Información de la revista
Vol. 102. Núm. 3.
Páginas 199-205 (abril 2011)
Compartir
Compartir
Descargar PDF
English PDF
Más opciones de artículo
Visitas
10870
Vol. 102. Núm. 3.
Páginas 199-205 (abril 2011)
Original
Acceso a texto completo
Melanoma, altitud y radiación UVB
Melanoma, altitude, and UV-B radiation
Visitas
10870
P. Aceituno-Maderaa,
Autor para correspondencia
pedroaceituno40@hotmail.com

Autor para correspondencia.
, A. Buendía-Eismanb, F.J. Olmoc, J.J. Jiménez-Moleónd, S. Serrano-Ortegab
a Servicio de Dermatología, Hospital Clínico Universitario San Cecilio, Granada, España
b Departamento de Dermatología, Facultad de Medicina, Universidad de Granada, España
c Departamento de Física Aplicada, Facultad de Ciencias, Universidad de Granada, Granada, España
d Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, Facultad de Medicina, Universidad de Granada, Granada, España
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Resumen
Texto completo
Bibliografía
Descargar PDF
Estadísticas
Figuras (3)
Mostrar másMostrar menos
Tablas (2)
Tabla 1. Localización de los piranómetros en las estaciones de medida. Latitud, longitud y altitud sobre el nivel del mar
Tabla 2. Número total de casos de melanoma agrupados en intervalos de 100 m de altitud por lugar de residencia, población que reside a ese intervalo de altura, prevalencia de melanoma por 1.000 habitantes, intervalo de confianza (IC) al 95% para la prevalencia de melanoma
Mostrar másMostrar menos
Resumen
Introducción

La radiación ultravioleta (UV) es el principal factor de riesgo ambiental modificable en el desarrollo del melanoma cutáneo. Muchas de las poblaciones de nuestra provincia están situadas a gran altitud, recibiendo elevadas dosis de radiación UVB. Nuestro objetivo es analizar una posible asociación entre melanoma y altitud y medir la dosis eritemática diaria a diferentes altitudes.

Material y métodos

Realizamos un estudio ecológico, en el que se trató de relacionar la prevalencia de melanoma, la altitud y la dosis eritemática diaria. El periodo de estudio comprendió los últimos 25 años (1982-2007). Calculamos la prevalencia de melanoma con aquellos pacientes diagnosticados clínica e histológicamente de melanoma, procedentes del Hospital Clínico Universitario “San Cecilio”. Los individuos del estudio debían tener su lugar de residencia en la provincia de Granada. Calculamos la prevalencia de melanoma a intervalos de 100 m de altitud y estimamos la dosis eritemática diaria a partir de las medidas de radiación UVB realizadas con piranómetros situados a 0, 680, 1.200, 2.100 y 3.398 m de altitud durante la campaña VELETA-2002.

Resultados

La prevalencia de melanoma más alta está situada en el intervalo comprendido entre los 1.400-1.499 m a.s.l (intervalo con núcleos de población situados a mayor altitud) con 2,36 por 1.000 habitantes IC al 95% (0,64-6,03) por 1.000 habitantes. A partir de los 700 m de altura la dosis eritemática diaria aumenta de forma exponencial a medida que ascendemos en altitud.

Conclusiones

Este estudio encuentra una tendencia al aumento en la prevalencia de melanoma al ascender en altitud, siendo más intenso a partir de los 700 m a.s.l.

Palabras clave:
Incidencia melanoma
Altitud
Radiación UVB
Abstract
Background and objectives

UV radiation is the main modifiable risk factor for the development of cutaneous melanoma. Many people in the Spanish province of Granada live at high altitudes and, therefore, receive high doses of UV-B radiation. The aims of this study were to assess the possible association between melanoma and altitude and to measure the daily erythemal dose at different altitudes.

Material and methods

An epidemiological study was carried out between 1982 and 2007 to assess the relationship between altitude, daily erythemal dose, and the prevalence of melanoma. We calculated the prevalence of melanoma in patients with a clinical and histological diagnosis of melanoma at Hospital Clínico Universitario San Cecilio in Granada, Spain. All individuals were required to be residents of the province of Granada in order to be included in the study. The prevalence of melanoma was calculated for altitude intervals of 100 m. Daily erythemal dose was estimated using measures of UV-B radiation obtained with pyranometers at altitudes of 0, 680, 1200, and 3398 m above sea level during the Evaluation of the Effects of Elevation and Aerosols on UV Radiation (VELETA) 2002 field campaign.

