Las dermatosis inflamatorias que se presentan en las manos y en los pies pueden suponer un importante trastorno de la calidad de vida de los pacientes adultos y pediátricos. Si bien algunos autores han considerado la afectación concomitante de las manos y de los pies como un signo de una probable causa endógena, algunas series han demostrado la presencia de alergias de contacto en más del 50% de los pacientes con dicha clínica1.
El artículo de Sánchez-Sáez et al. analiza las características de un total de 308 pacientes con eccema de pies evaluados entre los años 2004 y 2016 en la Unidad de Alergia Cutánea del Servicio de Dermatología del Hospital General Universitario de Alicante (equivalentes a un 9,4% de su casuística en el período referido)2. Sus observaciones permiten sacar algunas conclusiones relevantes para la práctica diaria. Entre ellas destacan las siguientes:
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La realización de pruebas alérgicas de contacto en pacientes adultos con eccema de los pies permite identificar que el alérgeno más involucrado en nuestro entorno es el dicromato potásico y que, en comparación con los pacientes con eccema en otras localizaciones, hay una proporción significativamente mayor de alergias de contacto y un número también más alto de positividades con relevancia clínica. Parece que todo ello es más habitual en áreas geográficas con climas más cálidos y húmedos3.
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La negatividad de las pruebas epicutáneas es útil, máxime si existe una afectación concomitante de las manos y de los pies, pues apoya el diagnóstico clínico de psoriasis (que puede ser indistinguible en el estudio histopatológico a un eccema hiperqueratósico4) o dermatitis atópica.
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La recomendación de referir para su estudio a la unidad de alergia cutánea a aquellos niños con dermatitis atópica refractaria al tratamiento o con la presencia de lesiones en los pies y/o en las manos es válida y va en concordancia con otros autores5. No obstante, aunque es considerada una zona clínicamente atípica, la dermatitis atópica infantil puede presentarse frecuentemente con lesiones en los pies6.
Dicho trabajo publicado en el presente número de Actas Dermo-Sifiliográficas permite comprender mejor la importancia y el alcance de las pruebas epicutáneas en los pacientes con un eccema localizado en los pies, tengan o no una afectación concomitante de las manos, y sienta las bases para reflexionar sobre la posibilidad de que planteemos un ajuste en la elección de nuestro calzado y el de nuestros pacientes.