Fig. 1.--Jean Louis Marc Alibert (1768-1837).
Jean Louis Alibert nació en Villafranche de Rouerge, departamento de Aveyron, en el sudoeste francés. En la revisión de la literatura aparecen varias fechas en relación con su nacimiento, 2 de mayo de 17661, 2 de mayo de 17682 y 26 de mayo de 17683.
Hijo de un magistrado, comenzó su etapa educativa en una escuela religiosa dependiente de los Padres de la Doctrina Cristiana, adquiriendo un excelente entrenamiento en Literatura y Lenguas clásicas. Estas materias le resultaron muy útiles posteriormente. Ingresó en el Noviciado de Toulouse4 para convertirse en sacerdote. Esta primera inclinación de Alibert se vio truncada por el estallido de la Revolución Francesa en 1789 y la consiguiente abolición de la órdenes religiosas5.
En 1794 inició sus estudios de Medicina en la Universidad de París. Compañero de Dupuytren y alumno de Desault, Corvisant y Phinel4, 5, se doctoró en 1780 con un trabajo denominado Fièvres Pernicieuses Intermittentes que fue publicado en varios idiomas.
Alibert respondería a la descripción de observador atento, escritor fascinante, trabajador diligente, tenaz, pulcro y honrado, orador brillante y perfecto hombre de mundo, dotado de un temperamento artístico5. Escribió sobre Botánica, Filosofía y Literatura. En 1797 publicó los «Poemas médicos» en los que defendía que Fracastoro había sido el poeta médico más importante de la historia. En este trabajo se reflejó su gran sensibilidad, atrayendo la atención de muchas personalidades importantes de la época.
El 1 de octubre de 1810 formó parte de los 40 miembros de la Sociedad de la Escuela Médica de París.
En 1917, Alfaric publicó una tesis cuyo tema era la biografía de Alibert6. Desde este trabajo, todos los autores han diferenciado tres períodos en la vida profesional de Alibert:
PRIMER PERIODO ACADÉMICO (PERIODO DESCRIPTIVO) (1801-1815)
En esta época las enfermedades cutáneas se clasificaban en dos grupos: las tineas, que eran las dermatosis de la cabeza y las tetter (herpes), que eran las localizadas en el resto del tegumento.
Alibert comenzó su actividad médica en el Hospital de Saint-Louis de París en 1801. Dicho hospital era conocido como el «hospital de los ulcerosos», donde se hacinaban enfermos con dermatosis no bien diferenciadas entre sí, y también como «la casa de los horrores» debido a las malas condiciones higiénicas y asistenciales en las que se trataba a dichos pacientes7. Alibert supo ver en estas circunstancias una oportunidad, afirmando la existencia de un camino abierto y poco explorado en el estudio de las dermatosis4.
En 1802 se le nombró «médico adjunto»4, 8. A partir de dicho momento consiguió, con la firmeza que le caracterizaba, que los únicos pacientes que ingresaran en su servicio fueran los que padecían una dermatosis9.
Desde su llegada a Saint-Louis, Alibert desarrolló su labor docente. Al principio la realizó en el pequeño anfiteatro del pabellón Gabrielle. Posteriormente, emulando a los filósofos griegos, comenzó a impartir sus enseñanzas al aire libre «bajo los tilos», frente al citado pabellón10. Subido en un pequeño estrado de madera, Alibert empleaba todos los medios posibles para atraer la atención de su numeroso público, insistiendo en los detalles más sobresalientes del paciente que era, en ese momento, motivo del estudio.
Desde 1806 a 1814 apareció, en forma de fascículos, su trabajo más importante: Descritpion des maladies de la peau, observées a l´Hôpital Saint-Louis et exposition des meilleures méthodes suivies pour leur traitement. Esta obra, una de las más bellas de su clase, fue producida sin reparar en gastos11, siendo el primer libro sobre las enfermedades cutáneas escrito en lengua francesa2. Contenía un total de 53 grabados coloreados a mano que ilustraban las enfermedades más comunes de la piel1. En esta obra, Alibert describe las dermatitis, pero no intenta realizar una clasificación. Para el maestro francés las dermatosis aparecerían como un mecanismo liberador de las alteraciones humorales del organismo, aportando principios etiológicos más intuitivos que reales7.
SEGUNDO PERIODO (1815-1829). ETAPA CORTESANA
Comienza esta segunda etapa cuando Alibert es nombrado médico personal del rey Luis XVIII. Al mismo tiempo se encargó de su numerosísima y selecta consulta privada.
