El molusco contagioso (MC) es una dermatosis infecciosa muy frecuente. Está causada por un virus ADN de doble cadena del mismo nombre, que pertenece a la familia Poxviridae. Su prevalencia estimada en niños es del 7% y asciende hasta el 18% en adultos inmunodeprimidos. La transmisión de este virus se realiza por contacto directo, fómites o por autoinoculación, y se manifiesta clínicamente en forma de pápulas cupuliformes umbilicadas del color de la piel, generalmente asintomáticas. Excepcionalmente asientan sobre piel glabra1.
Un varón de 43 años sin antecedentes médicos de interés acudió por la aparición de 2 lesiones en la mano derecha, molestas a la presión o con el roce, de una semana de evolución. La exploración puso de manifiesto 2 pápulas eritematosas de 2 y 4mm de diámetro respectivamente, la de mayor tamaño con hiperqueratosis central y halo eritematoso perilesional, ligeramente infiltradas al tacto, localizadas en la región hipotenar de la palma de la mano izquierda (fig. 1). El resto de la exploración física fue normal. Se realizó una biopsia-extirpación de una de las lesiones que mostró lobulación de epidermis hacia dermis y queratinocitos con cuerpos de inclusión intracitoplasmáticos (fig. 2). Con estos hallazgos se estableció el diagnóstico de MC de localización palmar y se administró un ciclo de crioterapia en la otra lesión, observándose una resolución completa de ambas al mes del tratamiento.
En la edad pediátrica la infección por el virus del MC suele localizarse en la región facial, el tronco y las extremidades. En adultos la ubicación más frecuente es a nivel genital y en zonas circundantes2. Independientemente de la edad, la afectación de palmas y plantas es excepcional. El primer caso de MC plantar fue publicado por Ingram et al.3 en 1957, existiendo en la actualidad un total de 37 casos descritos, pero solo 13 bien documentados (tabla 1). La afectación palmar, sin embargo, fue descrita por Legrain y Pierard4 en 1985, no existiendo nuevos casos publicados hasta la fecha.
Casos clínicos de infección por molusco contagioso plantar o palmar bien documentados hasta la fecha
Referencia | Sexo y edad | Número de lesiones | Diámetro mayor (cm) | Área | Dolor |
---|---|---|---|---|---|
Baxter y Carson6 (1964) | Hombre, 21 años | 50-60 | 0,1 | PI | Ausente |
Perry GM (1964) | Mujer, 31 años | 1 | NR | PD | NR |
Strani (1967) | Mujer, 75 años | 1 | NR | PI | Presente |
Strani (1967) | Hombre, 7 años | 1 | NR | PD | Presente |
Bunney et al. (1969) | Mujer, 21 años | >5 | NR | PI | NR |
Zichichi (1969) | Hombre, 23 años | 1 | 1,5 | PD | Presente |
Campanelli et al. (1978) | Mujer, 17 años | 1 | 1,2 | PD | Presente |
Dickinson et al. (1983) | Hombre, 21 años | 2 | 1/0,3 | PI/PD | NR |
Ha et al. (1998) | Hombre, 5 años | 1 | 1,5 | PI | Presente |
Köse et al. (2009) | Mujer, 35 años | 1 | 0,5 | PI | Presente |
Cohen y Tschen5 (2012) | Hombre, 23 años | 3 | 0,8/0,8/0,8 | PD | Presente |
Aydoğan et al.7 (2014) | Hombre, 26 años | 1 | 1 | PD | Ausente |
Bahali et al.8 (2016) | Hombre, 36 años | >10 | 0,4-2 | PI | Presente |
García-Montero et al. (2017) | Hombre, 48 años | 2 | 0,2/0,4 | MI | Presente |
MI: mano izquierda; NR: no reportado; PD: pie derecho; PI: pie izquierdo
El diagnóstico de MC palmar o plantar rara vez es sospechado de inicio, ya que las lesiones, como ocurrió en nuestro caso, no suelen presentar las características habituales de la infección por este virus. A nivel plantar estas han sido descritas como pápulas o nódulos únicos o múltiples, con coloración variable (piel normal, eritematosa, marronácea, traslúcida, amarillenta) y con superficie hiperqueratósica, verrucosa o costrosa5. Únicamente Baxter et al. documentaron un caso en el cual las lesiones se mostraban como pápulas umbilicadas con tapón central de queratina6. La historia clínica no siempre orienta el diagnóstico. El paciente aquí descrito no había padecido esta infección en el pasado, no tenía lesiones en otras áreas en el momento de la consulta, no había tenido ninguna situación de riesgo de infección y solamente destacaba que uno de sus hijos había tenido MC un año atrás.
A pesar de que la infección por el virus del MC es más frecuente en la edad pediátrica y en sujetos inmunodeprimidos, la mayoría de los casos de afectación palmoplantar, incluyendo el nuestro, han sido descritos en adultos y en ninguno de los casos publicados existía compromiso del sistema inmunológico. La presencia de antecedentes de traumatismos o de hiperhidrosis plantar han sido identificados en algunos pacientes y se postula que podrían haber actuado como factores predisponentes7,8. Se desconoce por qué en esta localización, siendo una infección muy prevalente, no se ve con más frecuencia, a diferencia del virus del papiloma. Es posible que el grosor de la capa córnea palmoplantar dificulte la entrada del poxvirus, cuyo tamaño es mucho mayor (150-300nm) en comparación con el del virus del papiloma humano (60nm). La afectación palmoplantar, además, pone de manifiesto que es en los queratinocitos donde el virus realiza su replicación, no siendo necesaria la presencia de folículo piloso.
El diagnóstico diferencial con este tipo de lesiones en la región palmar o plantar es amplio, incluyendo la verruga vírica, el granuloma piógeno, el granuloma a cuerpo extraño, el fibroma pleomórfico, el carcinoma cuniculatum o el poroma ecrino, entre otros. El tratamiento del MC palmoplantar no difiere del empleado en otras localizaciones9. En nuestro caso, la realización de un solo ciclo de crioterapia resultó eficaz, con la resolución completa de las lesiones en un mes.
En conclusión, hemos descrito el segundo caso de MC de localización palmar hasta la fecha. Es importante tener en cuenta esta entidad cuando nos encontremos con lesiones papulosas en palmas o plantas, en especial en pacientes con antecedentes personales o familiares de riesgo, con el objetivo de realizar un diagnóstico apropiado.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.