Una mujer de 26 años, caucásica, consultó por unas lesiones asintomáticas en el tronco y la región proximal de las extremidades de 10 años de evolución (fig. 1). Refería que su madre y su abuela tenían unas lesiones similares. A la exploración, presentaba unas placas redondas y ovaladas bien delimitadas, levemente descamativas, no inflamatorias, de un color marrón claro y con una tendencia a confluir en placas de un mayor tamaño. En la biopsia se observó una hiperqueratosis compacta con hipogranulosis, apoyando el diagnóstico de pitiriasis rotunda.
La pitiriasis rotunda es un trastorno de la queratinización raro, más frecuente en Oriente, el área mediterránea y África, con pocos casos descritos en caucásicos. Se clasifica en dos tipos: el tipo I, en asiáticos y negros, sin antecedentes familiares de la enfermedad, a menudo asociada con neoplasias, como el carcinoma gástrico o el hepatocarcinoma, y con infecciones. El tipo II es típico de caucásicos jóvenes, con varios miembros de la familia afectos, y no suele asociarse a malignidad. El tratamiento del trastorno subyacente, si lo hay, a menudo conduce a la remisión del cuadro. En nuestro caso, aunque los antecedentes familiares y el origen étnico sugieren una forma aislada de la enfermedad, realizamos un estudio completo con el que descartamos una enfermedad neoplásica asociada.