La ecografía clínica ha experimentado un gran avance en los últimos años, estableciéndose su uso como un apoyo a la exploración física de pacientes con enfermedades urgentes.
Una mujer de 62 años, sin antecedentes de interés, consultó porque, tras manipular un vidrio, comenzó con un dolor punzante en el pulpejo del tercer dedo de la mano izquierda. Al observar el dedo, no se visualizó ninguna lesión, pero el dolor persistía a pesar de la toma de analgésicos (paracetamol, a dosis de 1g/cada 8h).
La sospecha clínica fue que hubiera un cuerpo extraño, por lo que se realizó una ecografía clínica con una sonda lineal mediante la técnica «water-bath» (inmersión del tejido en un medio líquido), en la que se objetivó la presencia de una imagen hiperecogénica en el interior del pulpejo (figs. 1A y B).
A la paciente se le extrajo quirúrgicamente la esquirla, objetivada en la ecografía, en el servicio de cirugía plástica (fig. 1C).
La técnica «water-bath»1 nos permite visualizar estructuras superficiales sin necesidad de utilizar un gel conductor, y sin necesidad de apoyar la sonda en el paciente, lo cual se traduce en una técnica no dolorosa que nos permite obtener imágenes con una buena resolución. Se aplica a superficies irregulares y pequeñas, en las que se pierde el contacto con el transductor y el foco de mayor resolución que se centra en mitad de la pantalla no se optimiza, debido a la proximidad del órgano o la estructura insonada con el transductor. La colocación de una interfase líquida de mayor profundidad, como el agua en la que se sumerge la extremidad, permite que toda la superficie que insonamos contacte con la superficie líquida y que, además, se sitúe en mitad del campo ecográfico (algo que mejora sustancialmente la calidad de la imagen obtenida).
Las principales indicaciones son la detección de cuerpos extraños en las manos, en los pies o en superficies irregulares, poco profundas y de pequeño tamaño; la valoración de algunas infecciones de la piel y de partes blandas, como la presencia de abscesos; y la exploración de lesiones músculo-esqueléticas y/o tendinosas.
La técnica se lleva a cabo de la siguiente forma: En primer lugar, se introduce la parte del cuerpo a examinar en un recipiente relleno de suero o agua templada. Posteriormente, se introduce la sonda en dicho recipiente y se coloca perpendicular a 1cm de la piel, aproximadamente, obteniendo así las imágenes. No es necesario que el transductor entre en contacto con la piel del paciente, dado que el agua actúa como un excelente medio de conducción y de esta manera no se necesita ningún gel de ultrasonidos.
La ecografía clínica potenciada por la técnica de «water-bath» permite la detección de cuerpos extraños difíciles de percibir con la inspección. A pesar de estar infrautilizada, tiene un especial interés en las superficies irregulares, pequeñas y poco profundas, dada su sencillez e inocuidad.
Conflicto de interesesNo existe conflicto de intereses.