Results

The highest prevalence of melanoma was found between 1400 and 1499 m above sea level (the interval at which the highest settlements are found), with a rate of 2.36 cases per 1000 inhabitants (95% confidence interval, 0.64–6.03). Above 700 m, the daily erythemal dose increased exponentially with increasing altitude.

Conclusions

We observed a tendency toward increased prevalence of melanoma at higher altitude, with higher prevalences observed beyond 700 m above sea level.

Keywords:
Melanoma incidence
Altitude
UVB radiation
Texto completo
Introducción

La incidencia del melanoma cutáneo presenta un continuo incremento desde una perspectiva mundial, especialmente en la raza caucásica y en los países industrializados1,2. En España la tasa de incidencia de melanoma también ha aumentado en las últimas décadas3. Se sabe que en el desarrollo del melanoma el principal factor de riesgo ambiental modificable es la exposición a la radiación ultravioleta (UV)4,5.

Suiza y el Tirol austriaco presentan una mayor incidencia de melanoma con respecto a otros países de Europa central que están situados a una latitud similar6. Estas diferencias son mayores aun si observamos de forma independiente la incidencia del melanoma localizado en la cabeza, el más relacionado con la radiación UV acumulada7. Este exceso en la incidencia de melanoma en Austria y Suiza puede explicarse por la relación altitud-dosis eritemática. A medida que ascendemos en altitud se va a producir un aumento de la dosis eritemática recibida. Los artículos que abordan la posible relación del melanoma con la altitud son pocos y sus resultados contradictorios8,9.

La provincia de Granada está situada al Sureste de España y recibe más de 3.000 horas de luz solar anuales. Presenta 71 kilómetros de costa, que limitan con el Mar Mediterráneo. La presencia del macizo de Sierra Nevada hace que más del 50% de la superficie terrestre de nuestra provincia se encuentre por encima de los 1.000 metros (m) de altitud sobre el nivel del mar (a.s.l)10. Por tanto, son muchas las poblaciones que están situadas a gran altura. La altitud de los núcleos de población en la provincia de Granada oscila entre los 5 m y 1.476 m a.s.l. Desde un punto de vista teórico, a mayor altitud deberíamos encontrar mayores dosis de radiación UV, debido fundamentalmente al menor recorrido de la radiación UV en la atmósfera y, como consecuencia, la menor extinción (absorción y dispersión) debida a los componentes atmosféricos. Por tanto, debería existir una mayor prevalencia de melanoma a medida que ascendemos en altura.

Nuestros objetivos son estudiar la relación entre la prevalencia de melanoma, la altitud y la dosis eritemática diaria, estudiando la prevalencia de melanoma en función de la altitud del lugar de residencia de cada paciente.

Material y métodos

Se diseñó un estudio ecológico, con todos los residentes de la provincia de Granada que fueron clínica e histológicamente diagnosticados de melanoma en el Hospital Clínico Universitario “San Cecilio” en los últimos 25 años (1982-2007). Los casos fueron divididos en grupos en función de su lugar de residencia a intervalos de 100 m de altitud desde el nivel del mar hasta Trévelez, el núcleo de población situado a mayor altitud. Se calculó posteriormente la prevalencia de melanoma para el periodo 1982-2007 en cada uno de los grupos en conjunto y por altitud, considerando solo los casos de melanoma diagnosticados y en tratamiento durante ese periodo en la población existente a mitad de periodo11. La altitud y el número de habitantes de cada población se obtuvo respectivamente del Instituto Andaluz de Estadística12 y el Instituto Nacional de Estadística13.

La dosis eritemática se estimó a partir de las medidas continuas de irradiancia UVB realizadas con piranómetros de banda ancha (Robertson-Berger modelo YES UVB-1) durante la campaña VELETA-200214-16 (tabla 1). Los voltajes medidos por los instrumentos fueron convertidos a irradiancia eritemática aplicando un factor de calibración adecuado. Este factor de calibración se determinó para cada piranómetro por la comparación con el estándar utilizado en la campaña durante los días dedicados a la intercomparación14-16. El método de calibración que se utilizó es el recomendado por la Organización Meteorológica Mundial (WMO). Los datos de irradiancia UVB utilizados en este trabajo corresponden a condiciones de cielo sin nubes.

Tabla 1.

