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Vol. 100. Núm. 2.
Páginas 133-136 (marzo 2009)
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CASOS CLÍNICOS
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Características dermatoscópicas del poroma ecrino
Dermoscopic features of eccrine poroma
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J.A. Avilés-Izquierdoa,
Autor para correspondencia
dermaviles@yahoo.es

Correspondencia: José Antonio Avilés Izquierdo. Servicio de Dermatología. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. C/ Dr. Esquerdo 46. 28007 Madrid. España.
, D. Velázquez-Tarjueloa, M. Lecona-Echevarríab, P. Lázaro-Ochaitaa
a Servicio de Dermatología. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid. España
b Servicio de Anatomía Patológica. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid. España
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Tabla 1. Resumen de las características dermatoscópicas del poroma ecrino
Resumen

El poroma ecrino (PE) es una neoplasia anexial benigna que puede simular clínicamente tumores cutáneos malignos como el carcinoma epidermoide o el melanoma amelanótico. Recientemente se han descrito las características dermatoscópicas del PE pigmentado y no pigmentado. Presentamos 2 casos de PE con sus características dermatoscópicas. Ambos casos se caracterizan por presentar múltiples lagunas rojas y un patrón vascular polimorfo. La dermatoscopia puede mejorar el diagnóstico clínico de estas tumoraciones anexiales benignas.

Palabras clave:
poroma ecrino
dermatoscopia
tumor anexial cutáneo
Abstract

Eccrine poroma is a benign adnexal neoplasm that clinically may mimic malignant skin tumors such as squamous cell carcinoma and amelanotic melanoma. The dermoscopic features of pigmented and nonpigmented eccrine poroma have recently been described. We present 2 cases of eccrine poroma, with their dermoscopic features. The lesions were characterized by multiple red lacunes and a polymorphous vascular pattern in both cases. Dermoscopy can improve the clinical diagnosis of this benign adnexal skin tumor.

Key words:
eccrine poroma
adnexal skin tumor
dermoscopy
Texto completo
Introducción

El poroma ecrino (PE) es una neoplasia benigna anexial compuesta por células epiteliales de diferenciación «poroide» o ductal distal.

Clínicamente suele manifestarse como un tumor solitario localizado con mayor frecuencia en la planta del pie de pacientes adultos. Sin embargo, sus características clínicas pueden ser muy heterogéneas, pudiendo diagnosticarse como pequeñas pápulas de color rosado, grandes placas verrugosas o nódulos exofíticos de diferente tamaño y localización. Además, se ha descrito una variante pigmentada de PE. Esta gran variabilidad de presentación explica las dificultades que podemos tener frente al diagnóstico diferencial de este tumor anexial, que incluiría tumores como el carcinoma epidermoide, el carcinoma basocelular o el melanoma nodular amelanótico, entre otros1.

La dermatoscopia es una técnica incruenta e inmediata que nos puede ayudar en el diagnóstico del PE. Existen muy pocos trabajos sobre las características dermatoscópicas del PE. A continuación presentamos dos casos clínicos de PE con sus características dermatoscópicas.

Casos clínicosCaso 1

Se trata de una mujer de 76 años, sin antecedentes médico-quirúrgicos de interés, que acude a nuestra consulta por presentar una lesión cutánea en la planta del pie izquierdo desde hace un año. Clínicamente la lesión era un nódulo eritematoso de 8mm de diámetro (fig. 1A), asintomático, de aspecto homogéneo y bordes irregulares pero bien definidos. La imagen dermatoscópica (fig. 1B) nos permitió observar la presencia de vasos lineales irregulares, vasos glomerulares y vasos en horquilla. Además, la lesión presentaba un tono rojo-lechoso de fondo y múltiples lagunas rojas. Se realizó una biopsia-extirpación de dicha lesión, y el estudio histológico mostraba una tumoración constituida por cordones de células de citoplasma eosinófilo, núcleos ovalados y nucléolo evidente, sin atipia ni mitosis. El estroma estaba compuesto por tejido fibroconectivo denso y abundantes vasos telangiectásicos (fig. 1C). Fue diagnosticada de PE, no presentando complicaciones en revisiones posteriores.

Figura 1.

A. Nódulo eritematoso en la planta del pie. B. Imagen dermatoscópica con presencia de múltiples lagunas rojas, vasos glomerulares y vasos en horquilla. C. Imagen histológica (hematoxilina-eosina, ×20) en la que se aprecian cordones de células basaloides rodeadas de vasos dilatados.

(0.34MB).
Caso 2

Se trata de una mujer de 86 años que acude por una lesión cutánea de muchos años de evolución, asintomática, localizada en la cara lateral externa del glúteo izquierdo (fig. 2A). La lesión había sido tratada previamente con crioterapia. Clínicamente se trataba de una placa de 4cm de diámetro, de aspecto multifocal, de color eritematoso, bordes irregulares pero bien definidos y una zona cicatricial central secundaria a la crioterapia previa. Dermatoscópicamente toda la lesión mostraba un patrón vascular polimorfo compuesto por vasos lineales irregulares, lagunas rojas, vasos glomerulares y vasos en horquilla (fig. 2B). Se realizó una extirpación completa de la lesión. Histológicamente la lesión correspondía a un PE, constituido por una proliferación en la epidermis y la dermis de células basaloides de pequeño tamaño, sin atipias ni mitosis, dispuestas de tal manera que formaban nidos sólidos (fig. 2C).

Figura 2.

