés por la VC, en especial por su composición, funciones y posibles aplicaciones en la edad adulta4. Esta sustancia surge como combinación de la secreción de las glándulas sebáceas, la descamación superficial de la epidermis y el lanugo desprendido. Está compuesta fundamentalmente de agua (80,5%), lípidos (10,3%) y proteínas (9,1%)5. En el útero es importante para evitar las infecciones y la maceración cutánea causada por el líquido amniótico, y facilita el paso a través del canal del parto. En los primeros días de vida extrauterina ayuda a la termorregulación, la hidratación, la curación de las heridas, facilita la colonización de la piel por bacterias no patógenas, la protección frente a hongos y bacterias, manteniendo el equilibrio del pH y actuando como antioxidante. Por estos beneficios, y dado que no es necesario por razones higiénicas, se aconseja no retirarla con toalla o baños4–8.
Recientemente hemos determinado la prevalencia de las marcas de nacimiento y las lesiones cutáneas benignas transitorias en los neonatos de nuestra Área Sanitaria9. En este trabajo nos centraremos únicamente en el estudio de la vérnix caseosa.
Casos clínicosNuestro objetivo principal fue conocer la prevalencia de la VC en los RN del Área Sanitaria de Ferrol y, el secundario, ver cómo repercutían los parámetros neonatales y maternos. Realizamos un estudio descriptivo prospectivo de 1.000 RN vistos en la consulta de Perinatología del Hospital Arquitecto Marcide (Hospital secundario)9. En ella se revisaron, en los primeros tres días de vida, todos los neonatos nacidos en el ámbito hospitalario del Área Sanitaria. En cada caso se investigó la presencia de descamación fisiológica (DF), eritema tóxico neonatal (ETN), anomalías del desarrollo y VC. La exploración física la realizaron de forma conjunta un dermatólogo y un pediatra. En todos los casos el examen se realizó con una correcta iluminación y estando el recién nacido desnudo (sin pañal). El protocolo de limpieza y cuidados neonatales de nuestro centro indica secar sin frotar a los RN, y no realizar lavado en las primeras 24 horas de vida.
Se aplicó un protocolo de recogida de datos que incluía parámetros neonatales (edad gestacional, sexo, «grupo racial» de los padres, peso al nacimiento, índice de Apgar al minuto 1 y 5 y enfermedades) y maternos (edad, número de gestaciones previas y enfermedades, ingesta de fármacos o suplementos dietéticos y hábitos tóxicos durante el embarazo), modalidad de parto y día de vida en el momento de la exploración. El estudio fue aprobado por la dirección de docencia e investigación y por el Comité de ética de nuestro Hospital. Las variables cualitativas se presentaron en porcentaje y fueron analizadas con el test Chi cuadrado. Para el análisis estadístico se utilizó el programa SPSS versión 15.0. Se consideró significativa p<0,05.
Los neonatos fueron reclutados entre mayo de 2008 y noviembre de 2009. En la tabla 1 se recoge la prevalencia de VC según los distintos parámetros. El 49,2% presentaba VC. La frecuencia fue mayor en: a) RN a término, caucásico, de sexo femenino, peso elevado, puntuación de Apgar alta y ausencia de enfermedad; b) madre no primigesta, de 30 o más años de edad, con hábito tóxico e historia gestacional de enfermedad y empleo de fármacos; c) parto por vía vaginal; y d) exploración el primer día. Estas diferencias fueron estadísticamente significativas para sexo, edad gestacional, peso, índice de Apgar, edad materna, ingesta de fármacos, tipo de parto y día de exploración. La aparición de DF y ETN estaba relacionada con la de VC (fig. 2). En función de la ausencia o existencia de VC presentaba DF el 46,2 o el 36,5% y ETN el 20,4 o el 12,8% respectivamente, es decir, la frecuencia de VC es inversamente proporcional a la existencia de DF y ETN.
En 1.000 neonatos frecuencia de la vérnix caseosa en función de los parámetros neonatales y maternos, el tipo de parto y el día de exploración
Variables neonatales | F (%) | F con VC (%) | X2 | p | Otras variables | F (%) | F con VC (%) | X2 | p |
Sexo | Edad materna | ||||||||
Varón | 52,8 | 43,5 | 14,234 | 0,000* | ≤ 29 años | 40,7 | 46,9 | 1,417 | 0,492 |
Mujer | 47,2 | 55,5 | 4 | 30-34 años | 35,3 | 50,7 | |||
≥ 35 años | 24,0 | 50,8 | |||||||
Grupo racial | N° de gestaciones previas | ||||||||
Caucásico | 92,2 | 49,7 | 1,608 | 0,205 | 0 | 49,8 | 46,3 | 3,152 | 0,207 |
No caucásico | 7,8 | 42,3 | 1 | 32,8 | 52,1 | ||||
≥2 | 17,4 | 51,7 | |||||||
Edad gestacional | Enfermedad materna gestacional | ||||||||
Pretérmino (< 37 sem) | 7,5 | 33,3 | No | 72,3 | 48,4 | 0,653 | 0,419 | ||
A término (37-41 sem) | 91,2 | 50,6 | 8,930 | 0,012* | Sí | 27,7 | 51,2 | ||
Postérmino (≥ 42 sem) | 1,3 | 38,4 | |||||||
Peso al nacimiento | Hábito tóxico▴ | ||||||||
Bajo (≤ 2.500 g) | 6,9 | 26,1 | No | 78,2 | 48,9 | 0,071 | 0,789 | ||
Normal (2.501-3.999 g) | 86,9 | 50,6 | 16,251 | 0,000* | Sí | 21,8 | 50 | ||
Elevado (≥ 4.000 g) | 6,2 | 54,8 | |||||||
