La úlcera genital es un motivo de consulta frecuente en la práctica clínica y pueden generar gran ansiedad en el paciente y su entorno1. Su etiología es diversa e incluye causas infecciosas, inflamatorias, farmacológicas, traumáticas y tumorales, pudiendo llegar a ser un reto diagnóstico2. La úlcera genital aguda no infecciosa (UGANI) o de Lipschütz ha sido descrita clásicamente en niñas que aún no han iniciado su vida sexual3, pero puede ser una causa frecuente de úlceras genitales en mujeres adultas sexualmente activas1. A continuación se describe el caso de una mujer joven con una UGANI.
Mujer de 21 años sin antecedentes patológicos y vida sexual activa acudió al servicio de Urgencias por unas úlceras genitales muy dolorosas de una semana de evolución. Además, refería odinofagia y fiebre durante los tres días previos. Negaba relaciones sexuales en los dos meses anteriores o la ingesta de fármacos. A la exploración física, la paciente estaba febril (37,5°C axilar), se palpaban adenopatías cervicales dolorosas y la faringe estaba eritematosa. Se observaba un marcado edema de los labios mayores y múltiples úlceras redondeadas con una base de fibrina y un halo grisáceo, simétricamente distribuidas a ambos lados de la vulva (fig. 1). Los cultivos faríngeos, de la úlcera genital y las serologías para virus Epstein Bar (VEB), incluyendo la aglutinación de anticuerpos heterófilos y la IgM e IgG fueron negativos. También fueron negativas las serologías para citomegalovirus, Mycoplasma pneumoniae, sífilis y VIH, así como las PCR de frotis de las úlceras para virus herpes tipo 1 y 2, Treponema pallidum, linfogranuloma venéreo, Chlamydia trachomatis serotipos D-K y Haemophilus ducreyi. No se realizaron PCR para virus de la influenza u otros virus respiratorios. La paciente se trató con ibuprofeno 400 mg cada ocho horas vía oral durante cuatro días, fomentos de agua de Goulard y metilprednisolona 1% en crema durante 10 días, con lo que evolucionó favorablemente, sin complicaciones, con una disminución del dolor y la cicatrización de las ulceraciones en las siguientes semanas.
La UGANI es una patología de etiología desconocida caracterizada por úlceras dolorosas y necróticas de inicio agudo, clásicamente de distribución simétrica «en beso» o «besadoras» o «kissing ulcers». En ocasiones es precedida por síntomas gripales o del tipo mononucleosis. Es más frecuente en mujeres jóvenes y en niñas que no han iniciado la actividad sexual3,4, siendo excepcionales los casos en menores de dos años5. No existen criterios diagnósticos claros, por lo que es considerado un diagnóstico de exclusión, debiendo descartarse infecciones de transmisión sexual como principal diagnóstico diferencial (tabla 1)1. Habitualmente no es necesario realizar una biopsia mucosa1. En su etiopatogenia parece estar involucrada una reacción de hipersensibilidad a virus o bacterias como VEB, Mycoplasma pneumoniae, citomegalovirus, virus de la influenza y Salmonella. Como consecuencia, se produciría un depósito de inmunocomplejos, la activación del complemento, una trombosis de vasos pequeños y una necrosis tisular1,5,6.
Etiología de úlceras genitales agudas
Infecciosa | Virus herpes simple 1 y 2 |
Virus Epstein Bar | |
Virus varicela-zóster | |
Infección aguda por VIH | |
Sífilis | |
Chancroide | |
Linfogranuloma venéreo | |
Leishmaniasis | |
Mycoplasma pneumoniae | |
Inflamatoria | Enfermedad de Behçet |
Aftosis recurrente | |
Pioderma gangrenoso | |
Liquen plano erosivo | |
Enfermedad de Crohn | |
Farmacológica | Eritema fijo pigmentario |
Eritema multiforme | |
Síndrome de Stevens-Johnson | |
Necrosis epidérmica tóxica | |
Úlceras por metotrexato o foscarnet | |
Traumática | Abuso sexual |
Contusiones | |
Dermatitis artefacta | |
Neoplásicas o preneoplásicas | Carcinoma escamoso |
Enfermedad de Paget extramamaria | |
Eritroplasia de Queyrat |
Fuente: Sehgal y cols6.
Pese a que la UGANI se ha asociado a la edad pediátrica, en una reciente publicación que analizó una serie de 110 mujeres con úlceras genitales, el 30% se diagnosticó de UGANI con un promedio de edad de 29 años (10-79 años), y más del 80% de ellas ya habían iniciado su vida sexual. Ningún caso se presentó con úlceras simétricas o «en beso». Lo más frecuente fueron ulceraciones múltiples en el vestíbulo vulvar, pero existía un gran polimorfismo en la expresión clínica. Hasta un 30% había presentado episodios previos. En el 27% se detectó un microorganismo asociado como citomegalovirus, VEB, Mycoplasma pneumoniae o parvovirus B191.
En la UGANI las ulceraciones generalmente se resuelven espontáneamente en dos a tres semanas sin dejar cicatrices. El tratamiento de la UGANI se basa en medidas de soporte y control del dolor. Se han utilizado baños de asiento con agua tibia o fomentos, limpieza local y analgesia oral (antiinflamatorios no esteroideos o paracetamol) o anestésicos tópicos como la lidocaína 2%. En los casos moderados-graves se pueden prescribir corticoides tópicos de potencia elevada, reservando los corticoides sistémicos para los casos con lesiones necróticas múltiples. Los antibióticos orales sólo están indicados en caso de sobreinfección de las úlceras o de celulitis acompañante6. La UGANI puede recurrir hasta en un tercio de los pacientes. En los casos recidivantes es necesario descartar la enfermedad de Behçet1.
La UGANI es una patología que se debe tener en cuenta en el diagnóstico diferencial de las úlceras genitales en mujeres adultas, incluso en aquellas con vida sexual activa, y en casos recurrentes. Es un diagnóstico de exclusión, por lo que es necesario realizar siempre un despistaje de infecciones de transmisión sexual.
FinanciaciónEste trabajo no ha recibido ningún tipo de financiación.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.