A. Placa eritematosa multifocal en la nalga. B. Detalle dermatoscópico con un patrón vascular polimorfo compuesto por vasos lineales, vasos glomerulares y vasos en horquilla. C. Imagen histológica (hematoxilina-eosina, ×20) del tumor constituido por cordones de células basaloides sin atipia ni mitosis localizados en la epidermis y la dermis superior.

(0.17MB).
Discusión

El término PE fue descrito originalmente por Goldman et al en 1956 para referirse a un tumor benigno de la glándula sudorípara compuesto por células epiteliales con diferenciación tubular distal de tipo ecrino2. Sin embargo, muchos autores sugieren que el término hace referencia tanto a tumores de origen ecrino como apocrino3.

La etiopatogenia del PE se desconoce, aunque se ha asociado a cicatrices, traumatismos y radiación4-6. Representa el 10 % de todos los tumores de las glándulas sudoríparas. No existe predisposición por razas o sexo. Suele diagnosticarse entre la quinta y la séptima décadas de vida.

Su localización más frecuente es el pie (47 %), aunque también se han descrito en la cabeza, el tronco y los miembros superiores. Se estima que hasta un 8 % de los pacientes con PE presenta PE múltiples7.

Clínicamente suelen ser lesiones asintomáticas, de crecimiento lento, en forma de pápula eritematosa de consistencia blanda. También se han descrito casos de PE con forma de nódulos exofíticos o ulcerados, o placas hiperqueratósicas. Las formas pigmentadas de PE representan el 17 % de los casos8.

La variante maligna del PE, el porocarcinoma, es una entidad mucho más infrecuente. Suele diagnosticarse en edades tardías y en la mayoría de los casos se origina a partir de un PE preexistente9,10.

Histológicamente, el PE está compuesto por cordones de células basaloides muy similares a las células de la parte distal del conducto excretor ecrino y apocrino, que parten de la epidermis y penetran en la dermis formando columnas anchas y uniformes11. Estas células son PAS (ácido peryódico de Schiff) positivas, de núcleo redondeado y escaso citoplasma, careciendo de atipia y mitosis. En la forma pigmentada de PE encontraremos pigmento melánico. Suele existir una gran vascularización en el estroma circundante, lo que contribuye a su aspecto clínico. Las células que componen el PE muestran positividad inmunohistoquímica para las citoqueratinas y el antígeno carcinoembrionario12.

Recientemente se han descrito las características dermatoscópicas tanto del PE pigmentado como del PE clásico o no pigmentado (tabla 1)1,13,14. El PE pigmentado puede presentar características dermatoscópicas comunes con el carcinoma basocelular pigmentado como glóbulos múltiples azul-grises, nidos ovoides gris-azulados o vasos arboriformes13. Sin embargo, los vasos arboriformes observados en el PE suelen ser menos nítidos y presentan escasas ramificaciones, por lo que deben ser diferenciados de los vasos arboriformes típicos observados en el carcinoma basocelular1.

Tabla 1.

Resumen de las características dermatoscópicas del poroma ecrino

Autores  Casos descritos  Características dermatoscópicas 
Kuo et al13 (2003)  2 poromas ecrinos pigmentados  Glóbulos múltiples azul-grises, nidos ovoides gris-azulados, vasos arboriformes 
Altamura et al14 (2005)  Poroma ecrino no pigmentado en región púbica  Patrón vascular polimorfo: áreas rojo-lechosas irregulares, lagunas rojas, vasos lineales irregulares, vasos en horquilla, vasos en coma 
Nicolino et al1 (2007)  1 poroma ecrino pigmentado y 1 poroma ecrino no pigmentado  Poroma ecrino pigmentado: nidos ovoides gris-azulados, vasos lineales irregulares (peor definidos y con menos ramificaciones que en el carcinoma basocelular)Poroma ecrino no pigmentado: patrón vascular polimorfo (vasos lineales irregulares, áreas rojo-lechosas, lagunas rojas, vasos glomerulares y vasos en horquilla) 
Nuestros casos  2 poromas ecrinos no pigmentados  Patrón vascular polimorfo compuesto por vasos lineales irregulares, lagunas rojas, vasos glomerulares y vasos en horquilla 

Respecto a los hallazgos dermatoscópicos del PE no pigmentado, Altamura et al describieron como algo característico la presencia de áreas rojo-lechosas irregulares, lagunas rojas y vasos lineales irregulares14. Nicolino et al confirmaron la presencia de estos hallazgos, proponiendo el término de patrón vascular polimorfo (definido como la presencia dermatoscópica de más de un tipo de estructuras vasculares) como característica dermatoscópica más importante del PE1. Este patrón vascular polimorfo también estaba presente en nuestros dos casos, y se corresponde histológicamente con la presencia abundante de vasos dilatados en el estroma circundante. Sin embargo, la presencia de varios tipos de vasos puede apreciarse en el carcinoma epidermoide, el melanoma amelanótico y el porocarcinoma15.

En conclusión, presentamos dos casos de PE no pigmentado, muy distintos clínicamente entre sí, pero con unas características dermatoscópicas muy similares (lagunas rojas y patrón vascular polimorfo). El análisis dermatoscópico de estas lesiones nos puede ayudar en su diagnóstico diferencial, aunque ni la clínica ni la dermatoscopia permiten distinguirlos con seguridad del melanoma amelanótico, el porocarcinoma o el carcinoma epidermoide. Futuros trabajos sobre las características dermatoscópicas de los tumores anexiales nos permitirán mejorar nuestro conocimiento y reconocimiento de estas lesiones.

Conflicto de intereses

Declaramos no tener ningún conflicto de intereses.

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