Actualmente estamos asistiendo a la aparición de nuevas conductas terapéuticas en el manejo de la alopecia androgenética (AGA). El empleo de la finasterida tópica o minoxidil oral, así como el mayor uso de la dutasterida oral o más recientemente, su aplicación intradérmica, representan un buen ejemplo de los cambios en el paradigma de tratamiento de esta entidad1,2.
En el año 2009, Abdallah et al.3 publicaron un primer ensayo clínico para evaluar la eficacia y la seguridad de la inyección intradérmica de una solución de dutasterida al 0,05% en pacientes con AGA masculina (MAGA). De 28 pacientes, 14 recibieron un total de 7 sesiones, separadas por al menos una semana, en las que se administraba 2ml de solución en cada sesión. El 92,9% de los pacientes refirieron mejoría en la densidad capilar, por tan solo el 7,1% del grupo placebo. No hubo diferencias estadísticamente significativas con respecto a los efectos adversos.
En el año 2013, Sobhy et al.4 realizaron un estudio en 90 pacientes con MAGA, comparando la eficacia de la inyección de dutasterida al 0,005% con dutasterida al 0,05% junto a una solución de dexpantenol, biotina y piridoxina, y con un grupo control de suero fisiológico al 0,9%, a lo largo de 9 sesiones de tratamiento. El incremento en el número de folículos en fase anágena fue especialmente relevante en el grupo que recibió dutasterida al 0,05% más la solución de vitaminas. Sin embargo, no puede descartarse que la diferencia de eficacia entre grupos pueda deberse al empleo de sustancias adyuvantes. Ese mismo año, Moftah et al.5 realizaron un ensayo clínico en 126 mujeres con AGA femenina (FAGA) en el que comparaban la eficacia de 2ml de una solución de dutasterida al 0,05% con dexpantenol, biotina y piridoxina frente a inyecciones de suero fisiológico. Se realizaron 12 sesiones de mesoterapia durante un plazo de 16 semanas. Se constató una mejoría en el 62,8% de las pacientes que recibieron la solución de dutasterida con respecto al 17,5% del grupo control.
Recientemente Saceda-Corralo et al.6 publicaron un interesante estudio clínico para evaluar la eficacia de las microinyecciones de dutasterida y el empleo de una nueva pauta de tratamiento más sencilla para favorecer la adherencia. Para ello se incluyeron a 6 pacientes con AGA (5 varones y una mujer), que recibieron 1ml de solución de dutasterida al 0,01% en cada sesión. Los tratamientos tuvieron lugar cada 3 meses, llevándose a cabo un total de 3 sesiones. Todos los pacientes presentaron una mayor densidad capilar, en 2 de ellos con una mejoría marcada, sin efectos adversos. Asimismo, las pruebas analíticas no mostraron diferencias significativas entre los parámetros hormonales antes y después del tratamiento.
Cada vez hay más estudios que avalan la mayor eficacia de la dutasterida oral frente a la finasterida oral. La dutasterida inhibe los isoenzimas 1 y 2 de la 5-α-reductasa (5αR) con una potencia 3 veces mayor que la finasterida para la inhibición de la isoenzima 5αR tipo 2 y 100 veces mayor para la inhibición de la tipo 1. Disminuye la dihidrotestosterona sérica un 90%. Su larga vida media, aproximadamente 4-5 semanas, permite espaciar más las pautas de tratamiento.
Las microinyecciones de dutasterida se muestran como una alternativa segura y potencialmente efectiva en el tratamiento de la AGA, que probablemente verá incrementado su uso en el futuro, especialmente en pacientes que no deseen llevar a cabo un tratamiento oral o como una terapia complementaria al mismo.