Ante una sospecha de alergia por cosméticos, resulta esencial que el estudio epicutáneo incluya los productos de cuidado personal usados por el propio paciente ya que con ello, además de alcanzarse un diagnóstico más exacto, se posibilitará la identificación de nuevos alérgenos. Para este fin es fundamental conseguir la colaboración de la industria farmacéutica/cosmética, que será quien nos proporcione los componentes de los productos propios. Presentamos un caso de dermatitis alérgica de contacto por ácido capriloil salicílico presente en una crema antiarrugas. Una mujer de 40 años consultó por haber desarrollado una reacción eritematosa y pruriginosa en la región facial 10 días después de comenzar a aplicarse una crema antiarrugas (Revitalift Láser X3® crema de día, L’Oreal). El proceso se resolvió al suspender el uso de dicha crema y tras tratamiento con un corticoide tópico durante una semana. Se realizaron pruebas epicutáneas con la serie estándar del Grupo Español de Investigación en Dermatitis de Contacto y Alergia Cutánea (GEIDAC), una serie de cosméticos (Chemotechnique, Suecia) y la crema propia con lecturas a las 48h y 96h, siguiendo las recomendaciones de la European Society of Contact Dermatitis (ESCD). En la lectura definitiva a las 96h se evidenció una positividad con la crema propia empleada por la paciente (++) y negatividad para el resto de alérgenos de las series estándar y cosméticos. Puestos en contacto con la empresa que comercializaba la crema implicada, se nos facilitaron los 27 ingredientes de la misma con lo que pudo completarse el estudio. En la lectura a las 48 y 96h se observó una reacción alérgica positiva (++) frente al ácido capriloil salicílico al 1% en alcohol (fig. 1). Esta misma sustancia se parchó en 15 controles sanos no obteniéndose ninguna respuesta alérgica.
El ácido capriloil salicílico (5-ácido capriloil salicílico, CAS n.° 78418-01-6), también conocido como ácido 2-hidroxi-5-octanoilbenzolico, es un derivado lipofílico del ácido salicílico que favorece la renovación epidérmica, estimula la formación de colágeno, contrarresta el fotodaño actínico crónico1 e incrementa la resistencia de la piel a la radiación ultravioleta; atribuyéndosele propiedades comedolíticas2, antiacneicas3, antibacterianas y antiinflamatorias4. Es frecuente su utilización principalmente por la industria cosmética francesa, pudiendo estar presente en emolientes faciales, preparados antienvejecimiento, productos para el tratamiento del acné, filtros solares y productos para la higiene facial5.
De Groot et al. han publicado recientemente los primeros 2 casos de alergia de contacto al ácido capriloil salicílico, empleándose en el estudio epicutáneo de estos pacientes el ácido capriloil salicílico al 1% en alcohol. Para estos autores la alergenicidad de esta sustancia posiblemente radique más en la porción salicílica o benzoica que en la fracción de ácido caprílico5. Sin embargo, Roberts et al., concluyen que el 5-ácido capriloil salicílico probablemente no sea el responsable de la alergia en los pacientes descritos por de Groot et al., sino que en su opinión sería su isómero 3-ácido capriloil salicílico, contaminante del 5-ácido capriloil salicílico, el implicado en su alergenicidad6.
Aportamos un tercer caso de dermatitis alérgica de contacto por ácido capriloil salicílico, cuyo diagnóstico solo ha sido posible tras parchar los ingredientes facilitados por la empresa que comercializaba la crema usada por la paciente, al no estar incluido en otras series complementarias. La descripción de nuevos casos en los que se implique el ácido capriloil salicílico aclarará finalmente el potencial alergénico de esta sustancia.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.