Localización de los piranómetros en las estaciones de medida. Latitud, longitud y altitud sobre el nivel del mar

Lugar de medida  Latitud, longitud  Altitud (m a.s.l) 
Motril  36° 45’ N, 3° 31’ W  10 
Armilla  37° 09’ N, 3° 37’ W  680 
Pitres  36° 56’ N, 3° 19’ W  1.252 
Las Sabinas  37° 05’ N, 3° 23’ W  2.173 
Pico Veleta  37° 03’ N, 3° 21’ W  3.398 

Teniendo en cuenta los resultados de la campaña VELETA-200214-16 para analizar la variación diaria de la irradiancia UVB en las distintas estaciones de medida, así como para el cálculo de la dosis eritemática diaria y su variación con la altura, se eligió un día tipo de la campaña, el 18 de julio de 2002. El análisis metereológico de ese día mostró una situación sinóptica gobernada por una baja térmica situada sobre la Península Ibérica. Los vientos fueron débiles, principalmente ageostróficos y dirigidos por la geografía. El sistema LIDAR (Light Detection And Ranging) utilizado durante la campaña detectó la llegada de una masa de aire rica en polvo mineral entre los 3 y 4km de altitud, la cual se mezcló con la capa límite atmosférica durante la noche. El análisis de retrotrayectorias mostró una masa de aire continental asociada a un evento de polvo sahariano. Esta situación atmosférica durante el 18 de julio provocó que se registrara al mediodía el mayor efecto con la altitud entre la estación más baja y más alta durante la campaña, con un aumento del valor del UVI cercano a 3 entre estas dos estaciones. También se analizaron durante la campaña los efectos de las superficies en pendiente sobre las medidas de la irradiancia UVB. Los resultados mostraron que la medida realizada sobre la superficie horizontal no se vio perturbada sustancialmente. La proximidad horizontal entre las estaciones de medida nos permite asegurar que los cambios principales en las medidas de irradiancia UVB se debieron fundamentalmente a las diferencias de altitud.

Se consideraron las siguientes variables:

  • 1.

    Dosis eritemática diaria en función de la altitud (mJ/cm2).

  • 2.

    Altitud del núcleo de población (metros).

  • 3.

    Prevalencia de melanoma durante el periodo 1982-2007 en la población que reside a diferentes altitudes (intervalos de 100 metros).

Teniendo en cuenta la ley fundamental de la extinción de la radiación solar en la atmósfera (ley de Beer-Bouguer-Lambert)17, que describe el decaimiento exponencial de la radiación teniendo en cuenta el camino recorrido por la misma y los procesos de dispersión y absorción debidos a los distintos componentes atmosféricos, en este trabajo se ha utilizado una función con decaimiento exponencial de primer orden para correlacionar las variables medidas con la altura. Primero se analizó la relación entre la altitud (variable independiente) y la dosis eritemática diaria (variable dependiente), después se analizó la relación entre la altitud (variable independiente) y la prevalencia de melanoma (variable dependiente). Se utilizó el coeficiente de determinación (R2) para evaluar las correlaciones y obtener una evaluación de la varianza de los datos experimentales explicada por el modelo. En el proceso de iteración, para ajustar el modelo exponencial se dejó libertad en todos los parámetros por defecto.

Resultados

Se observa una fuerte correlación entre la altitud y la dosis eritemática diaria. A medida que ascendemos en altitud aumenta la dosis eritemática diaria, haciéndolo de forma exponencial a partir de los 700 m a.s.l (figs. 1 y 2).

Figura 1.

Prevalencia de melanoma durante el periodo (1982-2007) a intervalos de 100 m y dosis eritemática diaria en función de la altitud en la provincia de Granada. También se muestran las medidas de dosis eritemática diaria calculada por Rigel (1999) en función de la altitud para Vail, Avon (Colorado) y Nueva York en EE. UU.

(0.27MB).
Figura 2.

Regresión exponencial para la altitud y la dosis eritemática diaria en la provincia de Granada (18 de julio de 2002).

(0.13MB).

Se observa una tendencia al aumento en la prevalencia de melanoma a medida que ascendemos en altitud, siendo más intenso a partir de los 700 m a.s.l. No obstante, encontramos una elevada prevalencia en las poblaciones cercanas a la costa (primeros 100 m a.s.l). La prevalencia de melanoma más alta está situada en el intervalo comprendido entre los 1.400-1.499 m a.s.l (intervalo con núcleos de población situados a mayor altitud) con 2,36 por 1.000 habitantes, IC al 95% (0,64-6,03) por 1.000 habitantes (tabla 2) (fig. 1). La correlación observada entre la altitud y la prevalencia de melanoma es de tipo exponencial (fig. 3).