Apgar al minuto | Suplemento¶¶ | ||||||||
≤ 8 | 18,4 | 46,7 | 0,546 | 0,460 | No | 18,2 | 39 | 9,242 | 0,002* |
≥ 9 | 81,6 | 49,7 | Sí | 81,8 | 51,4 | ||||
Apgar a los 5 minutos | Fármaco† | ||||||||
≤ 9 | 17,3 | 42,1 | 4,105 | 0,043* | No | 74,4 | 47 | 5,410 | 0,020* |
10 | 82,7 | 50,6 | Sí | 25,6 | 55,4 | ||||
Enfermedad∂ | Tipo de parto | ||||||||
No | 95,6 | 50,4 | 12,905 | 0,000* | Vía vaginal | 78,3 | 52,7 | 18,152 | 0,000* |
Sí | 4,4 | 22,7 | Cesárea | 21,7 | 36,4 | ||||
Anomalía del desarrollo‡ | Día de exploración | ||||||||
No | 93,8 | 49,2 | 0,017 | 0,895 | 1° | 83,5 | 56,4 | ||
Sí | 6,2 | 48,3 | 2° | 10,7 | 18,7 | 109,506 | 0,000* |
*: Estadísticamente significativa (p<0,05); #: como infección urinaria (8,7%), diabetes gestacional (4,9%) o disfunción tiroidea (3,6%); ▴: fundamentalmente tabaco (21,7%); ¶: incluye hierro (57,3%), ácido fólico (58,4%), yodo (71,5%) y complejos multivitamínicos (2,4%); ∂: enfermedad no cutánea, entre ellas cardiopatía (0,9%), alteraciones renales (0,7%) o infecciones (0,2%); †: no suplementos como antibióticos (8,9%) o antieméticos (6,5%); ‡: por ejemplo pezón supernumerario (0,4%), trago accesorio (0,8%) u hoyuelo sacro (1,5%); F: frecuencia; p: significación asintótica (bilateral); VC: vérnix caseosa; X2: Chi-cuadrado de Pearson.
La prevalencia de la VC en nuestra serie, 49,2%, es muy superior al 14,2% encontrado por Boccardi et al10. Aunque en esta variación puede influir la disparidad en los hábitos de limpieza de la VC por parte de enfermería, consideramos que fundamentalmente se debe a diferencias en el momento de la exploración. El 83,5% de nuestros neonatos fue explorado el primer día, mientras que en el registro italiano el 56,1% se examinó el segundo10.
Coincidimos con Visscher et al7 al relacionar más VC (en su caso porcentaje de superficie cubierta por VC) con RN de sexo femenino y caucásico, pero diferimos al encontrar con más frecuencia VC en los nacidos por vía vaginal (frente a cesárea) y a término (frente a pretérmino). Creemos que la VC es menos prevalente en los partos por cesárea, ya que dentro de este grupo hay un porcentaje mayor de RN prematuros y postérmino que en los nacidos por vía vaginal. Nuestros datos muestran la VC como «un marcador de bienestar neonatal», al asociarse su presencia con un valor mayor del índice de Apgar y con ausencia de enfermedad neonatal. De igual forma, Visscher et al7 lo relacionaron con ausencia de meconio.
Un aporte insuficiente de nutrientes durante el embarazo se asocia a una importante morbilidad fetal y perinatal. Esta deficiencia aumenta las posibilidades de bajo peso al nacer, prematuridad, malformaciones y alteración de la función inmunitaria que facilite la aparición de infecciones. El hecho de que una ingesta correcta de nutrientes (como suplementos de yodo, hierro o ácido fólico) aumente la aparición de VC puede relacionarse con ser, en nuestra serie, menos frecuente esta sustancia en RN prematuros o de muy bajo peso. También se asoció a tomar fármacos en el embarazo y a enfermedad materna, hechos no confirmados en la serie de Boccardi et al10.
Encontramos asociación entre pérdida de VC y aparición de DF y ETN. Este hallazgo podría justificarse porque si diminuye la VC intraútero aumenta la maceración de la capa córnea por el líquido amniótico, y si sucede en los primeros días de vida aumenta la pérdida de agua transepidérmica y la posterior deshidratación del estrato córneo. Todo ello desencadenaría la DF7; según señaló Marchini et al11 en la actualidad el ETN es considerado una respuesta inmunitaria frente a la colonización microbiana de los folículos pilosos, ya que dicha colonización es facilitada por la VC6. Quizás ambos procesos pueden ser consecutivos, primero la presencia de la VC y luego, tras su desprendimiento, la aparición del ETN.
En conclusión, encontramos VC en el 49,2% de los RN. A la edad gestacional y el momento de exploración hay que añadir la modalidad de parto y otras variables neonatales y maternas entre los factores modificadores de su frecuencia. Por los hallazgos obtenidos el patrón clínico de presencia de VC sería: RN de sexo femenino, sano, a término con peso elevado producto de una gestante no primigesta, con ingesta de fármacos y suplementos dietéticos durante el embarazo que tiene parto eutócico. Existe relación entre ausencia de VC y presencia de DF y ETN.
Una de las limitaciones de este estudio es el análisis de los datos sólo con el test Chi cuadrado, sin ir seguido de un análisis multivariante. Serían precisos nuevos estudios que investiguen la relación de estos parámetros, u otros como el incremento ponderal materno durante la gestación o el índice de masa corporal materno con el área corporal cubierta por la VC al nacer. Un seguimiento durante varios días nos permitiría descubrir si existe una secuencia temporal entre el desprendimiento de la VC y la aparición de DF y de ETN.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.