INTRODUCCIÓN
Es bien conocido el importante papel que desempeñan las radiaciones solares, fundamentalmente las ultravioleta B, en el desarrollo de las formas más frecuentes de cáncer cutáneo: carcinoma basocelular, carcinoma espinocelular (1) y melanoma, si bien en este último hay otros factores, como la influencia genética, que también parecen importantes (2).
La provincia de Sevilla tienen una alta incidencia de precáncer y cáncer cutáneos, puesto que hay un gran número de personas que trabajan expuestas de forma prolongada a las radiaciones actínicas (3).
La ciudad de Sevilla se encuentra situada en la parte más meridional de la Península Ibérica, a 37°20' de latitud Norte y 6°00' de longitud Oeste, en una amplia llanura rodeada de pequeños cerros que no son obstáculo para el paso de las corrientes de aire. La cercanía del continente africano hace más extremas las variaciones de temperatura (4). La situación geográfica de la ciudad y su clima hacen que el estado del cielo sea despejado durante gran parte del año (5) (tabla I); y, en relación con las horas de sol anuales destaca entre el resto de ciudades españolas por su importante insolación (6) (tabla II). Por otra parte, la luz solar que alcanza la superficie terrestre tiene dos componentes: uno directo, dependiente de la altura del sol sobre el horizonte, y otro difuso, consecuencia de la dispersión de la luz por las moléculas y partículas, que aumentará con la turbiedad del aire, prácticamente independiente de la altura del sol. La suma de ambos componentes, directo y difuso, se conoce como radiación solar global. En la porción ultravioleta del espectro, que es la única a tener en cuenta al tratar de la acción eritematosa y carcinogenética del sol, resulta especialmente interesante la separación de sus componentes directa y difusa de las componentes directa y difusa totales, ya que presentan una evolución diferente. Lo anterior permite mejorar las medidas de fotoprotección al determinar con más exactitud las dosis de exposición (7).
Con el objetivo de registrar los valores de radiación ultravioleta A y B en la ciudad de Sevilla, con sus variaciones horarias y estacionales, y sus componentes global y difusa, realizamos el estudio que describimos a continuación.
MATERIAL Y MÉTODOS
Para la medición de la irradiancia solar ultravioleta se han utilizados dos equipos compuestos por un radiómetro Radiometer IL 1400 A de International Light, computarizado, que permite hacer mediciones directas e integrar los datos recogidos durante horas, reflejados en un display de 32 caracteres y medidos en mW/cm2 o en J/cm2/min; un sensor SI 021/UVA/TD, con respuesta entre 320-388 nm, constituido por un fotodiodo de silicona y un sensor SEL 240/UVB, con un fotodiodo de vacío blindado, con respuesta de 256-314 nm.
Las mediciones se realizaron durante los 5 años que duraron las observaciones (de 1991 a 1995), sobre una superficie horizonzal en la azotea del Policlínico del Hospital Universitario Virgen Macarena (Sevilla). Durante el mes de julio de 1995 se realizaron medidas separadas de las radiaciones UVA + UVB global y difusa.
RESULTADOS
Se obtuvieron los resultados de irradiancia UVA y UVB en intervalos horarios, desde las 7 a las 18 horas durante los 12 meses del año en el período 1991 a 1995. La media mensual de los intervalos horarios se muestra en las tablas III y IV.
Pudo observarse que las máximas dosis de UVA y UVB correspondieron al mes de julio, seguidas en ambos casos por el mes de junio (Figs. 1 y 2).
FIG. 1.--Radiación UVA en Sevilla. Medias mensuales por intervalos horarios 1991-1995.
FIG. 2.--Radiación UVB en Sevilla. Medias mensuales por intervalos horarios 1991-1995.
El intervalo horario en que la irradiancia, tanto UVA como UVB, fue mayor correspondió al comprendido entre las 12 y las 13 horas GMT (tablas V y VI).
En cuanto a las radiaciones global y difusa, pudo observarse que las diferencias fueron mínimas en las primeras y últimas horas de sol y se hicieron más manifiestas en las horas centrales del día como es habitual (tabla VII).
DISCUSIÓN
Sevilla es una de las capitales españolas con mayor número de horas anuales de sol debido a su localización geográfica y a las características de su clima, por ello recibe dosis considerables de radiación ultravioleta tanto A como B, alcanzando el máximo en el mes de julio y en el intervalo horario de 12 a 13 horas GMT. Dado el reconocido papel que las radiaciones ultravioletas desempeñan en la carcinogénesis y fotoenvejecimiento cutáneo, estos resultados muestran la necesidad de insistir en las campañas de fotoprotección, especialmente en ciudades de importante insolación (3). Creemos necesaria la realización de un mapa nacional de radiaciones ultravioletas, sobre todo en el rango de los UVB.