Llama la atención la historia clínica detallada y la magnífica exploración que se realiza de las lesiones cutáneas y cómo en esa época en las zonas agrícolas (generalmente deprimidas) las tiñas eran frecuentes en forma de Favus.
Al no existir la medicación específica actual eran fundamentales los tratamientos locales y depilatorios y el uso de productos bactericidas o antifúngicos, uno de ellos era el timol, que es una sustancia incolora con un olor característico, presente en los aceites esenciales del tomillo y del orégano. Sus propiedades bactericidas eran conocidas por los egipcios, que utilizaban el tomillo, y con ello el timol, en la conservación de las momias con terpeno. Químicamente es un terpeno (2-isopropil-5-metil-fenol) descubierto en 1719 por C. Neuman y sintetizado por M. Lallemand en 1842. Su uso en veterinaria y apicultura es aún frecuente en dilución al 5 % en etanol.