La hidradenitis supurativa es la inflamación crónica de las glándulas apocrinas cutáneas. Pese a los avances terapéuticos, la respuesta a los diversos tratamientos sigue siendo limitada. Así mismo, la hidradenitis supurativa estará muy relacionada con diversos trastornos de base inmunológica1. Hasta este momento, el adalimumab es el único fármaco que ha sido aprobado por la Agencia Europea de Medicamentos para su tratamiento. Por otro lado, a pesar de que se han observado resultados clínicos alentadores, la respuesta de la hidradenitis supurativa al adalilumab sigue siendo subóptima2, lo que hace necesario el desarrollo de nuevos tratamientos inmunosupresores. A pesar de que el uso de tratamientos con efecto antiinflamatorio es ampliamente conocido en la hidradenitis supurativa, la utilización de corticoides sistémicos tiene una evidencia escasa, ya que hasta este momento tanto el número de casos3-5 como de series6,7 publicados son limitados. El objetivo del presente estudio fue valorar el uso de los corticoides sistémicos como terapia complementaria en las hidradenitis supurativas.
Se diseñó un estudio de cohorte retrospectivo. Los pacientes se recogieron desde la consulta monográfica de enfermedades anexiales del servicio de dermatología de un hospital de nivel terciario localizado en Lisboa. Los datos se obtuvieron tanto a partir de la historia clínica electrónica como de la historia clínica en papel. Para considerar a los pacientes como elegibles para este estudio, tenían que haber sido diagnosticados de una hidradenitis supurativa moderada o grave, según los criterios del International Hidranesitis Suppurativa Severity Score (IHS4) y, además, tenían que haber sido tratados en al menos alguna oportunidad con un corticoide sistémico. El criterio principal fue el grado de la respuesta clínica, determinado por el Hidranesitis Suppurativa Clinical Response Score (HiSCR)8. Así mismo, se usaron otras escalas más subjetivas, con las que los propios pacientes hacían la valoración, como el índice de calidad de vida dermatológica (DLQI) y la escala de calificación numérica del dolor (NRS). Para el análisis estadístico se usó la prueba de rangos de Wilcoxon, estableciendo un nivel de significación de 0,05, y se usó STATA/IC 15.1 (STATA Corp., Texas, EE. UU.).
De los 121 pacientes con diagnóstico de hidradenitis supurativa, 20 (16,5%) cumplieron con los criterios de elegibilidad. De estos, 16 fueron incluidos en el análisis (Tabla 1). Cuatro de los pacientes fueron excluidos debido al escaso cumplimiento o a la pérdida de seguimiento. La mayor parte de los pacientes eran pacientes de sexo femenino (9/16), de raza caucásica (15/16), tenían una edad media de 45 años (18-67) y una duración media de la enfermedad de 7,5 años (1-31). En la mayor parte de los pacientes se diagnosticó una enfermedad considerada como grave (10/16; mediana IHS4 de 15).