Durante este período es prácticamente sustituido en su puesto del Hospital de Saint-Louis por su discípulo favorito, de origen suizo y carácter opuesto al de Alibert, Laurent Théodore Biett (1781-1840)10, 12.
En 1821 se le nombró profesor de Botánica de la Facultad de Medicina de París, puesto que no ocupó durante mucho tiempo ya que se suprimió toda la Facultad al cabo de un año. En el mismo año, 1822, Alibert escribió Nouveaux eléments des theérapeutique.
En 1823 obtuvo el título de profesor de la Cátedra de Terapéutica y Materia Médica a falta de una inexistente Cátedra de Dermatología10.
A Louis XVIII le sucedió Charles X, que confirmó a Alibert en su puesto de médico de la Casa Real. En 1828 se le concedió el título de «barón de Alibert» por los servicios prestados a la monarquía y al parecer por haber logrado curar «el eccema» que Louis XVIII padecía en sus reales piernas.
PERIODO ACADÉMICO TARDIO (1829-1837)
En 1829 vuelve a su puesto anterior como jefe médico en el Hospital de Saint Louis. A su regreso, Alibert se encontró que existían dos tendencias en su propio servicio. Por una parte, los que seguían siendo fieles a sus postulados, entre los que se contaba Gibert, y por otra, los llamados «willanistas» capitaneados por Biett, que asumían todas las ideas que sobre la clasificación de las dermatosis había publicado Robert Willan en Inglaterra. Surgió el enfrentamiento entre los dos bandos, defendiendo Alibert la poca relevancia que tenía la morfología en las dermatosis y los willanistas todo lo contrario.
Para Alibert existió un gran parecido entre las dermatosis y las plantas, denominando a su forma de clasificar Nosologie naturelle («Método natural»).
En 1829 publicó, basándose en el esquema de Tori para la clasificación de las «fiebres»3, su famoso «Árbol de las dermatosis»5 comparando la clasificación de las enfermedades cutáneas y las diferentes partes de un árbol (fig. 2). El tronco sería la piel, de él salían doce ramas grandes que correspondían a las enfermedades cutáneas más específicas y de ellas emergían unas ramas más pequeñas que representarían las diferentes variantes de las anteriores2. Los doce grupos de enfermedades de la piel que consideró fueron: eccematosas, exantemáticas, tiñosas, dartrosas, cancerosas, leprosas, verolosas, estrumosas, escabiosas, hematosas, discromatosas y heteromorfas. Si tenemos en cuenta que los criterios utilizados por Alibert para establecer estas «familias» fueron variables, no nos llamará la atención un resultado final tan discordante, agrupando enfermedades muy diferentes entre sí. Como consecuencia de esta falta de base, la clasificación de Alibert tuvo pocos seguidores, pasando al olvido pocos años tras la muerte de su autor5.
Fig. 2.--Arbre des dermatoses de Alibert.
Lo que no podemos dejar de admirar es el importante número de términos, tomados en su mayor parte de su gran conocimiento de la cultura clásica, que creó para designar las dermatosis7. La mayoría no se utilizan hoy día, pero algunos, como queloide, sifilide o dermatosis, han sobrevivido al paso de los tiempos10.
En esta última etapa, concretamente en 1834, un alumno suyo, Renucci, establece la naturaleza parasitaria y transmisible de la sarna7.
Alibert había enviudado al cabo de 8 meses de matrimonio, por lo que nunca volvió a casarse, disfrutando siempre de la compañía de mujeres de gran belleza9.
A pesar de que los últimos años de su actividad fueron amargos, no acabaron totalmente con su gran entusiasmo y buen humor5.
Murió en 1837 como consecuencia de una hematemesis por un cáncer gástrico a los 67 años de edad3, 4. Al parecer10 se había reconciliado con Biett poco antes de su fallecimiento.
Autor prolífico, además de sus espléndidas publicaciones, a Alibert hay que agradecerle la descripción del queloide, el botón de Oriente (pyrophyctilide), la micosis fungoide (pyan fungoide), la falsa tiña amiantácea, la neurodermatitis aguda o el impétigo del cuero cabelludo asociado a la pediculosis (melitagra) o la seborrea2, 3, 7, 99. Estableció el diagnóstico diferencial entre las úlceras de origen venéreo y las tuberculosas2. También realizó aportaciones al conocimiento de la esclerodermia y la acrodinia9.