Los conservantes son sustancias que se emplean para impedir el crecimiento de microorganismos. Su uso es común en la fabricación de productos de higiene y cosméticos, medicamentos así como en productos de limpieza. La aparición de efectos indeseables por conservantes es una realidad relativamente frecuente. A lo largo de los años se han ido introduciendo nuevos conservantes con la intención de aumentar la seguridad en su empleo, aunque no siempre se ha conseguido ese efecto y así hemos ido viendo sucesivas epidemias por conservantes de nueva introducción. En el extenso y exhaustivo trabajo de Pastor-Nieto et al.1 se analizan los conservantes declarados en productos de higiene y cosméticos, medicamentos tópicos y productos de limpieza doméstica en España. Ellos han podido comprobar la amplia exposición a diferentes conservantes en dichos productos y como la sustitución progresiva de parabenos por otros conservantes como las isotiazolinonas nos lleva a la aparición de mayores fuentes de problemas.
El conocimiento de los conservantes en productos de uso común nos servirá para orientar a la población sensibilizada, ayudar a evitar esas sustancias y contribuir a que se limite al máximo su utilización.