INTRODUCCION
Las infecciones por dermatofitos han sido y son una causa frecuente de consulta dermatológica en nuestro país. Desde hace años, se han publicado numerosos estudios sobre la etiología de las dermatofitosis en las distintas regiones españolas. En la provincia de Pontevedra destacan dos trabajos de este tipo, uno de Pozo Carballido1 en el área sur, y uno de Losada Campa et al2 en el área norte de la provincia. Con este estudio se pretende reflejar la etiología actual de las infecciones por dermatofitos en el área norte de Pontevedra, y hacer una comparación con la existente hace 10 años.
Es importante conocer la etiología de estas infecciones, para establecer el diagnóstico aplicar el tratamiento y realizar el seguimiento evolutivo. Por ejemplo, las infecciones por Microsporum canis responden mejor al tratamiento con griseofulvina que las demás, y unas dermatofitosis van a poder ser diagnosticadas y seguidas evolutivamente mediante el examen con luz de Wood y otras no.
Asimismo valoraremos los cambios ocurridos y se reflejarán las posibles variantes que hayan podido influir.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se han recogido los datos de los cultivos micológicos realizados entre 1 de enero de 2000 y 31 de diciembre de 2002 en el Laboratorio de Microbiología del Complejo Hospitalario de Pontevedra. Se recogieron también datos de edad, lugar de residencia y tipo de muestra tomada para el cultivo. Asimismo se recogieron datos del período de enero 1991 a mayo de 1993, ya publicados previamente2.
Las muestras para cultivo se extrajeron de tres formas diferentes: las escamas mediante raspado con hoja de bisturí, los pelos mediante extracción con pinzas y las uñas mediante raspado de la lámina ungueal con bisturí y extracción de material queratósico bajo la lámina. El material extraído se cultivó en medio Sabouraud con cloranfenicol y gentamicina y en medio Sabouraud con cloranfenicol y actidiona. Las colonias aisladas en el cultivo fueron posteriormente tipificadas mediante morfología macroscópica y microscópica con tinción con azul algodón. Para el estudio del lugar de procedencia, los pacientes se distribuyeron en dos grupos, según tuviesen su domicilio en el medio rural o en el urbano. Para ello se definieron como rurales los municipios de menos de 20.000 habitantes, y como urbanos los de más de 20.000.
Para el procesamiento de los datos se empleó el programa informático SPSS 10.0. Como método estadístico de comparación de datos se utilizó la prueba de chi cuadrado (x2), considerando un valor significativo de p < 0,05. Se codificaron las variables de hongo, edad, muestra, año, procedencia geográfica. Para buscar relaciones estadísticamente significativas entre dermatofito y muestras, se reagruparon las muestras de pelo con las de escamas primero y con las de uñas después (debido al pequeño número de muestras de pelo). También se recodificaron los hongos en grupos con mayores frecuencias.
RESULTADOS
De un total de 1.577 cultivos micológicos realizados entre enero de 2000 y diciembre de 2002, se obtuvieron 249 resultados positivos para dermatofitos de distintas especies (15,8 %). De ellos, 158 correspondieron a Trichophyton rubrum (el 63,5 % del total); 36, a M. canis (14,5 %); 35, a T. mentagrophytes (14,1 %); 7, a M. gypseum (2,8 %); 5, a T. violaceum (2 %); 5,Trichophyton sp. (2 %); 1, Microsporum sp. (0,4 %); 1, a Epidermophyton floccosum (0,4 %); y 1, a T. erinacei (0,4 %) (tabla 1).
En cuanto a las muestras extraídas, las más frecuentes eran las escamas de piel (177 muestras, 71,1 %), seguido de las muestras de uñas (63 muestras, 25,3 %) y, por último, las de pelos (9 muestras, 3,6 %). Se encontró relación estadísticamente significativa entre T. mentagrophytes y muestra de escamas (p < 0,01) y T. rubrum y muestra de uñas (p < 0,01).
La media de edades fue de 39,45 años (límites, 2-88). El percentil 25 es 24 años y el percentil 75 es 57 años. La mediana de edad fue de 40 años. El 13,6 % de los pacientes tenían menos o igual de 14 años. La distribución de edades se aproxima a una distribución normal. En cuanto a la procedencia geográfica, el 49 % de los datos proceden de municipios de más de 20.000 habitantes (etiquetados como urbanos) y el 51 % de ayuntamientos con menos de 20.000 habitantes (rurales). Se encontró relación estadísticamente significativa entre el cultivo positivo para T. rubrum en escamas y la procedencia de medio urbano (municipios de más de 20.000 habitantes) (p < 0,05). Destaca la escasa presencia de muestras de pelos, con tan sólo 9 cultivos positivos para dermatofitos, de los cuales ocho son por M. canis.
Estos datos se compararon con los del período enero 1991-mayo 1993. En esta época se recogieron 350 muestras, de las que se aislaron 62 cepas de dermatofitos (17,1 %). En estas fechas, el dermatofito aislado más frecuentemente fue T. mentagrophytes, en el 51,6 % de las muestras (n = 32). En segundo lugar se encontraba M. canis (37,1 %; n = 23); E. floccosum fue descrito como el tercero en frecuencia (4,8 %; n = 3), junto con Microsporum gypseum (4,8 %; n = 3). T. rubrum era el menos frecuente en el estudio de los años 1991-1993, con tan sólo el 1,6 % (n = 1) (tabla 2) (fig. 1).