Datos generales de los pacientes y resultados del uso de corticoides sistémicos de forma complementaria. Todas las valoraciones tienen un valor asignado al pretratamiento, al postratamiento y a un valor delta, los que a su vez están representadas por las letras i (inicial), f (final) y Δ (cambio con el tratamiento), respectivamente
N° de paciente | Sexo | Edad | Años con HS | Razón de inicio | TratamientosConcomitantes | Dosis PDN mg/Kg | Tiempo de PDN | HiSCR | ISH4i | ISH4f | ΔISH4 | DLQi | DLQIf | ΔADLQI | NRSi | NRSf | ΔNRS |
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I | F | 59 | 4 | Enfriam. De enfermedad | Doxy | 0,47 | 24 | No | 43 | 36 | -16% | 15 | 14 | 7% | 8 | 7,5 | -6% |
II§ | M | 48 | 2 | ||||||||||||||
Primer ciclo terapéutico | Mejora sintomas | ADA-Doxy | 0,46 | 40 | No | 56 | 56 | 0% | 26 | 20 | 23% | 1 | 0 | -100% | |||
Segundo ciclo terapéutico | Mejora sintomas | ADA | 0,24 | 30 | No | 56 | 56 | 0% | 20 | 20 | -5% | 1 | 4 | -300% | |||
Tercer ciclo terapéutico | Enf. Preoperatorio | Ertapenem | 0,66 | 30 | Si | 56 | 56 | 0% | 20 | 21 | 0% | 4 | 1 | -75% | |||
III | M | 44 | 1 | Brote agudo | Isotretinoim | 0,35 | 12 | Si | 6 | 4 | -33% | 10 | 0 | -100% | 8 | 0 | -100% |
IV | M | 18 | 1 | ||||||||||||||
Primer ciclo terapéutico | Enfriam. De enfermedad | Clind-Rif | 0,7 | 60 | Si | 12 | 4 | -67% | 11 | 8 | -27% | 7 | 1,5 | -79% | |||
Segundo ciclo terapéutico | Brote agudo | ADA | 0,24 | 30 | Si | 4 | 4 | 0% | 4 | 2 | -50% | 1 | 0 | -100% | |||
V | M | 58 | 1 | Brote agudo | Clind-Rif | 0,28 | 60 | Si | 4 | 4 | 0% | 4 | 1 | -75% | 2 | 1,5 | -25% |
VI | F | 24 | 0 | Enfriam. De enfermedad | ADA-Doxy | 0,57 | 60 | No | 17 | 17 | 0% | 11 | 12 | -9% | 6,5 | 6,5 | 0% |
VII | M | 58 | 5 | Enfriam. De enfermedad | Clind-Rif | 0,33 | 54 | Si | 16 | 10 | -38% | 16 | 12 | -25% | 6,5 | 4,5 | -31% |
VIII | F | 44 | 19 | Enfriam. De enfermedad | Acitretin | 0,29 | 10 | Si | 20 | 8 | -60% | 8 | 5 | -38% | 0 | 0 | 0% |
IX | F | 46 | 31 | Brote agudo | ADA | 0,5 | 29 | No | 4 | 2 | -50% | 8 | 8 | 0% | 25 | 23 | -8% |
X | M | 58 | 30 | Enfriam. De enfermedad | Doxy | 0,5 | 30 | Si | 31 | 24 | -23% | 23 | 17 | -26% | 5 | 2 | -60% |
XI | F | 49 | 3 | Enfriam. De enfermedad | ADA | 0,47 | 90 | Si | 46 | 35 | -34% | 8 | 1 | -88% | 4 | 2 | -50% |
XII | M | 67 | 2 | Brote agudo | ADA | 0,42 | 15 | Si | 8 | 8 | 0% | 9 | 11 | -22% | 7 | 0 | -100% |
XIII | F | 21 | 1 | Enfriam. De enfermedad | IFX-Doxy | 1 | 60 | Si | 6 | 2 | -37% | 3 | 3 | 0% | 10 | 0 | -100% |
XIV | M | 28 | 2 | Enfriam. De enfermedad | ADA-Doxy | 0,72 | 70 | Si | 14 | 12 | -14% | 16 | 10 | -38% | 4,5 | 1 | -78% |
XV | F | 32 | 16 | Enfriam. De enfermedad | Doxy | 0,28 | 29 | No | 24 | 24 | 0% | 19 | 19 | 0 | 7 | 5 | -29% |
XVI§ | F | 54 | 2 | ||||||||||||||
Primer ciclo terapéutico | Enfriam. De enfermedad | Doxy | 0,37 | 35 | Si | 4 | 4 | 0% | 24 | 22 | -8% | 7 | 5 | -29% | |||
Segundo ciclo terapéutico | Enf. Preoperatorio | Doxy | 0,37 | 15 | Si | 4 | 0 | 100% | 22 | 0 | -100% | 5 | 0 | -100% |
* Todos los puntajes (IHS4, DLQI y NRS) y sus respectivos Δ están representados por valores medios. Todos los cambios fueron estadísticamente significativos (prueba de rangos de Wilcoxon, p <0.05)
§ Los pacientes II y XV solo tenían fístulas con drenaje activo. Se consideró que cumplían el HiSCR a pesar de la ausencia de cambios en el IHS4, ya que el tratamiento con PDN condujo a una reducción clínicamente significativa de la supuración, la carga inflamatoria y de la gravedad general de la enfermedad.
