Un hombre de 44 años, colombiano, con infección por VIH diagnosticada en el año 2015 en Colombia, y que refiere relaciones sexuales con otros hombres (HSH), acudió al centro por presentar dolor, mucosidad, sangrado y tenesmo rectal durante los últimos 3meses (fig. 1). A la exploración se constató la presencia de una ulceración oculta tras el esfínter anal externo, así como de múltiples condilomas acuminados perianales, sin sintomatología sistémica acompañante, como fiebre o malestar. Se solicitó un cribado de infecciones de trasmisión sexual (ITS) que incluyó PCR del VHS-1, VHS-2, Neisseria gonorrhoeae, Chlamydia trachomatis y serología de sífilis (fig. 2). La RMN mostró la presencia de adenopatías locorregionales. El resultado fue positivo para Chlamydia trachomatis en el análisis local y linfogranuloma venéreo (LGV) desde el Centro Nacional de Microbiología. Se trató por vía oral con doxiciclina 100mg al día durante 3semanas y la sintomatología clínica desapareció en las lesiones ulcerativas de la región esfinteriana externa.
Las ulceraciones y las proctitis por Chlamydia trachomatis son poco frecuentes y asintomáticas, con mayor frecuencia en personas HSH con coito anal receptivo. Las coinfecciones por distintas ITS son frecuentes en la población HSH. Se aconseja el cribado cada 6meses de ITS en personas con relaciones sexuales receptivas anales, incluyendo LGV, mediante pruebas microbiológicas para ITS, junto con un correcto diagnóstico y tratamiento.