Sabemos lo que somos. Pero aún no sabemos lo que podemos llegar a ser William Shakespeare
En un momento en el que casi cada día nos sorprende algo nuevo y el presente se queda obsoleto en unos minutos, en un momento de vorágine innovadora, recibimos, como Comité de Redacción, el relevo de nuestra revista Actas Dermo-Sifiliográficas. La revista médica mensual más antigua editada en España que a lo largo de los años ha seguido un curso ascendente y en la que directores, redactores y ayudantes de redacción, con el apoyo enorme y desinteresado de los revisores, han dejado su huella imborrable, su trabajo incondicional y generoso, su buen hacer y su ilusión por contribuir a hacer de Actas una revista mejor.
Actas tiene en la actualidad una personalidad modernizada y una amplia visibilidad en las redes sociales a través del proyecto Actas 2.0. Su portada y página Web renovadas, sus nuevas secciones de casos on line y vídeos multimedia, y la participación activa de los dermatólogos en formación con una sección específica para residentes, hacen de Actas una revista viva y actual.
Recibimos una revista bilingüe, con más de 1.200.000 páginas vistas solo en 2013, un 300% más que la media de los 4 años previos, y más del 60% de estas visitas realizadas desde fuera de nuestras fronteras.
Todo esto hace que, según el Google Scholar Metrics, el índice H de Actas sea de 17, situándose en el puesto 15 del ranking de las 70 revistas españolas más relevantes sobre ciencias de la salud1, y según el Scimago Journal & Country Rank dicho índice sea de 18, ocupando la posición 63 de las 123 principales revistas dermatológicas2.
Este es nuestro pasado, imponente, pero toca ahora mirar hacia el futuro y diseñar la estrategia de Actas para los próximos 4 años. Tomando como punto de partida esta trayectoria, es obligado trabajar por una revista competitiva en la dermatología mundial, e intentar de nuevo que Actas sea la primera revista dermatológica en lengua española con factor de impacto. No obstante, Actas es prioritariamente la revista de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y, por tanto, un instrumento fundamental en la educación médica continuada de sus académicos. Para ello, y en consonancia con las líneas de formación médica continuada de la AEDV, uno de nuestros principales objetivos es diseñar un programa de artículos fundamentales para el dermatólogo, que le ayuden a actualizar sus conocimientos, renovar su práctica clínica y poner al día las estrategias terapéuticas que garanticen su calidad asistencial.
Actas aspira a ser también el principal medio de difusión de la investigación dermatológica de nuestro país. Añadir las iniciativas STROBE y STARD a la ya incorporada CONSORT, sin duda ayudará a los autores a mejorar la comunicación de sus resultados y, por ende, a mejorar la calidad de sus publicaciones, nuestros originales.
Asimismo, y sin perder de vista la publicación de casos clínicos de excepcional interés, impulsaremos el valor de la imagen en el diagnóstico dermatológico, una de las principales fortalezas de nuestra especialidad. La sección de Dermatoscopia práctica se verá ampliada con la publicación de imágenes clínicas, ecográficas, de microscopia confocal o de cualquier otro método diagnóstico que, por su excepcionalidad o su contenido docente, resulten interesantes para los lectores de Actas.
Uno de nuestros bienes más preciados es el tiempo. Por esta razón queremos facilitar la lectura de los artículos más extensos de la revista, las revisiones y los originales. Para ello se reducirá su extensión, haciéndola similar a la requerida por las revistas médicas de mayor impacto, y destacándose aquellos puntos esenciales del manuscrito. Esto supone una mayor exigencia a los autores, un trabajo adicional de síntesis de sus largas horas de trabajo. No obstante, estamos seguros de que este esfuerzo irá en beneficio de todos, tanto del manuscrito como del lector de la revista.
Detrás de Actas ha habido siempre excelentes equipos, equipos que se han ido modelando y renovando a lo largo de los años. En esta línea queremos avanzar hacia un Comité de Redacción adaptado a los nuevos tiempos. Así, se transforman los ayudantes de redacción en lo que realmente son, editores adjuntos, y todos aquellos profesionales que colaboran de forma más directa en la producción y supervisión de las diferentes secciones de la revista tendrán la denominación de editores asociados.
Sin duda alguna, una pieza fundamental en la calidad de cualquier revista científica son sus revisores. La revisión de manuscritos científicos es un trabajo altruista y desinteresado, que se realiza con honestidad y máximo rigor y, lo más importante, de forma totalmente generosa. En este trabajo de revisión desempeñan un importante papel los miembros del Consejo de Redacción, a quienes se les pide un trabajo más intenso y continuo. Por ello, nos parece necesaria una renovación que permita la implicación de todos aquellos que por capacidad y tiempo puedan llevarla a cabo y el descanso de los que por circunstancias diversas así lo requieran. De esta forma el consejo editorial será más dinámico y podrá variar al menos con cada cambio de Comité de Redacción en virtud de su compromiso pasado y presente con el proceso de revisión y publicación.
Albert Einstein dijo que la diferencia entre el pasado, el presente y el futuro es solo una ilusión persistente. Si hay algo detrás de toda esta declaración de intenciones es ilusión. Ilusión por consolidar las metas logradas de los que nos precedieron. Ilusión por innovar y progresar. Ilusión porque el dermatólogo español se sienta orgulloso de su revista, la lea, la escriba, y finalmente la viva en su consulta día a día. Gracias por vuestra confianza, tenéis nuestro compromiso; hagamos entre todos de Actas nuestra mejor revista.