Fig. 1.--Diferencias entre los dermatofitos aislados en los períodos 1991-1993 y 2000-2002.
Las muestras obtenidas se clasificaron en escamas (tinea corporis, pedis y cruris), uñas (tinea unguium) y pelos (tinea capitis y barbae). Corresponderían a escamas el 61,3 % (n = 38), a pelos el 32,3 % (n = 20) y a uñas el 6,5 % (n = 4).
Se muestran las diferencias en los dermatofitos aislados en las muestras de escamas y uñas en las tablas 3 y 4. La edad media de los pacientes era de 29 años, con un mínimo de 1 y un máximo de 75 años. El 35 % de los pacientes estaban en edad pediátrica.
Se encontró relación estadísticamente significativa entre el aislamiento de T. rubrum y los años 2000-2002 (p < 0,01) y entre T. mentagrophytes y M. canis y la época 1991-1993 (p < 0,01).
DISCUSION
Nos encontramos en nuestro estudio con una elevada frecuencia de T. rubrum, que se asocia a los cultivos de uñas en general, y a los de escamas procedentes de medio urbano en particular. Por detrás se sitúan tanto M. canis como T. mentagrophytes, asociándose este último a cultivo de escamas, con una proporción similar. Menos frecuentes son ya otros dermatofitos, como M. gypseum, T. violaceum o E. floccosum.
En la comparación con los datos del período 1991-1993, llama la atención el gran incremento de T. rubrum en nuestra muestra, que aproxima los datos a los estudios realizados en zonas básicamente urbanas3, con T. rubrum como dermatofito más frecuente. Es necesario constatar que el área hospitalaria ha variado respecto a la del trabajo de hace 10 años, con la unificación de dos hospitales y conformación del Complejo Hospitalario de Pontevedra. El Complejo Hospitalario de Pontevedra atiende un área sanitaria de 215.333 habitantes4, correspondientes a 21 ayuntamientos. Entre ellos, dos presentan una población superior a 20.000 habitantes (dato que hemos empleado para clasificarlos como urbanos). El hospital provincial de Pontevedra atendía en los años 1991-1993 un área de 125.000 habitantes, donde únicamente un núcleo de población superaba los 10.000 habitantes. Este cambio justificaría una variación en la frecuencia de los dermatofitos, con un aumento de los antropofílicos; de hecho, se encontró relación entre T. rubrum y las muestras de escamas de origen urbano. No obstante, existen estudios referidos a áreas urbanas5 donde el hongo predominante es otro antropofílico (E. floccosum) y no T. rubrum, que ocupa el cuarto lugar en frecuencia.
En comparación, según lo publicado por Pereiro Miguens et al6 en el contexto de toda Galicia, existe una paridad en la frecuencia de M. canis (25,5 %), T. rubrum (24,6 %) y T. mentagrophytes (21,4 %). En nuestro trabajo, estos mismos dermatofitos son los más frecuentes, pero T. rubrum presenta una gran preponderancia, mientras M. canis y T. mentagrophytes estarían equiparados.
Un factor que podría explicar la gran predominancia de T. rubrum en nuestro estudio es la presencia de numerosas muestras de uñas (n = 63; 25 % del total), en las cuales se aísla T. rubrum en la mayoría de casos. Esta proporción es mucho mayor que la de Losada Campa et al2 (n = 4; 6,5 %), y es también superior a otros estudios realizados como el de Pereiro Miguens et al6 (1,37 %).
Las onicomicosis son procesos infecciosos cuya incidencia en la población es poco conocida. Se estima que menos del 40 % de los sujetos con estos procesos consultan con el médico, y menos de la mitad de ellos lo hacen con el especialista7,8. Existe además poca homogeneidad en las publicaciones a la hora de representar los datos, con lo que se hace todavía más difícil valorar el auténtico alcance del problema9. Llama la atención el aumento de consultas por procesos ungueales, debidas en parte a una mayor preocupación en la población por estos problemas (la falta de tratamientos efectivos hizo que médicos y pacientes ignoraran en el pasado estas infecciones). Los avances terapéuticos actuales han cambiado la actitud ante estos procesos, considerándose su impacto en la calidad de vida de los afectados. Por otra parte, algunos facultativos consideran las onicomicosis como un problema puramente estético; no obstante, varios trabajos muestran la repercusión de esta patología sobre la calidad de vida10,11, tanto en cuanto a sintomatología, como a repercusión socioemocional.
Entre las limitaciones de nuestro estudio, destacamos que el número de muestras de pelo es pequeño (9 de un total de 249 muestras). Esto puede ser debido a que, en la actualidad, en nuestra opinión, las tiñas de cuero cabelludo son tratadas en su mayoría por los médicos de atención primaria y pediatras sin confirmación microbiológica. También es importante tener en cuenta que, como se ha señalado, la comparación con el estudio de hace 10 años se ve limitada por el cambio que se ha producido en el área sanitaria. Por otra parte, hemos tomado un número de muestras mayor (249 frente a 62), lo que debería darnos unos resultados más fiables.