Tabla 2.

Número total de casos de melanoma agrupados en intervalos de 100 m de altitud por lugar de residencia, población que reside a ese intervalo de altura, prevalencia de melanoma por 1.000 habitantes, intervalo de confianza (IC) al 95% para la prevalencia de melanoma

Altitud  N.° casos  N.° habitantes*  Prevalencia (x 1.000 habitantes)  IC 95% (x 1.000 habitantes) 
0-99  138  88.701  1,55  (1,29-1,82) 
100-199  3.442  0,58  (0,07-2,1) 
200-299  8.206  0,97  (0,24-1,71) 
300-399  2.160  0,92  (0,11-3,34) 
400-499  40  33.350  1,20  (0,81-1,59) 
500-599  35  55.459  0,63  (0,41-0,85) 
600-699  81  81.197  1,00  (0,77-1,22) 
700-799  431  329.453  1,31  (1,18-1,43) 
800-899  87  64.103  1,36  (1,06-1,65) 
900-999  37  48.309  0,76  (0,51-1,02) 
1.000-1.099  17  13.690  1,24  (0,62-1,87) 
1.100-1.199  14  9.749  1,44  (0,63-2,24) 
1.200-1.299  4.066  0,98  (0,27-2,52) 
1.300-1.399  1.704  1,76  (0,36-5,14) 
1.400-1.499  1.696  2,36  (0,64-6,03) 
*

Población media a mitad de periodo (1982-2007).

Figura 3.

Regresión exponencial para la altitud y la prevalencia de melanoma en el periodo (1982-2007) a intervalos de 100 m de altitud en la provincia de Granada.

(0.14MB).
Discusión

En este trabajo, a medida que ascendemos en altura, se observa una tendencia al aumento en la prevalencia de melanoma, siendo más intenso a partir de los 700 m a.s.l. De forma paralela se observa un aumento de la dosis eritemática diaria con la altitud, siendo este incremento exponencial a partir de los 700 m a.s.l. La prevalencia de melanoma más alta se encuentra en el intervalo 1.400-1.499 m a.s.l (por encima de esta altitud no existen más núcleos de población). No obstante, en los primeros 100 m a.s.l (donde están situadas las poblaciones de costa) también se encuentra una elevada prevalencia (tabla 2) (fig. 1).

La tendencia al aumento en la prevalencia de melanoma con la altitud puede deberse a unos mayores valores de dosis eritemática diaria a medida que ascendemos en altura. El aumento de tipo exponencial de la dosis eritemática diaria a partir de los 700 m a.s.l puede deberse a la ubicación de la capa límite atmosférica, que suele situarse en esta zona entre los 1.000-1.200 m a.s.l, rompiéndose y ascendiendo en algunos casos a partir del mediodía solar debido al calentamiento radiativo de las superficies. Por encima de la capa límite atmosférica se encuentra muy poca concentración de aerosoles, disminuyendo la absorción y dispersión de la radiación UV debida a las partículas. Así, a medida que ascendemos en altitud encontramos unos mayores valores de dosis eritemática diaria. La elevada prevalencia observada en los primeros 100 m puede deberse a una mayor exposición solar durante las actividades recreativas debido a la cercanía de la playa.

El aumento en la incidencia de melanoma es evidente a medida que disminuye la latitud en EE. UU. y Australia18-21. Esta asociación negativa parece no cumplirse en Europa, donde las menores incidencias las encontramos en los países situados más próximos al Ecuador, fenómeno atribuido a la mayor pigmentación de la población mediterránea22-25. Al disminuir la latitud, la dosis eritemática es mayor debido al menor ángulo cenital.