HS - Hidradenitis supurativa; PDN - prednisolona; Preop - Preoperatorio; Sint - Sintomático; ADA - Adalimumab; Doxy - Doxiciclina; Clind-Rif - Clindamicina - Rifampicina; IFX - Infliximab
En total se pautaron 20ciclos de corticoides sistémicos complementarios (3 de los pacientes recibieron más de un ciclo). Los corticoides sistémicos se pautaron para el «enfriamiento de la enfermedad» (11), para el manejo de los brotes agudos (5), para el alivio sintomático (2) o para el «enfriamiento preoperatorio» (2). La mediana de la dosis máxima de prednisolona fue de 0,44mg/kg (0,28-1) y la duración media fue de 30 días (10-90). Los corticoides sistémicos se usaron principalmente en combinación con doxiciclina (9 ciclos), seguida del adalimumab (8 ciclos). La mayoría de los ciclos (14/20, 70%) alcanzaron el HiSCR. Los que no lo hicieron eran sobre todo aquellos pacientes que tenían una mayor actividad inflamatoria de la enfermedad (con una mediana del IHS4 de 33,3 en aquellos que no habían respondido al corticoide frente a una mediana de 10 en aquellos que sí habían respondido). La mediana de IHS4 se redujo en un 40% (p = 0,0012) (fig. 1). Se observó una mejoría significativa en todas las valoraciones realizadas por los propios pacientes: la mediana del dolor NRS y el DLQI se redujeron un 74% (p = 0,0007) y un 19% (p = 0,003), respectivamente. Tres de los pacientes tuvieron un notable empeoramiento de la enfermedad poco después de haber suspendido los corticoides sistémicos. En ningún caso fue necesario interrumpir el tratamiento, ni tampoco se objetivó ningún evento adverso resaltable.
A pesar de que hasta en el 1% de las consultas por hidradenitis supurativa será necesario prescribir corticoides sistémicos9, los estudios acerca de su utilización en esta enfermedad siguen siendo escasos. Hasta donde tenemos conocimiento, esta es la serie más amplia en la que se ha evaluado el uso de los corticoides sistémicos como una terapia complementaria en la hidradenitis supurativa. Nuestros resultados señalan que la indicación de una pauta por un corto o un mediano plazo podría ser beneficiosa para controlar de manera rápida los brotes dolorosos inflamatorios, al permitir que los tratamientos convencionales actúen y lograr un control adecuado de la enfermedad de base. Previamente, el uso de dosis bajas de corticoides sistémicos por largos periodos de tiempo había demostrado ciertas ventajas en el manejo de la hidradenitis supurativa7. Sin embargo, se deben tener en cuenta los efectos secundarios que se pueden desarrollar por el uso crónico de los corticoides sistémicos. Así mismo, se ha postulado que la presencia de una inflamación crónica aumentará el riesgo del desarrollo de complicaciones posoperatorias10. En esta serie, 2 de los pacientes fueron tratados preoperatoriamente con corticoides sistémicos con resultados favorables, por lo que se podría postular que estos corticoides podrían ser de gran utilidad si se requiere un «enfriamiento preoperatorio» de la hidradenitis supurativa.
En conclusión, es probable que los pacientes con una hidradenitis supurativa de intensidad de moderada a grave se beneficien del tratamiento complementario con corticoides sistémicos tanto para el control de la enfermedad como para el manejo preoperatorio. Debido a las limitaciones del presente estudio, sobre todo en relación con el diseño retrospectivo y el tamaño limitado de la muestra, creemos que sería necesario un ensayo controlado con placebo para determinar de una manera más clara el papel de los corticoides sistémicos en el manejo antiinflamatorio de la hidradenitis supurativa.