Sr. Director:
He leído, creo que con la suficiente atención, el artículo de Morales-Callaghan et al sobre los nevos melanocíticos atípicos1 sin que haya podido encontrar en él una definición de nevo melanocítico típico, ya que es de suponer que si hay casos atípicos será porque diferirán en algo de los típicos y, por tanto, habituales o comunes. Por otro lado, como cabe deducir de la tabla 1 del mencionado artículo, de las 200 lesiones estudiadas 70 eran nevos melanocíticos sin atipias (es decir, típicos), 104 eran nevos melanocíticos atípicos y los otros 25 casos correspondían a otras entidades. Dado que las lesiones fueron «recogidas de forma aleatoria», podemos considerar que lo que los autores denominaron como lesiones atípicas eran en realidad las típicas, ya que son las más frecuentes, y una de las características de lo atípico es su excepcionalidad o rareza. En caso contrario deberíamos deducir de su estudio que en Valladolid hay más personas con riesgo a desarrollar melanoma que a no desarrollarlo. ¿Es así?