La alergia y la fotoalergia a protectores solares ha ido en aumento en los últimos años debido a la utilización masiva de filtros solares. Presentamos 2 casos pediátricos de alergia de contacto al octocrileno, una sensibilización que pese a ser conocida en adultos no ha sido previamente descrita en niños en nuestro ámbito1,2.
Caso clínico 1Una niña de 4 años fue remitida a nuestro Servicio por haber presentado en el último verano una erupción en zonas fotoexpuestas. El examen físico inicial mostró un rash eritematoso micropapular, distribuido por la cara y las extremidades. La paciente había estado expuesta al sol tras la aplicación de un fotoprotector (crema solar pediátrica Carrefour®) 4 h antes del inicio de la clínica, y la distribución de las lesiones coincidía con las zonas de aplicación. No refería antecedentes de la toma de ningún fármaco, ni historia previa de aplicación de cremas antiinflamatorias tópicas, ni de dermatitis atópica. Se realizaron pruebas epicutáneas y de fotoparche con el protector solar empleado por la paciente (crema solar pediátrica Carrefour®) y con la batería de filtros solares (Marti-Tor®). El fotoprotector de la paciente y el octocrileno al 10% en vaselina mostraron positividad (++) a las 96 h, solo en el fotoparche. El diagnóstico fue de dermatitis fotoalérgica a octocrileno.
Caso clínico 2Una niña de 5 años fue remitida a nuestra consulta por haber presentado 2 episodios de eczema agudo en áreas fotoexpuestas donde se había aplicado previamente 2 fotoprotectores distintos (Isdin Extrem Pediatrics 50+® y Anthelios Dermopediátrics®). La paciente no refería la toma de ningún fármaco, ni aplicación de ningún antiinflamatorio tópico, ni antecedentes de dermatitis atópica. Se realizaron pruebas epicutáneas y de fotoparche con la batería de filtros solares (Marti-Tor®) y con los protectores solares que había usado la paciente. Resultaron positivas (++), a las 48 y 96 h, el octocrileno al 10% en vaselina y el fotoprotector que había usado la paciente (Isdin Extrem Pediatrics 50+®) cuya concentración de octocrileno era del 9%. Con estos datos se realizó el diagnóstico de dermatitis de contacto alérgica al octocrileno.
Las alertas sanitarias sobre los efectos nocivos del sol han llevado a un uso cada vez mayor de fotoprotectores. Hoy en día los filtros solares no solo se encuentran en las cremas fotoprotectoras, sino en multitud de productos de higiene y cosméticos3,4. En paralelo a este aumento en el uso de fotoprotectores se ha observado un incremento en la incidencia de la sensibilización y fotosensibilización a los mismos. Los filtros solares se han clasificado clásicamente en físicos y químicos, siendo estos últimos los que se han asociado con mayor frecuencia con alergia cutánea.
El octocrileno es un compuesto orgánico que pertenece al grupo de los cinamatos. Es un filtro solar químico relativamente nuevo, con capacidad de absorber luz ultravioleta B y A. Su potencia fotoprotectora es débil si se usa de forma aislada, por lo que se suele emplear en combinación con otros filtros solares para obtener fotoprotectores de mayor factor de protección solar y estabilidad, lo que facilita su extensión sobre la piel al mismo tiempo que aumenta su resistencia al agua4.
El octocrileno es potencialmente un importante alérgeno capaz de inducir eczema de contacto de gran intensidad, incluso por transferencia pasiva5. De hecho, este agente ya constituye la principal causa de reacciones adversas cutáneas a filtros solares en algunas series3. Tras revisar la literatura hemos identificado un total de 104 casos de dermatitis de contacto alérgica y/o fotoalérgica por octocrileno, de los cuales 24 corresponden a casos pediátricos1,2,5–7.
En los pacientes adultos los casos de alergia cutánea a octocrileno aparecen normalmente en pacientes previamente sensibilizados a ketoprofeno, que actúa como sensibilizante primario. En estos pacientes la alergia cutánea a octocrileno se trataría de una sensibilización secundaria. En series recientes se ha observado que más del 80% de los pacientes con alergia de contacto a octocrileno tenían historia previa de fotoalegia al ketoprofeno, y esta asociación se confirmaba al observar un resultado positivo del fotoparche a este antiinflamatorio no esteroideo (AINE)6. Además, se ha observado que, en las series que recogen casos de fotoalergia a ketoprofeno, los pacientes mostraban fotoparche positivo a octocrileno (también a otros filtros solares, como benzofenona-3, perfumes como el alcohol cinámico y al fenofibrato) aunque no hubiesen presentado clínica previa de alergia cutánea a estas sustancias6,8,9.
No existe, hasta el momento, una explicación para esta frecuente asociación de fotoalergia a ketoprofeno y octocrileno, ya que ambas moléculas no presentan similitudes químicas9. No obstante, ya existen publicaciones en las que se aconseja a los pacientes con historia de fotoalergia a ketoprofeno evitar el uso de filtros solares químicos que contengan octocrileno (así como benzofenona-3) aunque no hayan presentado alergia cutánea previa a estos filtros solares6.
La mayoría de los casos infantiles de alergia a octocrileno descritos con anterioridad han sido diagnosticados de dermatitis de contacto alérgica a octocrileno sin sensibilización previa a ketoprofeno. En nuestras pacientes no realizamos fotoparche con AINE ya que no referían aplicación de AINE tópicos ni clínica de alergia cutánea asociada a su uso, por lo que al igual que en las series publicadas sugiere una sensibilización primaria al octocrileno, no condicionada por una sensibilización previa a ketoprofeno. En cualquier caso el parche y fotoparche con benzofenona-3 fueron negativos. Destaca por su excepcionalidad el primero de estos 2 casos, que fue diagnosticado de fotoalergia de contacto por octocrileno.
En resumen, describimos 2 casos de alergia de contacto a pantallas solares en niños. En los 2 casos presentados el agente responsable fue el octocrileno, un filtro químico introducido recientemente en el mercado que parece demostrarse como un potente alérgeno, y que en los casos pediátricos actuaría como un sensibilizante primario. Debido a su uso cada vez más generalizado es esperable que se produzca un aumento en la frecuencia de dermatitis alérgica de contacto en niños, lo que podría constituir un motivo de alarma.
Al Dr. Manuel Velasco.