Rigel et al9, en EE. UU., midieron el aumento de la irradiación UV recibida (J/cm2) a medida que se incrementa la altitud. Estos autores establecieron una relación exponencial entre la irradiancia UVB (mW/cm2) y la altitud, concluyendo que aquellas regiones situadas a altitudes elevadas deberían presentar un aumento en la incidencia de melanoma. Sin embargo, no acompañaron sus datos de una casuística clínica como refuerzo a dicha hipótesis. Además, en este trabajo los autores no informan del intervalo de integración para el cálculo de la dosis eritemática, que expresan en J/cm2, por lo que es difícil poder comparar sus resultados con otros semejantes. Para comparar sus medidas de dosis eritemática con las del presente trabajo se han empleado razones de cambio. Estas razones de cambio con la altura de la dosis eritemática en la provincia de Granada son semejantes a las encontradas por estos autores en EE. UU. De acuerdo con la hipótesis de Rigel (1999) se encontró una tendencia al aumento en la prevalencia de melanoma a medida que ascendemos en altitud en la provincia de Granada.

Richtig et al8 observaron en la provincia de Styria (Austria) una menor incidencia de melanoma en aquellos lugares que estaban situados a mayor altitud y en aquellos con un mayor número medio de horas de sol. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que en su estudio la mayor altitud media considerada es de 957 m a.s.l, límite que puede verse muy afectado por la altura de la capa límite atmosférica en cada población. Además, solo tuvieron en cuenta regiones cuyas altitudes medias oscilaban entre los 285-957 m a.s.l, lo que dificulta poder establecer un gradiente vertical de cambio, como se puede observar en la figura 1. En este trabajo se han tenido en cuenta poblaciones desde el nivel del mar hasta los 1.476 m a.s.l, considerando situaciones tanto dentro como fuera de la capa límite atmosférica.

Hasta hace pocos años únicamente se utilizaban encuestas de carácter retrospectivo para hacer una estimación de la radiación UV y su relación con el melanoma, mientras que solo de forma reciente se han empleado piranómetros como método objetivo para medir la radiación UV acumulada4,26-30.

El metaanálisis realizado por Gandini et al31 revela la existencia de una asociación positiva entre la exposición total a la radiación UV y la incidencia de melanoma. La dosis eritemática media anual (mJ/cm2) se correlaciona positivamente con la incidencia de melanoma32. En la misma línea este trabajo ha encontrado un incremento de la prevalencia de melanoma a medida que aumenta la dosis eritemática diaria.

Se ha asociado el aumento del flujo medio anual de UVB con un mayor riesgo de desarrollar melanoma en ambos sexos29. Cuando se relaciona el lugar de residencia del individuo con el tiempo medio pasado al aire libre para calcular la dosis eritemática acumulada, se encuentra en mujeres un aumento del riesgo de melanoma en el grupo de mayor exposición solar33. Estudios recientes apuntan hacia una relación de tipo lineal entre la radiación UVB acumulada y el riesgo de melanoma30.

Si se compara la incidencia de melanoma ajustada por superficie relativa corporal se encuentra en individuos mayores de 60 años la mayor incidencia de melanoma en la cabeza y el cuello, donde la radiación UV acumulada es mayor34. Además, el melanoma es más frecuente en las piernas de las mujeres, donde la radiación UV acumulada es mayor que en las piernas de los hombres35.

Como limitaciones del estudio se debe tener en cuenta que la dosis eritemática diaria en función de la altitud en este trabajo es una medida ambiental, y no se ha podido medir la exposición solar individual. Además, de forma ideal debería haber recogido los diferentes lugares de residencia, ya que un individuo ha podido vivir en diferentes puntos geográficos y por tanto recibir una dosis eritemática diaria variable, pero se carecía de ese dato. También se debe tener en cuenta que el lugar de residencia puede ser diferente al lugar de trabajo. No se han recogido las variantes clínico-patológicas de melanoma relacionándolas con la altitud y la dosis eritemática diaria. Al ser un estudio ecológico, y por la información disponible, no se han podido considerar otros factores de riesgo de melanoma. La falta de significación estadística puede ser atribuible al pequeño número de casos a elevadas altitudes. Este pequeño número de casos nos ha impedido calcular tasas anuales de incidencia de melanoma.

En este trabajo observamos una tendencia al aumento en la prevalencia de melanoma con la altitud, siendo más intenso a partir de los 700 m a.s.l. Son necesarios más estudios que tengan en cuenta otros factores y marcadores de riesgo de melanoma (exposición solar individual, patrón de exposición, fototipo) y el tipo histológico de melanoma para poder confirmar esta posible asociación positiva melanoma-altitud.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Financiación

La campaña VELETA-2002 fue financiada por el Ministerio de Educación y Ciencia de España a través del proyecto coordinado REN2000-0903/CLI.

