Las enfermedades de la piel suponen una carga importante para los sistemas sanitarios, pueden originar un gran impacto sobre la calidad de vida de los pacientes que las sufren, a quienes, en ocasiones, les produce una discapacidad.
En conjunto, las afecciones de la piel fueron la cuarta causa de carga no fatal expresada como años perdidos debido a la discapacidad en 2010; teniendo en cuenta la pérdida de salud debido a una muerte prematura expresada como años de vida ajustados por discapacidad (AVAD), la piel es la 18.ª causa en todo el mundo1.
Los datos epidemiológicos de este tipo de enfermedades son muy variables entre países y poblaciones estudiadas. Una metodología frecuentemente utilizada para su estudio es aquella que obtiene los datos a partir de cuestionarios o entrevistas. Bien realizadas, proporcionan una información valiosa sobre la prevalencia e incidencia, a pesar de unas tasas de respuesta bajas, habituales en este tipo de estudios.
El estudio de Carvalho et al.2, propone profundizar en la epidemiología de la prevalencia del eczema y la urticaria en Portugal, utilizando la encuesta telefónica como medio de obtención de los datos. En la opinión de los autores, supone un avance en el conocimiento de la epidemiología de estas enfermedades al aportar datos actualizados en la población adulta. La muestra exhaustiva aporta una buena representación a nivel de región y sexo, detectando diferencias significativas.
Esperemos que estudios futuros permitan analizar con mayor detalle factores explicativos, así como diferencias en la atención prestada, los tratamientos utilizados o sus costes.