Actas Dermosifiliogr., 1998;89:1-2
CARTA DEL PRESIDENTE
Formación médica continuada (FMC) en Dermatología
Quisiera comenzar este editorial señalando que, aunque la UEMS (Unión Européenne des Médecins Spécialistes) aún no ha conseguido aunar criterios, la EADV (European Academy of Dermatology and Venereology) está interesada en realizar programas comunes para los dermatólogos europeos, entre los que nos encontramos, nos guste o no. Los objetivos de la FMC para especialistas se basan en seis puntos, que resumo. 1. Estrecha relación con las estructuras socialmente representativas existentes. 2. Creación de una autoridad nacional que coordine la FMC. 3. Cooperación entre las autoridades nacionales para la formación de postgrado y la FMC. 4. Supervisión internacional por el Comité Europeo de Especialistas (decisión de la UEMS en la reunión de París de 1992). 5. Planificación de un sistema de créditos controlado por las instituciones profesionales. 6. Participación en los programas de FMC con carácter voluntario. De momento, tienen FMC estructurada los siguientes países: Suecia, Francia, Luxemburgo, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Alemania y Austria. Aunque lo anterior no quiere decir que esté funcionando realmente pues, por ejemplo, en Francia hay cuatro Asociaciones dermatológicas y es imposible indicar a cuál de ellas correspondería el control de la FMC, y otros países «dicen» haberlo puesto en marcha para recibir medios económicos. No tienen aún FMC los siguientes países: Italia, Noruega, Irlanda, Portugal y España. Y como es un tema que preocupa a la UEMS, y desean tenerlo resuelto cuanto antes, han creado un Subcomité de la Sección Dermatovenereología en el cual han nombrado a un español, el Prof. Mario Lecha, que también ha sido recientemente nombrado miembro del Board de la EADV y miembro del Comité de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) para el «estudio y funcionamiento de la FMC en España».
Pero muchos de los académicos lectores estarán haciéndose una lógica pregunta: ¿para qué servirá en un futuro la FMC? Vaya por delante que todos sabemos que una vez que se obtenga el título de dermatólogo nadie se lo puede retirar, de conformidad con la legislación vigente y los criterios mundialmente aceptados de derechos adquiridos. Esto fue perfectamente recogido en el punto cuatro de la reunión de la UEMS en Bruselas el 25 de junio de 1994 y aprobado el 29 de octubre del mismo año en Londres por el Consejo Directivo. Pero en sus puntos anteriores, aun insistiendo en que la FMC es voluntaria, especifica que debe ser promocionada por todas las instituciones estatales de los diferentes países y controlada por las asociaciones profesionales, en este caso sería la Academia Española de Dermatología y Venreología como integrante en la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME). En EE.UU. se ha intentado que los dermatólogos americanos que no demostraran durante diez años un interés por la FMC pudieran perder el título. Pero ni en un país tan demócrata y singular como EE.UU. se puede llevar a buen fin este proyecto que habría de considerarse contrario a los derechos humanos. Sin embargo, hubo una postura positiva que posibilitó que la FMC en EE.UU. esté siendo admitida de forma generalizada y fue «considerar que aquel académico que no tenga una serie de créditos en el transcurso de unos años tendría difícil su acceso a plazas estatales, puesto que la puntuación por FMC se refleja en el baremo general de méritos». Y esa es la vía. La UEMS propone que la FMC en Europa se base en la adquisición de conocimientos científicos mediante la lectura de revistas o de medios audiovisuales, la asistencia a Cursos, Seminarios, Reuniones y Congresos nacionales e internacionales, y participación en el foro científico mediante presentaciones y publicaciones científicas. A la Administración del Estado correspondería el «primar» a las personas que realicen la FMC facilitándoles la asistencia a estos eventos científicos manteniendo, por supuesto, los honorarios de esas jornadas laborales y permitiendo optar a distintos premios, becas y proyectos de investigación a aquellas personas con créditos obtenidos mediante la vía de la FMC.
Que muchos de ustedes comentarán que este sistema de créditos por asistencia a algún curso, simposio, congreso o reunión tiene, o puede tener, muchos defectos, es una realidad de la que todos somos conscientes. Por ejemplo, no cabe duda que cuando empiecen a ponerse en funcionamiento estos sistemas en los países latinos habrá quienes lleguen al comienzo de la sesión científica, recojan el documento acreditativo de asistencia y calificación de ponentes y actos científicos, se marche a la playa o a otro lugar de recreo, y acudan de nuevo a la sesión, antes de que finalice, para entregarlo al salir. Esto no tiene por qué ser una realidad conforme maduremos y el asistir a reuniones y congresos se considere un deber y una necesidad y no una situación coercitiva. Hay que lograr que, como en la American Academy of Dermatology (AAD), existan cajas para recoger las acreditaciones distribuidas por las distintas secretarías del congreso. Y tomando como muestra un botón, la AAD desde hace muchos años viene realizando la FMC desde su revista, el Journal of the American Academy of Dermatology. Nosotros queremos iniciar también con este primer número de Actas Dermo-Sifiliográficas de 1998 la FMC desde la revista/órgano de la Academia, es decir, un sistema anual de autoevaluación que aparecerá en todos los números de Actas con las respuestas acertadas en otro siguiente, ya que las cuestiones serán planteadas tipo test con varias opciones de las cuales una será correcta. Estamos convencidos de que este programa ofrecerá a los dermatólogos y residentes en Dermatología un instrumento educativo, no sólo para incrementar sus conocimientos dermatológicos, sino para valorarlos dentro de la FMC. Los suscriptores que superen el 80% de aciertos a fin de año recibirán un diploma acreditativo, bien entendido que, como se trata de FMC dermatológica, la AEDV, a través de su órgano de difusión sólo dará esta acreditación a los académicos.
Confiamos en que este programa de autoevaluación que hoy comenzamos sea un instrumento beneficioso para la formación dermatológica con repercusión en la calidad asistencial.
Y estoy convencido de que les quedará una gran duda. ¿Cómo se valorarán en un futuro la asistencia a las reuniones, congresos... dermatológicos nacionales e internacionales? Para ello la AEDV ha creado un Comité que tratará de hacer una acreditación a semejanza de las ya existentes, tanto en EE.UU. como en Europa. Por ello, aquellos dermatólogos que realicen cursos o reuniones científicas pueden dirigirse a la Academia solicitando el número de créditos que consideren oportuno. Por supuesto, el Congreso Nacional tendrá una serie de créditos por asistencia a temas oficiales, simposios, desayunos de trabajo y otros actos científicos. También, lógicamente, se valorarán con créditos las comunicaciones, ponencias o conferencias que se dicten en las distintas reuniones o congresos.
Que todo lo anterior supone dificultad, no hay duda; pero, de no acometerlo ya y seguir posponiéndolo, podría suceder que por falta de práctica tengamos que aceptar en el futuro unos criterios que nos vengan impuestos de fuera. Por ello, comencemos a andar para ajustarnos a las directrices que en EE.UU. llevan tiempo rigiendo y que en Europa han de implantarse en un futuro porque, de no ser así, no se podría llevar a cabo la normativa de la Unión Europea para la Salud y el libre intercambio de profesionales.
Estoy convencido de que en esta nueva andadura la AEDV contará con la colaboración de todos los académicos de cualquier edad porque todos debemos sentirnos jóvenes para iniciar proyectos de futuro.
F. Camacho
Presidente de la AEDV