Agradecimientos

A los investigadores de la Campaña VELETA-2002, al Ministerio de Educación y Ciencia español, que contribuyó a la financiación de dicha campaña, y a todos los dermatólogos que han trabajado y trabajan en la Unidad de melanomas del hospital universitario San Cecilio por contribuir a la recogida de datos del Registro de melanomas. Al proyecto de excelencia de la Junta de Andalucía P08-RNM-3568.

Bibliografía
[1]
C.B. Ko, S. Walton, K. Keczkes, H.P. Bury, C. Nicholson.
The emerging epidemic of skin cancer.
Br J Dermatol., 130 (1994), pp. 269-272
[2]
H.M. Gloster Jr., D.G. Brodland.
The epidemiology of skin cancer.
Dermatol Surg., 22 (1996), pp. 217-226
[3]
S. Sáenz, J. Conejo-Mir, A. Cayuela.
Epidemiología del melanoma en España.
Actas Dermosifiliogr., 96 (2005), pp. 411-418
[4]
J.M. Elwood, J. Jopson.
Melanoma and sun exposure: an overview of published studies.
Int J Cancer., 73 (1997), pp. 198-203
[5]
M.A. Tucker, A.M. Goldstein.
Melanoma etiology: where are we? Oncogene., 22 (2003), pp. 3042-3052
[6]
Curado MP, Edwards B, Shin HR, Storm H, Ferlay J, Heanue M, et al. Cancer Incidence in Five Continents. Vol. IX. N.¿ 160. Lyon: IARC Scientific Publications; 2007.
[7]
M. Moehrle, C. Garbe.
Does mountaineering increase the incidence of cutaneous melanoma?.
Dermatology., 199 (1999), pp. 201-203
[8]
E. Richtig, A. Berghold, G. Schwantzer, A. Ott, F. Wolfelmaier, B. Karner, et al.
Clinical epidemiology of invasive cutaneous malignant melanoma in the Austrian province Styria in the years 2001-2003 and its relationship with local geographical, meteorological and economic data.
Dermatology., 214 (2007), pp. 246-252
[9]
D.S. Rigel, G.E. Rigel, A.C. Rigel.
Effects of altitude and latitude on ambient UVB radiation.
J Am Acad Dermatol., 40 (1999), pp. 114-116
[10]
A. Buendía, E. Feriche, J.E. Muñoz, A. Cabrera, S. Serrano.
Evaluation of a school intervention program to modify sun exposure behaviour.
Actas Dermosifiliogr., 98 (2007), pp. 332-344
[11]
Greenland S, Rothman KJ. Measures of occurrence. En: Rothman KJ, Greenland S, Lash TL, editores. Modern epidemiology. 3.a ed. Filadelfia: Lippincott Williams & Wilkins; 2008. p. 32–50.
[12]
Sistema de información multiterritorial de Andalucía. Instituto Andaluz de Estadística [consultado 18/11/2008]. Disponible en: http://www.juntad eandalucia.es:9002/sima/smind18.htm
[13]
Cifras oficiales de población. Instituto Nacional de Estadística [consultado 18/11/2008]. Disponible en: http://www.ine.es/jaxi/menu.do?type=pcaxis&path=%2Ft20%2Fe260&file=inebase&L=
[14]
Y. Sola, J. Lorente, E. Campmany, X. De Cabo, J. Bech, A. Redaño, et al.
Altitude effect in UV radiation during the Evaluation of the Effects of Elevation and Aerosols on the Ultraviolet Radiation 2002 (VELETA-2002) field campaign.
J Geophys Res., 113 (2008), pp. D23202
[15]
A.M. Diaz, O.E. García, J.P. Diaz, F.J. Exposito, M.P. Utrillas, J.A. Martínez, et al.
Aerosol radiative forcing efficiency in the UV region over southeastern Mediterranean: VELETA 2002 campaign.
J Geophys Res., 112 (2007), pp. 1-13
[16]
L. Alados-Arboledas, A. Alcántara, F.J. Olmo, J.A. Martínez-Lozano, V. Estellés, V. Cacorro, et al.
Atmos Environ., 42 (2006), pp. 2654-2667
[17]
K.N. Liou.
An introduction to Atmospheric Radiation.
2.a ed., Elsevier Science and Technology, (2002),
[18]
J.A.H. Lee, J. Scotto.
Melanoma: linked temporal and latitude changes in the United States.
Cancer Causes Control., 4 (1993), pp. 413-418
[19]
J.L. Bulliard, B. Cox, J.M. Elwood.
