Después de un largo paréntesis etimológico tras los pasos de la melanina y el albinismo, regreso al consultorio de dermatología y lenguaje con dos consultas de lo más interesante, y, además, ambas firmadas. En esta ocasión el consultorio me ha salido algo más largo de lo habitual, pero confío en que lo apasionante de los aspectos debatidos compense de ello al lector interesado en los problemas del lenguaje médico actual. Porque sucede con frecuencia que las cuestiones más interesantes son también las más complejas, y ya se sabe que para lo complejo no siempre hay soluciones sencillas.
13. CORTESÍA EN LAS PUBLICACIONES CIENTÍFICAS
Soy una dermatóloga que sigue con interés y curiosidad los artículos que publica en Actas Dermo-Sifiliográficas, ya que las cuestiones del lenguaje siempre me han interesado y es por eso que me decido a escribirle unas letras no sin miedo de cometer errores, dado que es usted tan purista (que es como debe ser un lingüista). Cada artículo me sorprende al descubrir la cantidad de incorrecciones que usted nos apunta en la utilización de la terminología médica, además de la complicación que supone que los americanos dan significado diferente a algunas palabras latinas como por ejemplo versus. Realmente estoy algo preocupada de cómo podremos ponernos de acuerdo en utilizar la terminología adecuadamente, ya que el uso correcto del lenguaje ha decaído mucho con el correr de los años, sobre todo desde el auge de la lengua inglesa. Algunos, además, lo tenemos peor por ser bilingües (por ejemplo, en castellano y valenciano, que es mi caso, siempre es al contrario la ortografía, pero a veces no, para complicarlo más).
También quiero comentarle algo que me llamó la atención de su artículo consultorio en el volumen 91, número 10 de Actas Dermo-Sifiliográficas donde contestaba sobre terminología al doctor A. González López: ¿es correcto escribir cuando se refiere al mencionado doctor, González López a secas, sin la inicial del nombre, o el apelativo de señor o doctor? A mí me resultaba extraño y poco cortés, pero realmente el entendido es usted.
Me gustaría pensar que la lengua está a nuestro servicio, no nosotros al de ella, me gustaría no sentirme encorsetada utilizando un idioma y seguir creyendo que es pura evolución, como todo en la vida, y que se hace día a día; pero también me gustaría que todos la utilizáramos correctamente para entendernos mejor, y por supuesto con elegancia. Por eso necesitamos quizás buenos lingüistas como usted, pero sea comprensivo y paciente.