Sr. Director:
En relación con los casos descritos de patología ocupacional debida a dermatitis de contacto por el antioxidante etoxiquín1,2, comunicamos un caso de hipersensibilidad retardada a dicho producto, con fenómeno de flare up tras el estudio mediante pruebas epicutáneas. Dicho producto es utilizado para evitar la oxidación de piensos, aceites esenciales y, en algunos países, como preservante de color en especias y frutas3.
Se trata de un varón de 38 años de edad con episodios de lesiones eczematosas, angioedema y broncoespasmo tras la exposición en el ambiente laboral al antioxidante etoxiquín (capsoquín líquido), de fórmula química 1,1-dihidro-6-etoxi-2,2,4-trimetilquinoleína. Trabajaba como jefe de mecánicos en una empresa de fabricación de piensos para perros a base de carne de pollo y asociaba la aparición del cuadro a la inhalación del producto y al contacto en una ocasión. Los síntomas se manifestaban unas 12 horas tras la exposición. El paciente toleraba la ingesta de carne de pollo.
La analítica de sangre, que incluía hemograma, bioquímica , velocidad de sedimentación globular, proteínas totales, inmunoglobulinas, niveles séricos de complemento y triptasa, era rigurosamente normal, salvo una eosinofilia moderada. Se descartó hipersensibilidad frente a aeroalérgenos comunes en el medio y alimentos mediante prick test con batería estándar. No se encontraron niveles de inmunoglobulina E específica frente a proteínas séricas, excrementos ni plumas de pollo. Las pruebas cutáneas (prick) con los componentes del pienso tratados con etoxiquín (harina de soja y carne y plumas de pollo) fueron negativas en lectura inmediata y positivas en lectura tardía a las 24 horas.
Las pruebas epicutáneas con batería europea de contactantes (Laboratorios Bial-Aristegui) fueron negativas. Se elaboraron parches en vaselina al 2 y al 4 % con los componentes del pienso por separado. Se realizó lectura retardada a las 48 y 72 horas, según recomendaciones del Grupo Español de Investigación en Dermatitis de Contacto4,5. La lectura fue positiva frente a etoxiquín al 2 y al 4 % (++++), harina de soja con etoxiquín al 2 y 4 % (+++) y harina con sosa y etoxiquín al 2 % (++) (fig. 1). La lectura fue negativa frente a sosa, harina de soja sin etoxiquín, y harina con sosa y etoxiquín al 4 %. Se evidenció el fenómeno conocido como flare up, con aparición de lesiones de tipo eczematoso a distancia de la zona de colocación de los parches, en zonas inicialmente afectadas en las reacciones adversas previas. En dos controles sanos con etoxiquín al 2 y 4 % la lectura fue negativa.
Figura 1. Lectura de pruebas epicutáneas a las 72 horas. Parche 7: etoxiquín al 2 %. Parche 8: etoxiquín al 4 %. Parche 9: harina con etoxiquín al 2 %. Parque 10: harina con etoxiquín al 4 %. Parche 11: harina con etoxiquín y sosa al 2 %.
Las quinoleínas, grupo al que pertenece el etoxiquín, son alérgenos poco relevantes en nuestro medio6, pero con una prevalencia suficiente como para ser incluidas en la batería europea de contactantes7. En este caso la lectura fue negativa, por lo que no parece que el etoxiquín tenga reactividad cruzada con otras quinoleínas que hayan podido actuar como sensibilizantes primarios.
Desconocemos la repercusión clínica que podría tener en pacientes hipersensibles la ingestión de carnes de animales alimentados con piensos que contengan este antioxidante, aunque podría estar en relación con la aparición de eczemas diseminados catalogados como idiopáticos.