Latitude gradients in melanoma incidence and mortality in the non-Maori population of New Zealand.
Cancer Causes Control., 5 (1994), pp. 234-240
[20]
M.J. Eide, M.A. Weinstock.
Association of UV index, latitude, and melanoma incidence in nonwhite populations--US Surveillance, Epidemiology, and End Results (SEER) Program, 1992 to 2001.
Arch Dermatol., 141 (2005), pp. 477-481
[21]
S. Hu, F. Ma, F. Collado-Mesa, R.S. Kirsner.
UV radiation, latitude, and melanoma in US Hispanics and blacks.
Arch Dermatol., 140 (2004), pp. 819-824
[22]
Dore JF, Boniol M. Environment influences on cutaneous melanoma. En: Thompson JF, Morton DL, Kroon BBR, editores. Textbook of Melanoma. Londres: Dunitz; 2004. p. 43–55.
[23]
A. Jemal, S.S. Devesa, T.R. Fears, P. Hartge.
Cancer surveillance series: changing patterns of cutaneous malignant melanoma mortality rates among whites in the United States.
J Natl Cancer Inst., 92 (2000), pp. 811-818
[24]
T. Sinha, R. Benedict.
Relationship between latitude and melanoma incidence: international evidence.
Cancer Letters., 99 (1996), pp. 225-231
[25]
A. Katsambas, E. Nicolaidou.
Cutaneous melanoma and sun exposure: recent developments in epidemiology.
Arch Dermatol., 132 (1996), pp. 440-450
[26]
J.M. Elwood, R.P. Gallagher, G.B. Hill, J.C. Pearson.
Cutaneous melanoma in relation to intermittent and constant sun exposure—the Western Canada Melanoma Study.
Int J Cancer., 35 (1985), pp. 427-433
[27]
C.D. Holman, B.K. Armstrong, P.J. Heenan.
Relationship of cutaneous malignant melanoma to individual sunlight-exposure habits.
J Natl Cancer Inst., 76 (1986), pp. 403-414
[28]
J.M. Ródenas, M. Delgado-Rodríguez, M.T. Herranz, J. Tercedor, S. Serrano.
Sun exposure, pigmentary traits, and risk of cutaneous malignant melanoma: A case-control study in a Mediterranean population.
Cancer Causes Control., 7 (1996), pp. 275-283
[29]
T.R. Fears, C.C. Bird, D. Guerry IV, R.W. Sagebiel, M.H. Gail, D.E. Elder, et al.
Average midrange ultraviolet radiation flux and time outdoors predict melanoma risk.
Cancer Res., 62 (2002), pp. 3992-3996
[30]
C.S. Lea, J.A. Scotto, P.A. Buffler, J. Fine, F.L. Barnhil, M. Berwick.
Ambient UVB and Melanoma Risk in the United States: A Case-Control Analysis.
Ann Epidemiol., 17 (2007), pp. 447-453
[31]
S. Gandini, F. Sera, M.F. Cattaruzza, P. Pasquini, O. Picconi, P. Boyle, et al.
Meta-analysis of risk factors for cutaneous melanoma: II. Sun exposure.
Eur J Cancer., 41 (2005), pp. 45-60
[32]
B.K. Armstrong, A. Kricker.
Epidemiology of skin cancer.
Photochem Photobiol., 63 (2001), pp. 8-18
[33]
C.C. Solomon, E. White, A.R. Kristal, T. Vaugnh.
Melanoma and lifetime UV radiation.
Cancer Causes Control., 15 (2004), pp. 893-902
[34]
D.C. Whiteman, C.A. Bray, V. Siskind, D. Hole, R.M. MacKie, A.C. Green.
A comparison of the anatomic distribution of cutaneous melanoma in two populations with different levels of sunlight: the west of Scotland and Queensland, Australia 1982-2001.
Cancer Causes Control., 18 (2007), pp. 485-491
[35]
A.V. Parisi, M.G. Kimlin, R. Lester, D. Turnbull.
Lower body anatomical distribution of solar ultraviolet radiation on the human form in standing and sitting postures.
J Photochem Photobiol., 69 (2003), pp. 1-6
Copyright © 2010. Elsevier España, S.L. y AEDV
Descargar PDF
Idiomas
Actas Dermo-Sifiliográficas
Opciones de artículo
Herramientas
es en

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?

Are you a health professional able to prescribe or dispense drugs?